Una norma en entredicho

El PSOE aparca las prisas y negocia la reforma del 'solo sí es sí' con Podemos y sus socios en el Congreso

Los socialistas evitan la tramitación urgente de su propuesta y creen posible atraer a los morados y a sus aliados parlamentarios tradicionales

Sánchez llega al Congreso acompañado de distintos ministros y dirigentes del PSOE, este martes.

Sánchez llega al Congreso acompañado de distintos ministros y dirigentes del PSOE, este martes. / EFE

Juan Ruiz Sierra

El PSOE quería una tramitación urgente, a la carrera, para cambiar cuanto antes la ley del ‘solo sí es sí’, al estilo de la reciente reforma del Código Penal sobre los delitos de sedición y malversación, que se cursó en apenas un mes. Pero este martes, en contra de lo que había anunciado el día anterior, decidió parar y dejarse llevar por los ritmos de sus socios parlamentarios, que le pedían tomarse las cosas con más calma. A primera hora de la mañana, los socialistas decidieron no llevar a la Mesa del Congreso la iniciativa que habían registrado en solitario, sin Podemos y con el Ministerio de Igualdad en contra, para endurecer la controvertida norma, cuya aplicación, desde que entró en vigor el pasado mes de octubre, ha provocado la rebaja de condenas de más de 400 agresores sexuales. 

Tras descolgarse de su socio minoritario en el Ejecutivo, el partido del presidente Pedro Sánchez ya ha comenzado a negociar con el resto de sus aliados tradicionales en la Cámara baja, del PNV a ERC, pasando por Más País y Bildu, entre otros. “En eso estamos”, señalaron fuentes del grupo parlamentario socialista. El objetivo continúa siendo recomponer el entendimiento con Podemos y que el llamado bloque de la investidura, formado por los grupos que hicieron presidente a Sánchez, apoye su propuesta. De lo contrario, el PSOE se vería abocado a depender del PP, que ya ha dicho que “facilitará” el endurecimiento de las penas

Ahora mismo no está claro cómo acabará esta crisis en el Gobierno, más allá de que socialistas y morados se han conjurado para no romper la coalición, un movimiento que dejaría a ambos partidos en una posición muy complicada en este año electoral. Tras las prisas del lunes, con el portavoz del PSOE, Patxi López, apostando por una tramitación urgente para aprobar la reforma en el Congreso antes de que acabe febrero, ahora todo irá más despacio. Hay “tiempo para entenderse”, dicen fuentes socialistas. Como mínimo, febrero y marzo, porque la tramitación de la reforma, finalmente, será la ordinaria. 

Las enmiendas

“Hablamos con todos los socios habituales, dejando fuera al PP. No queremos radiar las conversaciones. La voluntad es seguir hablando con Podemos y llegar a un acuerdo. Y también se abrirá un periodo de enmiendas en el que se puede seguir negociando”, explicaron fuentes de la dirección del PSOE. Desde el Senado, la ministra de Hacienda y vicesecretaria general socialista, María Jesús Monterose expresó en el mismo sentido. “El PSOE está abierto a que se puedan incorporar enmiendas. Cuantos más grupos se sumen, mejor. Hay bastante consenso en que resulta necesario reformular la norma”, dijo.

En Unidas Podemos, mientras tanto, también hubo algún mensaje conciliador. Los morados no se apartaron del tono de crítica a la propuesta socialista, que consideran que desdibuja la figura del consentimiento en las agresiones sexuales, pero el presidente de su grupo parlamentario, Jaume Asens, auguró que habría acuerdo. “Ahora hay una discrepancia, pero en el trámite que se abre soy optimista”, señaló en el Congreso.

Casi al mismo tiempo, en el mismo edificio de la Cámara baja solo que un piso más arriba, Sánchez se reunía con los diputados y senadores socialistas. El presidente, durante un breve discurso en abierto, evitó el choque con Podemos y se presentó como el reparador de un “problema”, la rebaja de penas a agresores sexuales, que en ningún momento, dijo, formó parte de los “objetivos” que buscaban quienes aprobaron la ley del ‘solo sí es sí’. 

“Hemos comprobado que la ley ha tenido efectos indeseados en su aplicación. Y me quedo corto. Nadie, ni el Ejecutivo, ni los grupos, tuvimos como objetivo que se rebajara la condena a ningún agresor. Ningún diputado lo deseaba. Pero existe el problema -explicó-. La pregunta es qué se hace cuando un problema se plantea en la aplicación de una ley. La respuesta es evidente: utilizar el diálogo, pero resolver el problema. Por eso vamos a hacer lo que hay que hacer, lo que es de sentido común. Defender la ley y corregir el problema para que en el futuro no se vuelva a producir ni una sola rebaja de condenas”, aseveró el presidente.

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