Sesión de control

Sánchez asume su "asignatura pendiente" a tres meses de las elecciones: vivienda para los jóvenes

El presidente se muestra muy duro contra Cuca Gamarra a raíz de la publicación de los mensajes de apoyo que le envió a Pablo Casado: "Cambia el jefe del Partido Popular, pero usted sigue haciendo lo mismo: venerar al jefe del Partido Popular"

El Gobierno aprovecha la frase "gente de bien" para atacar al PP

Agencia ATLAS / Foto: EP

Ángel Alonso Giménez

En su vida anterior como secretario general, antes de que el PSOE le empujara por la puerta de salida, Pedro Sánchez tenía entre sus principales preocupaciones qué hacer para recuperar el interés y el voto de los jóvenes. Allá por 2015, él mismo y sus dirigentes solían usar como anécdota que los hijos e hijas de dirigentes socialistas preferían a Podemos antes que al partido de sus padres y de sus madres. 

Siete años después, como presidente del Gobierno, su segunda vida política, Pedro Sánchez tiene entre sus principales preocupaciones qué hacer para mejorar la vida de los jóvenes. Echar un vistazo a los vídeos que le fabrica Moncloa últimamente es revelador. Hace un par de semanas, se fue a una vivienda a charlar con dos jóvenes sobre el SMI; esta semana se ha ido a una biblioteca madrileña para hablar con tres jóvenes sobre becas. Las medidas estelares más recientes del Gobierno son el incremento del SMI y el aumento del presupuesto para becas.

Pero el presidente tiene una “asignatura pendiente”, ha recalcado este miércoles en el Congreso de los Diputados, en la sesión de control. A decir verdad, ha dicho que es “una asignatura pendiente de la democracia”. Se trata de facilitar el acceso a una vivienda a la juventud. Ha mencionado la aprobación de un plan estatal al respecto, es decir, un compendio de medidas de diferentes ministerios para impulsar la cuestión. Es una declaración política, un ejercicio de voluntad. Como saben los gobernantes, la manera de garantizar el cumplimiento de dicha voluntad es la ley. 

El líder del PSOE, por ello, ha mencionado la ley de vivienda, detenida en el Congreso, como un hito fundamental para empezar a aprobar la asignatura pendiente. “Ojalá la podamos culminar esta legislatura”, ha añadido. No está siendo sencillo. Este martes se reunieron representantes del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, del PSOE, de Unidas Podemos, de ERC y de EH Bildu para desatascar la negociación. El portavoz de los “morados”, Pablo Echenique, dijo poco después que el encuentro no fue bien. 

Faltan tres meses para las elecciones autonómicas y municipales, el test electoral más serio de cuantos ha tenido Sánchez desde las generales de 2019. Fracasó en los comicios madrileños de mayo de 2021, no le fue bien en los de Castilla y León de febrero de 2022 y le fue muy mal en los andaluces de junio del año pasado. Más fiascos no se puede permitir. Por ello, su equipo le está reformulando la imagen al tiempo que sus ministros catapultan leyes pendientes que saben cruciales cara a las urnas.

Pero el presidente también ha sacado pecho, que gestión tiene. Le había preguntado la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, por la defensa de las políticas para la juventud y Sánchez destacó los esfuerzos de su Gobierno por “recuperar los niveles salariales” mediante medidas como el aumento del SMI, la reforma del modelo laboral y el reequilibrio de las partes negociadoras de los convenios. También enarboló los esfuerzos por reforzar el Estado de Bienestar, y citó entonces el Ingreso Mínimo Vital o la reciente partida de becas aprobada en el Consejo de Ministros, de más de 2.500 millones para un millón de estudiantes.

Pero también la vivienda. Además del plan estatal y de la necesaria ley, mencionó la apuesta por elevar el parque social de viviendas. 

En suma, que el presidente se empeñó en dejar claras las políticas que está impulsando para cubrir dos agujeros reales: la desigualdad intergeneracional y la desigualdad de género. 

Aizpurua le había hecho un diagnóstico duro. Durante su intervención en el pleno del Congreso, la diputada vasca recordó que España está en cabeza en el ranking europeo de paro juvenil y mencionó que hasta Bilbao, ciudad próspera, ocupa el puesto 16 de las ciudades de la UE con más desempleo entre los jóvenes. Son buenas las políticas del Gobierno, ha comentado, pero “insuficientes”.

A su juicio, urge subir más el SMI, derogar completamente el modelo laboral de Mariano Rajoy y “una ley de vivienda eficaz”. EH Bildu es de los grupos parlamentarios que con más ahínco lucha por una nueva norma, pero está siendo exigente. 

Duro con Gamarra

Pedro Sánchez ha tenido un comienzo contundente. Se puso a rebufo de la controversia por aquellos mensajes que dirigentes del PP enviaron a Pablo Casado antes de darle la espalda, justo hace un año. La actual secretaria general y portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra, fue de las más entusiastas entonces, como desveló el diario El País. “Hay gente que le dice injustamente que usted cambia de chaqueta. No. Cambia el jefe del PP, pero usted sigue haciendo lo mismo, que es venerar al jefe del PP”, le ha espetado el presidente del Gobierno.

Luego, Sánchez recurrió a la ironía. Le anunció que le hablaría “con claridad, certeza y verdad”, que es justo como Gamarra creyó que Casado habló en la Cope, antes de que el partido entero se le pusiera en contra.  

La portavoz de los populares volvió a criticar la demora en el cambio de la ley del ‘sólo sí es sí’. Dejó caer intereses electorales personales, de Sánchez en concreto. “A ver si es usted y no Podemos el que busca un titular para el 8M”, Día de la Mujer. Y le pidió un favor: “Visite un supermercado, pero no lo llene de militantes socialistas, que le veo venir. La gente le dirá que la cesta de la compra ha subido un 21% desde 2020”.

Pedro Sánchez al PP: "Debe ser que los trabajadores y los jubilados no son gente de bien para ustedes"

Agencia ATLAS | Foto: EFE

Sánchez replicó con dureza también. Se aferró a los datos de crecimiento de la economía del año pasado y a unas palabras que pronunció Feijóo este martes en el Senado, respecto de la ley trans. Exigió al presidente que deje de molestar a “la gente de bien”. 

Así que el presidente preguntó (contrapreguntó, más bien) al PP. Si vota en contra de la subida del SMI, ¿no son sus beneficiarios gente de bien? Si vota en contra de la revalorización de la pensiones, ¿no son los pensionistas gente de bien? Si vota en contra de un gravamen a las empresas energéticas y a los bancos, ¿estos empresarios sí son gente de bien? “Qué poca gente de bien hay en este país y cuán poderosa es”.