Terrorismo

El juez Joaquín Gadea envía a prisión al supuesto yihadista de Algeciras

El magistrado le atribuye los delitos de asesinato y lesiones con fines terroristas del artículo 573 del Código Penal, que podrían conllevar la prisión permanente revisable | La Fiscalía de la Audiencia Nacional había reclamado al magistrado que mandara a Yassine Kanjaa a la cárcel por riesgo de fuga y reiteración delictiva

La Audiencia Nacional decreta prisión provisional para Yassine Kanjaa por atacar varias iglesias de Algeciras y matar a un sacristán

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Tono Calleja Flórez

El juez que investiga el presunto ataque yihadista de Algeciras (Cádiz), Joaquín Gadea, ha acordado prisión incondicional para Yassine Kanjaa, el ciudadano marroquí de 25 años que fue arrestado como autor de la muerte violenta del sacristán Diego Valencia. El magistrado le atribuye los delitos de asesinato y lesiones con fines terroristas del artículo 573 del Código Penal que podrían conllevar la prisión permanente revisable.

Gadea entiende que los indicios recopilados sustentan que la actividad desarrollada por Kanjaa se puede calificar como un ataque yihadista dirigido, tanto contra sacerdotes que profesan la fe de la Iglesia Católica, como contra musulmanes que para el investigado no siguen los preceptos del Corán.

El detenido no había aparecido como peligroso en la inteligencia policial, siendo totalmente desconocido para la Policía. No solo se desconocía su rigorismo religioso, sino que no se había visto inmerso en ningún tipo de altercado o incidente que hubiera podido generar algún tipo de actuación policial, tal y como se refiere en el informe policial remitido al Juzgado Central número 6.

Redes sociales

Tal y cómo adelantó El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica, los agentes de la Comisaría General de Información (CGI) encargados de las pesquisas detectaron al analizar las redes sociales del presunto autor del ataque que comenzó a mostrar de forma reciente su radicalización islamista. El espacio temporal en el que se produce su radicalización, prosigue el juez Gadea, "coincide plenamente con lo observado en sus redes sociales, tal y como recoge el informe policial".

El juez concluye, tras analizar la actividad del detenido en redes sociales, el contenido de su teléfono y las declaraciones de los testigos, que Kanjaa mantiene una visión radical del Islam: "Encontrándose plenamente radicalizado en terrorismo yihadista culminado tras un adoctrinamiento ideológico que se podría calificar de 'rápido' y que ha finalizado con la comisión de acciones violentas contra otras personas provocando, consciente e intencionadamente el mayor daño posible, manteniendo en todo momento el control de la situación".

En relación a la situación mental del presunto autor de la muerte del sacristán, que tiene antecedentes por problemas psiquiátricos en Marruecos, el instructor constata que en las dos declaraciones que ha prestado Kanjaa, ante la Policía y en el Juzgado, "salvo algunas contradicciones sobre elementos periféricos del relato, es capaz de reproducir en esencia los aspectos más importantes de su acción".

Yassine Kanjaa.

Yassine Kanjaa. / EFE

Por eso, sostiene que la conducta del investigado fue "consciente", ya que tenía perfectamente definidos "sus objetivos", ya que pese a que pudo haber causado un mayor daño en las iglesias, focalizó sus acciones contra las personas que eligió de forma deliberada: "La primera de ellas contra los sacerdotes, reconociendo que su intención era matar a todos los sacerdotes que se encontraban en la iglesia. Y en segundo lugar centra su ataque contra un marroquí al que considera infiel, al creer que estaba ante un marroquí converso, por no practicar la auténtica religión, y al que agredió con intención de matarle", prosigue Joaquín Gadea.

Radicalización rápida

Por eso, según el juez apunta, con base en los indicios recabados, que Kanjaa podía haber iniciado de forma reciente un proceso de radicalización religiosa que desencadenó los hechos acontecidos el pasado miércoles en Algeciras.

Las declaraciones de los testigos recogidos en el informe policial indican que el cambio en el detenido tuvo lugar en el último mes o mes y medio. En ese lapso de tiempo pasó de tener una vida que los aludidos calificaron de “normal”, -pues sus compañeros de piso señalaron que el detenido "bebía alcohol y fumaba hachís"-, a cambiar de forma radical sus hábitos, pues comenzó a escuchar de manera asidua el Corán a través de audios desde su teléfono móvil.

El juez concluye que el detenido se identifica con un perfil de "terrorista autoadoctrinado" que actúa de modo individual sin estar vinculado directamente con una organización terrorista concreta. Sin embargo, llevó a cabo su acción en nombre del fenómeno yihadista "al que tantos se adhieren de forma remota, generando un ataque violento que causa terror en la sociedad y desestabiliza la paz social", dice Gadea en la nota difundida por la Audiencia Nacional.

Petición del fiscal

El magistrado toma la decisión de enviar a este ciudadano marroquí a la cárcel después de que el fiscal encargado de las pesquisas, Emilio Miró, reclamara su ingreso en prisión de forma provisional y sin fianza. El representante del Ministerio Fiscal justificó esta petición porque aprecia en el detenido riesgo de fuga, al mismo tiempo que puede ocultar pruebas y cometer otros hechos delictivos.

El fiscal Emilio Miró considera que Kanjaa, que este lunes ha declarado durante más de una hora en la Audiencia Nacional, ha cometido un delito de asesinato terrorista, otro intentado de asesinato terrorista, así como un delito de lesiones terroristas.

En el auto de entrada y registro de la vivienda del supuesto autor de los hechos el magistrado Gadea ya explicaba que las diligencias se habían abierto por un delito de asesinato con fines de terrorismo. Además, atribuyó los ataques a las iglesias al "salafismo yihadista".

En el auto de entrada y registro el juez Gadea ya relataba que Kanjaa accedió el pasado miércoles hacia las 18.30 horas al interior de la Iglesia de San Isidro sita en la plaza San Isidro de Algeciras (Cádiz). Y fue en ese momento en el que inició "una discusión con los allí presentes, manifestando a los feligreses de forma vehemente que la única religión que hay que seguir es la religión islámica".

Con machete

Al finalizar la misa, el sacerdote bajó del púlpito para comprobar lo que estaba ocurriendo. Kanjaa agredió con un machete al religioso, causándole lesiones de gran gravedad. Tras huir del lugar de los hechos, el detenido se trasladó a la iglesia Virgen La Palma ubicada a unos 200 metros del lugar anterior.

Fue en ese centro de culto en el que se encontró con el sacristán de la iglesia, que abandonaba el lugar por una puerta trasera. En ese instante Kanjaa realizó varias acometidas sobre Diego Valencia, que pese a sus lesiones trató de huir. Pero en el centro de la plaza Alta de esta localidad andaluza fue fatalmente alcanzado por este ciudadano marroquí, que sujetando "la catana con ambas manos y alzando la mirada al cielo y gritando unas palabras en árabe entre las que se escucha la palabra “allah” le asesta una última estocada mortal", destacaba el mencionado auto.

Momentos después Kanjaa fue detenido sin ofrecer resistencia. "Cabe reseñar que una vez detenido es trasladado al Centro Médico de esa ciudad para recibir asistencia facultativa, instante en el que en reiteradas ocasiones profiere gritos de “Allahu Akbar”, concluía el juez en su resolución.