Congreso de los Diputados

El PSOE aguarda la moción de censura de Vox como un "balón de oxígeno" para dejar atrás el "ruido" con Podemos

Los socialistas confían en que la iniciativa sirva para cimentar el bloque de la investidura y equiparar a Feijóo con Abascal

Los dirigentes de Vox Santiago Abascal, Ignacio Garriga y Javier Ortega Smith, ante el Tribunal Constitucional.

Los dirigentes de Vox Santiago Abascal, Ignacio Garriga y Javier Ortega Smith, ante el Tribunal Constitucional.

Juan Ruiz Sierra | Pilar Santos

El PSOE y el PP no se ponen de acuerdo en casi nada, y todo parece encaminado a que la legislatura termine a finales de año sin un solo pacto de Estado, pero hay algo en lo que coinciden los dos partidos mayoritarios: el gran beneficiado por la segunda moción de censura de Vox, que en principio encabezará el economista Ramón Tamames, será Pedro Sánchez. Un día después de que Tamames, de 89 años y antiguo dirigente del Partido Comunista, anunciara que aceptaba el encargo que le había hecho el partido de ultraderecha, los socialistas no escondían este miércoles las esperanzas que depositaban en la convocatoria de Vox, que salvo sorpresa solo contará con el apoyo de los 52 diputados de la formación que lidera Santiago Abascal. Los populares, que ya han dejado claro que se abstendrán, también consideran que este “disparate” solo tendrá un ganador: el presidente del Gobierno.  

"A ver si la presentan rápido", dijo en el Congreso un alto cargo de la Moncloa. 

"Y si la acaban presentando. Porque con Vox te puedes esperar cualquier cosa", añadió un miembro de la dirección del PSOE. 

Poco antes, de hecho, el portavoz parlamentario de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, había vuelto a jugar al despiste con la moción, que su partido anunció en diciembre sin concretar ni candidato ni fecha. "Hay algunos flecos pendientes. Pronto sabremos algo. No hay mucho más que decir", explicó. Pero a media tarde, a través de un tuit, Vox consumó tras varios meses de requiebros. La moción se registrará el próximo lunes en el Congreso. Según fuentes parlamentarias, a menos que decida otra cosa la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, el debate tendrá lugar a mediados de marzo, como pronto.

El momento elegido

La censura a Sánchez llega en un momento muy complicado para los socialistas. El presidente del Gobierno había diseñado un comienzo de año tranquilo en el plano político, para centrarse en las medidas sociales aprobadas por el Ejecutivo frente a las consecuencias de la guerra de Ucrania, el crecimiento económico y la precampaña de las municipales y autonómicas del 28 de mayo. Pero el propósito ha quedado en nada. El choque por la reforma de la ley del ‘solo sí es sí’, una norma de la que ya se han beneficiado más de 500 agresores sexuales condenados, ha tensado la coalición con Unidas Podemos como pocos asuntos en esta legislatura. Y el debate sobre los precios de la comida, con Moncloa rechazando por el momento aplicar nuevas medidas tras la rebaja del IVA a los alimentos de primera necesidad, también ha alejado al PSOE de su socio minoritario en el Ejecutivo y sus aliados tradicionales en el Congreso. 

La extrema derecha registrará el lunes la censura a Sánchez y el debate en el Congreso no tendrá lugar hasta mediados de marzo como pronto

La moción, señalan fuentes de la cúpula socialista, podría suponer un “balón de oxígeno” frente a todo ese “ruido”. Sánchez, continúan los colaboradores del presidente, tratará a Tamames con respeto, debido a su antigua militancia antifranquista, su trayectoria profesional como economista y su avanzada edad. El jefe del Ejecutivo se centrará en contraponer su modelo al de la extrema derecha, intentando equiparar al PP con Vox, como aviso de lo que puede ocurrir en los comicios de mayo y en las generales de finales de año.

"Por fin vamos a conocer el plan oculto de la derecha en este país, no con Tamames a la cabeza, sino con Feijóo", señala Patxi López

La moción, señalan fuentes de la cúpula socialista, podría suponer un “balón de oxígeno” frente a todo ese “ruido”. Sánchez, continúan los colaboradores del presidente, tratará a Tamames con respeto, debido a su antigua militancia antifranquista, su trayectoria profesional como economista y su avanzada edad. El jefe del Ejecutivo se centrará en contraponer su modelo al de la extrema derecha, intentando equiparar al PP con Vox, como aviso de lo que puede ocurrir en los comicios de mayo y en las generales de finales de año.

En este sentido, los socialistas explican que los populares “no tienen ningún problema” en pactar con Abascal, pero los partidos pequeños sí. Por ejemplo, en Aragón, donde cualquier suma pasa según las encuestas por atraer a formaciones como el Partido Aragonés (PAR) y Aragón Existe, que evitan cualquier acercamiento a Vox por su discurso en contra de las autonomías. 

La censura a Sánchez “servirá para subrayar que Vox solo tiene al PP, y viceversa”, explican en el PSOE. Al mismo tiempo, esperan que también ejerza de pegamento con sus socios parlamentarios. Todos dejarán claro que no contemplan una opción de gobierno distinta a la actual. "Nosotros respetamos mucho la moción de censura, porque es un instrumento muy serio, que tiene que hacerse en positivo, que tiene que proponer un candidato y una alternativa. Por fin vamos a conocer el plan oculto de la derecha en este país, no con Tamames a la cabeza, sino con Feijóo", señaló el portavoz parlamentario de los socialistas, Patxi López. 

El PP acusa al partido de extrema derecha de acudir al "rescate" del Gobierno con la presentación de Tamames

La "excentricidad"

Los populares, mientras tanto, continúan denostando la iniciativa de Vox con argumentos similares a los que ofrecen los socialistas. Sin conocer siquiera quién sería el candidato propuesto por la ultraderecha para sustituir a Sánchez, el PP ya anunció en diciembre que se abstendría, una actitud distinta a la de la anterior dirección del partido, con Pablo Casado al frente, cuando Abascal presentó en octubre de 2020 su primera moción. El exlíder del PP, después forzado a dimitir por sus compañeros, optó entonces por votar en contra, en una decisión que reforzó su autoridad durante algunas semanas. 

Ahora, con Alberto Núñez Feijóo como presidente del partido y Sánchez más desgastado, los populares ven la moción como "el mejor pegamento" para unir al PSOE y Unidas Podemos. “Es una excentricidad al servicio del ‘sanchismo’. Vox va al rescate mediático de un Gobierno en horas bajas debido a la ‘ley trans’ y el ‘solo sí es sí”, remarcaron este miércoles en la dirección del partido.

Feijóo ya le transmitió directamente su opinión al líder de Vox hace unas semanas, cuando Abascal le llamó para anunciarle que estaba pensando presentar a Tamames como aspirante a la Presidencia del Gobierno. Es “un disparate”, le dijo. El líder del PP también tuvo ocasión de decírselo al economista, que le telefoneó para conocer su opinión. “Si fueras mi padre, no te dejaría hacer esto”, le dijo.

Los populares creen que Vox trata de “volver a estar en la agenda” y “enfrentarse a la vez” a Sánchez y a Feijóo. “Buscan protagonismo mediático, porque hay partidos que quieren que se hable de ellos, aunque sea mal, y también quieren repuntar en las encuestas -señalan en su cúpula-. Hace 12 meses estaban cerca de nosotros en expectativas de votos y ahora les doblamos de sobra”.

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