Congreso de los Diputados

ERC y EH Bildu imponen su ritmo al PSOE: deprisa con la ley de vivienda; despacio con el 'sí es sí'

Con sus exigencias, están marcando los tiempos de negociación y tramitación de la nueva ley de vivienda y de la reforma del 'sólo sí es sí' | En ambos casos, actúan en beneficio de los intereses de Unidas Podemos, lo que aboca al PSOE a aceptar los ritmos y a exprimir las conversaciones

La ministra de Igualdad, Irene Montero, conversa con el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, a su llegada al pleno del Congreso de los Diputados.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, conversa con el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, a su llegada al pleno del Congreso de los Diputados. / EFE

Ángel Alonso Giménez

El diputado de EH Bildu Oskar Matute tuvo dos gestos el pasado martes que revelan la importancia de su grupo en un momento crucial de la legislatura, pues la mayoría parlamentaria de izquierdas está cocinando dos leyes simbólicas, la de vivienda y la que ha de sustituir a la ley ‘mordaza’, y está analizando cómo reformar una tercera, la del ‘sólo sí es sí’, que es y será una especie de examen final.

El primer gesto fue una declaración sobre la ley de vivienda, dada en rueda de prensa. “Hemos planteado nuestra posición en diferentes enmiendas y se la hemos trasladado al PSOE; estamos a la espera. No somos el único grupo con el que hay que acordar, pero sí somos imprescindibles para que la ley salga. Si no cuenta con nuestro apoyo, no habrá ley; y si quieren que haya ley, debe incluir nuestra posición”.

El segundo gesto fue exactamente eso, un gesto. Afectó a la ley del 'sólo sí es sí'. Consistió en levantar el brazo. Ocurrió durante la Junta de Portavoces, a la que acudió Matute en sustitución de Mertxe Aizpurua. Patxi López pidió la inclusión en el orden del día del pleno de la semana próxima de la toma en consideración de la propuesta socialista para reformar la norma. La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, aclaró, según tres fuentes que allí estuvieron, que para ello es necesaria la unanimidad de todos los grupos representados. Preguntó entonces si alguien se oponía a la solicitud del PSOE. Levantaron sus brazos Gabriel Rufián, de ERC, y Matute.

Los dos gestos muestran el peso de EH Bildu en la mayoría parlamentaria progresista e iluminan dos vectores políticos. Por un lado, que ERC y EH Bildu, dos de las muletas de la llamada "mayoría de la investidura", están marcando el ritmo legislativo del momento. Por otro, están reforzando la posición de Unidas Podemos.

Llevaban tiempo “los morados” sin una demostración de firmeza como la que está protagonizando ahora. Tuvo que ceder en la ley de bienestar animal; tuvo que ceder en la ley audiovisual, el año pasado. Ha tenido que “tragar” varias veces. Pero ahora ha encontrado dos aliados junto a los que ha formado un bloque compacto. Bloque coyuntural, hay que resaltar, pero un bloque que demuestra que sin los 33 escaños de Unidas Podemos, los 13 de ERC y los 5 de EH Bildu, los 120 del PSOE dependen de los 88 del PP.

Dos fuentes parlamentarias al tanto de las negociaciones de la ley de vivienda y de los tanteos con la ley del 'sólo sí es sí' coinciden: hay actuación conjunta. En ocasiones, incluso, coordinada.

Una de estas fuentes reconoce que el martes pasado, antes de la Junta de Portavoces, la dirección parlamentaria de Unidas Podemos se puso en contacto con la de EH Bildu para sondear cómo frenar las prisas del PSOE con su proposición de reforma de la ley del sí es sí. Una tercera fuente consultada, aunque sin confirmar contactos UP-ERC, recuerda que la sintonía de Irene Montero y Gabriel Rufián, en lo político, es ahora mismo total. De todos modos, como asegura un diputado implicado en las conversaciones, “estaba muy claro desde hace una semana que lo primero es que haya acuerdo en el seno del Gobierno”. Luego, la tramitación que se quiera en el Congreso.

Ley de vivienda en marzo

Otra fuente representa gráficamente cómo están siendo las conversaciones para sacar del limbo la nueva ley de vivienda: “a un lado de la mesa está el PSOE; al otro, Unidas Podemos, ERC y EH Bildu”. Los planteamientos de los tres grupos son muy similares. Coinciden en la necesidad de topar los precios de los alquileres y en la exigencia de excluir cualquier agilización de los desahucios de inmuebles ‘okupados’, algo que el grupo socialista ha planteado a través de una enmienda en la ley de eficiencia organizativa del servicio de justicia y que de alguna manera pretende extrapolar a la norma de vivienda en ciernes. 

La semana que viene, previsiblemente el martes, según las fuentes, se van a reunir los representantes del Gobierno, del PSOE, de Unidas Podemos y de ERC. Puede ser una reunión fundamental porque van a trabajar sobre un borrador de acuerdo. Un texto que recogería las principales demandas de las formaciones independentistas catalana y vasca. A cuatro días de la cita, los negociadores de ambos partidos no conocen una sola línea. Mientras no estudien el documento, evitarán posición. Si el entendimiento fuera el resultado, retomarían la ponencia parlamentaria constituida hace casi tres semanas, que trabajaría durante otras dos semanas. En marzo, dictamen de la Comisión del Congreso y elevación al pleno.

Una cuarta fuente parlamentaria informa a este medio que durante una conversación con dos ministros, la semana pasada, le comunicaron que las negociaciones de la ley de vivienda iban rápido. Añadieron que el Gobierno y el PSOE estaban construyendo el primer bloque de apoyo junto a ERC y EH Bildu. “Lo tienen muy avanzado”, comenta una de las fuentes mencionadas antes. Si la velocidad ahora mismo es un hecho, es por la receptividad y la predisposición que han tenido los grupos independentistas. Fuentes vinculadas a este sector confirman las negociaciones y los avances, pero rehúyen el optimismo. “El PSOE lo ve más despejado porque quiere verlo despejado, pero yo esperaría”, asume una fuente.

El 'sí es sí': en febrero no

Los brazos levantados de Rufián y Matute en la Junta de Portavoces contrariaron a la dirección parlamentaria socialista, deseosa de una solución rápida al desgaste que le están causando las revisiones a la baja de las condenas a delincuentes sexuales. Si fuera por Patxi López, Rafael Simancas y demás, en febrero fin del problema. 

El portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, no dijo ni 'mu' en la Junta al ver los brazos en alto de Rufián y Matute, pero es que tampoco le hizo falta. Ahí estaban los aliados fundamentales del bloque de la investidura de Pedro Sánchez diciendo al PSOE “no tan deprisa”. Luego, en la rueda de prensa, Echenique se congratuló de la ralentización de los tiempos.

A decir verdad, más que ralentización, normalización. Como ya no irá la toma en consideración de la proposición de ley del grupo socialista la semana que viene, tendrá que aguardar al segundo pleno de marzo, dado que durante los primeros días no habrá actividad plenaria, como es habitual. Tras este primer paso, y siempre y cuando se respete el procedimiento de urgencia, podría celebrarse el debate de totalidad, si hubiera enmiendas de rechazo a todo el texto, siete días más tarde; otro tanto transcurriría hasta la eventual aprobación en el pleno, ya las enmiendas parciales asumidas. Y de ahí, al Senado. En definitiva, que el trámite quedaría cerrado a finales de marzo, como muy pronto.

Vuelta al martes. Ese día, hasta tres portavoces parlamentarios, en conversaciones públicas y privadas, apostillaron que más que negociaciones con el Gobierno, se estaban desarrollando “conversaciones”. Una fuente en contacto con los lados socialista y “morado” de la coalición precisa a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del grupo Prensa Ibérica, que son, al menos, conversaciones de calado. La modificación de la escala penológica de la ley del ‘sólo sí es sí’ podría dejar herido el concepto de “consentimiento”, núcleo de la norma, línea roja para Irene Montero. Por aquí se sigue sin acuerdo, pero en un aspecto no, y no es un aspecto secundario.

La actitud en una negociación es el primer factor esencial. Esto lo saben todos en el Congreso. La actitud negociadora está certificada en este momento por la parte del PSOE y por la parte de Unidas Podemos. “En privado no son tan beligerantes, y eso me hace ser optimista”, asegura una fuente que dialoga con las dos caras del Gobierno. De lo que se trata es de aprovechar estos días hasta el 7 de marzo para dar con la solución a las discordancias sobre el endurecimiento de las penas. En una legislatura como la que está en curso, la XIV, es mucho tiempo.  

Las dudas de la ley 'mordaza'

ERC ha transmitido al Ejecutivo que no aceptará una ley de vivienda que rebaje sus expectativas. EH Bildu, igual. Como las expectativas de ambos casan bien con las de Unidas Podemos, es lógico que hagan frente común en las negociaciones con el PSOE.

ERC ha transmitido al Gobierno que no quiere una nueva ley de seguridad ciudadana, la que ha de reemplazar a la vigente ley ‘mordaza’, sin algunas peticiones clave, como la prohibición de las pelotas de goma por parte de agentes policiales. Tampoco quiere dar pasos atrás en las devoluciones en frontera. Y EH Bildu ha hecho lo mismo.

Unidas Podemos, sin embargo, ya tiene el acuerdo cerrado con el PSOE. Está en otro lugar. La suma de ambos, y de estos con el PNV, podría bastar, siempre y cuando las abstenciones sean la opción escogidas por las formaciones independentistas. Esto hace que el futuro del fin de la ley ‘mordaza’ sea más que dudoso. Prueba de ello es que tras cerrarse la ponencia hace un par de semanas, la Comisión de Interior sigue sin ser convocada.