Ley de Bienestar Animal

Los principales cambios que traerá consigo la Ley de Bienestar Animal

La nueva Ley incluye novedades como la prohibición de algunos animales como mascotas o la obligatoriedad de un curso previo para aquellos que quieran tener un perro

Dos personas pasean a sus mascotas por la playa.

Dos personas pasean a sus mascotas por la playa. / Pexels

Andrea Vidal

Las mascotas son parte de la mayoría de ciudadanos de España. Para garantizar su bienestar y el correcto cuidado de los animales de compañía, el Gobierno ha puesto en marcha la Ley de Bienestar Animal, cuyo proyecto fue aprobado el pasado mes de agosto, y que ahonda en la prohibición de tenencia y cría de determinadas especies animales por parte de particulares.

La nueva Ley, aprobada el pasado 22 de diciembre de 2022, amplía notablemente el listado de mascotas prohibidas en casa y restringe las permitidas, estableciendo una serie de requisitos para que un animal se considere doméstico. En general, consisten en que la especie sea fácil de atender en lo que se refiere a sus necesidades ecológicas, fisiológicas y etológicas, que esté acreditado científicamente, que puede vivir en cautividad, que no suponga un riesgo para las personas por su agresividad, veneno o tamaño, y que no haya riesgo de que, en caso de escapar, pueda convertirse en una especie invasora, colonizando hábitats y causando daños ambientales.

Esta norma se encuentra actualmente en tramitación en el Congreso, aunque esta fase está ahora paralizada por la falta de entendimiento entre PSOE y Unidas Podemos en este tema. A pesar de que el texto fue aprobado por ambos partidos en el Consejo de Ministros, los socialistas presentaron una enmienda que apunta a que quedarán excluidos los perros de caza, rehalas y animales auxiliares de caza, y se añade que "todos ellos se regulan y quedarán protegidos por la normativa vigente europea, estatal y autonómica correspondientes y que les sea de aplicación al margen de esta ley".

Algunas de las medidas

Dentro del anteproyecto de la Ley se incluyen, entre otras medidas, las siguientes:

  • Lograr el sacrificio cero de los animales de compañía.
  • Esterilización obligatoria para evitar camadas indeseadas y posteriores abandonos.
  • Prohibición del tiro al pichón, considerándolo una forma de maltrato animal, y de cría de visones.
  • Transformación de zoológicos y delfinarios en centros de recuperación animal.

Además, uno de los puntos que más controversia han generado es el de la obligatoriedad de un curso previo que deben hacer todas las personas que quieran tener un perro como mascota. En caso de todos aquellos que ya lo tuvieran, los dueños contarían con un plazo máximo de dos años para realizarlo.

Puntos clave de la Ley

La norma incluye varios aspectos novedosos y muy reclamados por los grupos animalistas:

  • Endurecimiento de las penas por maltrato animal.
  • Prohibición del sacrificio de animales de compañía.
  • Obligatoriedad de identificación de todas las mascotas.
  • Regulación de la cría de animales —sólo podrá ser ejercida por criadores registrados y profesionales—.
  • Prohibición de los circos de animales salvajes.
  • Prohibición de la comercialización de perros, gatos y hurones en tiendas de mascotas.
  • Prohibición del uso de animales en actividades y espectáculos que puedan conllevar riesgo de daño o muerte.

Otro de los puntos más importantes es la modificación del sistema de multas para castigar los casos de maltrato animal. En caso de entrar en vigor la Ley, dependería del animal y del daño que se le haya ocasionado, quedando de la siguiente forma: si se tiene un animal prohibido o se abandona, se consideraría una infracción leve —entre 500 y 10.000 euros de multa—. Sin embargo, en función de las circunstancias, podrían transformarse los hechos en una infracción grave —con multas de 10.001 a 50.000 euros—, o muy grave —de 50.001 a 200.000 euros de sanción.

En este caso, y por el momento, no afecta a los animales que participan en espectáculos taurinos. Tampoco tiene en cuenta a aquellos como las vacas o las gallinas, ni a los de experimentación e investigación. Sí incluye a los perros de caza, pues tendrán que estar vinculados a la licencia de caza del dueño y quedar inscritos bajo esta condición en el nuevo Registro de Animales de Compañía.