GOBIERNO DE COALICIÓN

El PSOE pide a sus diputados dar la "batalla del relato" en la ley del sí es sí ante el temor de que la gane Podemos

Podemos se ha desenvuelto con relativa destreza en esta crisis, con una estrategia de resistencia y confrontación con el PSOE y cargando directamente contra miembros del Gobierno

El portavoz del PSOE, Patxi López, este miércoles en el Congreso de los Diputados, antes del comienzo de la sesión de control al Gobierno.

El portavoz del PSOE, Patxi López, este miércoles en el Congreso de los Diputados, antes del comienzo de la sesión de control al Gobierno. / GABRIEL LUENGAS

Ana Cabanillas | Marisol Hernández

La pugna entre el PSOE y Podemos para cambiar la ley del sólo sí es sí ha subido otro nivel. Ya no es únicamente un debate jurídico, sino que los dos partidos luchan también por imponer su narrativa. La estrategia comunicativa se ha vuelto un elemento central en la contienda de los socios de Gobierno. Por eso, la dirección del Grupo Socialista ha pedido a sus diputados entrar a librar lo que han venido a llamar la “batalla del relato”, para evitar que Podemos instale su mensaje contra la reforma en el electorado de izquierdas. 

El martes, un día después de que el PSOE registrara en solitario la proposición para modificar la ley del Ministerio de Igualdad, Pedro Sánchez presidió una reunión de diputados y senadores socialistas en el Congreso, donde admitió los “problemas” con la norma, en alusión a las más de 400 rebajas de condenas a delincuentes sexuales, y sus “efectos indeseados”. “Y me quedo corto”, apostilló.

Después de esta intervención inicial, la reunión continuó a puerta cerrada. Y fue el portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Patxi López, quien tomó la palabra para pedir un esfuerzo de explicación a sus cargos públicos y que entraran en la guerra sobre el discurso abierta con los morados. Porque “Podemos la va ganando”, vino a expresar el portavoz, según fuentes parlamentarias, en referencia a que están tratando de que cale el mensaje de que el PSOE elimina el consentimiento.

López, además, informó a sus cargos de la nueva estrategia adoptada, consistente en aumentar su presencia en los medios de comunicación, a base de “briefings y entrevistas”. El portavoz mostró su inquietud por la necesidad de trasladar de manera correcta el mensaje que el PSOE desea mandar: que su propuesta no toca el consentimiento como fundamento de la norma, sino que sólo revierte las rebajas penales introducidas por el Ministerio de Igualdad.

Un mensaje completamente opuesto al de Podemos, que acusa a los socialistas de eliminar de facto este concepto y volver al Código Penal anterior, donde había que demostrar violencia para que se considerase agresión. "Nosotros tenemos nuestro relato de lo que hacemos y hemos de contarlo", asegura una diputada a este diario como resumen de esa reunión. "Hacer bien las cosas y contarlas" porque "ellos se dedican al relato y nosotros a hacer".

La maquinaria de Podemos

Pese a que se trata de una ley de Igualdad, Podemos se ha desenvuelto con relativa destreza en esta crisis, con una estrategia de resistencia y confrontación con el PSOE y cargando directamente contra miembros del Gobierno. Una línea comunicativa que el partido despliega con facilidad en redes sociales y que pivota sobre la difusión de pequeños cortes o clips, de consumo rápido, en los que exponen sus propios eslóganes o extraen frases sueltas del rival para reafirmar sus tesis. Un método que los morados llevan años aplicando y que fue determinante en los inicios del partido. 

Esta estrategia tuvo un claro exponente este mismo martes, a raíz de la entrevista que ofreció en Cadena Ser la ministra de Justicia, Pilar Llop. En ella, la jueza defendió el consentimiento como el concepto principal de la ley, pero también explicó su propuesta para introducir la violencia y la intimidación como subtipos, para poder así elevar las penas, asegurando que “con una herida” es “sencillo” probar violencia y demostrar que no existió consentimiento. Unas palabras que sirvieron de munición a Podemos, que salió en tromba contra Llop y las empleó para reforzar sus posiciones.

Críticas del PSOE

 Después de este episodio, Patxi López pidió cuidar el aspecto comunicativo. En el propio grupo socialista no se entendieron estas declaraciones de la ministra. No por su incorrección, indican las fuentes consultadas, sino porque la explicación no debe ser jurídica sino política. La ley tiene fallos y por eso se corrige, ejemplifican. Algo que, destacan, todos los ciudadanos entiendan. Fuentes del Gobierno reconocen también que tal vez la ministra se esforzó demasiado en explicar los pormenores de la reforma socialistas y eso hizo que resultara menos comprensible. 

La ministra de Justicia, Pilar Llop, en el Congreso de los Diputados.

La ministra de Justicia, Pilar Llop, en el Congreso de los Diputados. / EFE

Algunas voces de Unidas Podemos si ven un “importante error” de Llop en su entrevista. “Decir que las víctimas de agresión sexual lo tienen muy fácil para probarlo ha sido desafortunado, porque ser víctima es lo más difícil y es extremadamente duro probar las cosas”. Apuntan además a que estas declaraciones “perjudican el relato del PSOE porque mientras sostienen que con su reforma no se toca la parte probatoria y que se sigue limitando al consentimiento, al decir eso introduce de nuevo el debate de la carga de la prueba”. “Al margen del relato, son temas en los que hay que tener mucho cuidado”.

Estas mismas fuentes moradas señalan que su experiencia se basa en las “entrevistas tan duras” a las que se enfrentan en los medios de comunicación, algo que les ha permitido adquirir habilidades comunicativas para evitar cualquier cosa que puede comprometerles. “Nosotros estamos acostumbrados a medir cada palabra, a lo mejor se relajan en los partidos tradicionales porque no son tan duros con ellos en las entrevistas”.

Más visibilidad para Llop

Pero, a pesar de la polémica por las manifestaciones de la ministra, Llop continúa ocupando un papel destacado en la comunicación de Moncloa y todas sus intervenciones cuentan con su aval. La titular de Justicia ha tenido ahora más presencia en medios de comunicación, tras meses en los que ha guardado silencio públicamente pero en los que, según fuentes socialistas, sí mostró sus reticencias hacia la ley de Irene Montero dentro del Consejo de Ministros. Ella misma, en varias entrevistas este miércoles, recalcó que consentimiento "siempre ha estado presente" y que "cuando hay un acto sexual no consentido siempre ha sido delictivo". La novedad de la ley del sí es sí, dijo, y que no se modifica, es el consentimiento explícito.

Las posiciones están muy enquistadas entre los dos socios de coalición, y en Podemos se esfuerzan por sacudirse cualquier responsabilidad ante la falta de acuerdo con el PSOE, al que culpan de querer volver a la legislación anterior. Mantienen su tesis de que la ley del sólo sí es sí es “correcta” y creen que la responsabilidad recae únicamente en los jueces.

Ambos partidos han iniciado con este asunto una guerra fría, que dificultará la convivencia a lo largo de 2023, pero que en ningún caso acabará en ruptura de la coalición. Los socialistas consideran que distanciarse de Unidas Podemos les favorece electoralmente. Y lo mismo le sucede a los morados que, además tratan de blindar a Irene Montero como posible candidata, y no están dispuestos a asumir errores. 

Aunque desde el PSOE se intenta mantener la idea de que es posible llegar finalmente a un acuerdo en la tramitación parlamentaria, que alargará aún varias semanas, lo cierto es que fuentes del Ejecutivo ven factible sacar adelante la reforma con los votos del PP. "Nosotros tenemos que estar con las mujeres", aseguran. "No se trata de con quién se saca". Una circunstancia que, de producirse, alejará más a los socios de coalición. Los socialistas, inmersos en la carrera electoral, esgrimen que con la legislatura en su fase final ya no están obligados a ceder tanto como lo han hecho estos tres años.