Con la vista en las alcaldías

PP y Vox reeditarán alianzas en mayo pese al fracaso total de su gestión municipal en Andalucía

Los populares admiten que la falta de experiencia y capacidad de los ediles de Vox en aquella cita electoral arruinó cualquier pacto y condenó la gestión en los ayuntamientos pero sin cerrar la puerta a repetir para lograr alcaldías

PP y Vox.

PP y Vox. / Europa Press

Vox es un partido con poco arraigo territorial y una hoja de ruta eminentemente nacional: su gran objetivo siempre son las generales. Sus resultados en las municipales de 2019, meses después de irrumpir en el Parlamento andaluz y eclosionar en diputados al Congreso, fueron discretos y supusieron un importante ‘pinchazo’ respecto a los votos obtenidos en las generales. El partido de extrema derecha no tiene vocación municipalista y aún no ha desvelado, por ejemplo, en cuántos de los 785 municipios de Andalucía presentará candidaturas. Vox está aún rehaciéndose en la comunidad del ‘pinchazo’ de sus expectativas tras las autonómicas de junio y de la posterior crisis desatada por la dimisión de quien fue su candidata, Macarena Olona. No está en un buen momento en la comunidad pese a los 14 diputados que cosechó en las andaluzas.

Vox ha renovado a seis de sus ocho cabezas de lista en las capitales andaluzas para las elecciones municipales de mayo de este año en relación a 2019. Solo repiten los candidatos que presentó hace cuatro años en Huelva y Sevilla. Un cambio de rostros electorales que el partido de Abascal buscará traducir en tener representación en todas las capitales. En estos momentos no tiene presencia en los ayuntamientos de Cádiz y Málaga. Sabe que no es fácil pero es su objetivo, entrar en todos los grandes consistorios y tener la llave de gobierno para el PP. Se quitaría así el estigma de partido irrelevante para gobernar en Andalucía que tiene desde que Juan Manuel Moreno se alzó a la presidencia de la Junta, en junio, con una mayoría absoluta que hizo los votos de Vox inútiles en el Parlamento andaluz para alcanzar el Gobierno.

En las municipales de 2019, el partido de Santiago Abascal obtuvo 530 concejales en España, (659.736 votos, el 2,9% del total). En Andalucía fueron 104 ediles, muy lejos del PP (2.486) y del PSOE (4.029). No logró ninguna alcaldía. Sí que selló tres pactos con el PP para entrar en gobiernos municipales. Todos en Almería. Ninguno sobrevive y todos exhibieron la falta de capacidad de gestión y de preparación de Vox para gobernar.

Crisis y tránsfugas

La crisis internas, las fugas de ediles a otros grupos, los enfrentamientos con la dirección nacional y la ambición personal de algunos de los candidatos de la extrema derecha convirtieron en una pesadilla política las alianzas municipales para el PP. Más allá de enfrentamientos por asuntos ideológicos, como el del

ahora mismo a PP con sus socios de Vox en la Junta de Castilla y León, fuentes populares admiten que el fracaso rotundo de las alianzas municipales selladas para gobernar se ha debido a "la inexperiencia y la falta de preparación" de los candidatos de la extrema derecha. Deslizan desde el PP que es más bien una cuestión de ineptitud que de ideología. Eso sí, no cierran la puerta en ningún caso a reeditar esas alianzas tras las municipales si hicieran falta para alzarse a las alcaldías. Esa política de alianzas y bloques va a ser la dinámica en algunas capitales y grandes ciudades, como Sevilla, donde las encuestas apuntan a que PSOE y PP se pisan los talones y requerirían pactar para gobernar.

En El Ejido, el pacto de gobierno de las derechas se rompió en enero de 2021 y el PP ha seguido gobernando en minoría. En Roquetas de Mar el concejal de Vox se fue al grupo de ediles no adscritos y el PP pactó con él pese a su salida del partido. En Húercal de Almería el pacto también se rompió, poco después de la fractura en el municipio ejidense, y el PP también sobrevive en minoría.

En el municipio más importante del Poniente almeriense, El Ejido (84.700 habitantes) el discurso sobre la inmigración de Vox le valió ser el partido más votado en las autonómicas de 2018 y la segunda plaza en las municipales, con lo que firmó su entrada en el gobierno municipal. El primer encontronazo con su candidato, Juan José Bonilla, hijo de uno de los agricultores asesinados en el suceso que desencadenó los altercados racistas de 2000, fue por la plaza de diputado provincial. Bonilla quiso ocuparla y fue desplazado por Madrid, que premió a una concejal en Adra. Tras romper el gobierno municipal, en enero de 2021, dimitió y salió de Vox. El partido cayó en las últimas andaluzas a la segunda posición a veinte puntos de distancia del PP al que había dado un importante ‘sorpasso’ cuatro años antes. El PP confía que esa sea la tónica que se repita en estas municipales y que todas estas crisis internas pasen factura a Vox en las municipales.

El PP de Juan Manuel Moreno eludió toda la campaña la presión de Vox sobre la firma de una coalición de gobierno en la Junta o sobre si estaría dispuesto o no a cerrar un acuerdo como en Castilla y León, más allá del pacto de investidura que le dio la Junta en diciembre de 2018, asegurando que aspiraba a “una mayoría suficiente” para gobernar en solitario. Le funcionó. Seguirá la misma técnica en la próxima cita electoral de mayo. Ya el líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, transita esa senda y dio comienzo días atrás al año electoral asegurando: “Si puedo evitar las coaliciones con Vox, las evitaré”. Si no puede evitarlo, pactará con la extrema derecha, se deducía de sus palabras. Poco después intentaba otro rumbo pidiendo a Pedro Sánchez un pacto para que PSOE y PP respeten el gobierno de la lista más votada en las elecciones.

La dimisión de Macarena Olona desveló la agitada vida interna de Vox en Andalucía El rápido ascenso de Vox, una estructura absolutamente piramidal, donde Madrid decide y ejecuta, la inexperiencia de sus cargos, perfiles controvertidos en sus filas, con ansías de poder y de sillón público, han escrito el relato de una agitada vida interna que ha tenido en la política municipal su máximo exponente.