Conversación informal

Sánchez se abre a una reforma quirúrgica de la malversación

El presidente del Gobierno está dispuesto a cambiar el delito si no afecta a los corruptos

La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, este martes, habla con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el el presidente del Constitucional, Pedro González-Trevijano.

La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, este martes, habla con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el el presidente del Constitucional, Pedro González-Trevijano. / David Castro

Pilar Santos / Miguel Ángel Rodríguez

Ni el malestar en una parte del PSOE ni el rechazo total de la oposición han hecho mella en Pedro Sánchez estas semanas. El jefe del Ejecutivo dio por hecho que ERC presentará una enmienda en los próximos días para retocar el delito de malversación y dijo que la verá bien siempre que no conlleve "rebajas a las penas" de los corruptos.

En una conversación con los periodistas tras el acto institucional por la Constitución, Sánchez insistió en que no va a aceptar que se "retroceda en materia de la lucha contra la corrupción". Los republicanos quieren aprovechar la tramitación de la derogación de la sedición para introducir una enmienda que beneficie a los independentistas condenados por malversación. El plazo para registrarlas acaba el viernes.

El dirigente socialista opinó que la nueva etapa que vive Cataluña tras el 'procés', con una vida política y social menos turbulenta, va a ser un activo en las próximas elecciones generales y él se quiere apuntar en buena medida el tanto, por haberse atrevido a conceder los indultos a los dirigentes independentistas, derogar el delito de sedición y, previsiblemente, retocar la malversación.

En el PSOE preocupa mucho cómo se va a explicar este último cambio, con las elecciones municipales y autonómicas las primeras en el calendario, el próximo mes de mayo. El propio Sánchez admitía el difícil equilibro este martes y no quiso concretar cómo puede reformarse ese delito sin que acabe beneficiando a los condenados por apropiación indebida del patrimonio público o por administración desleal de los bienes bajo su responsabilidad. Ese es el quid de la cuestión, que no parezca que el Gobierno, que ya está sufriendo un importante desgaste por las rebajas de penas a delincuentes sexuales por la ley del 'solo sí es sí', beneficia ahora a los políticos corruptos.

Políticos afectados

La idea, verbalizada estos días atrás por Gabriel Rufián, portavoz de ERC, es que la reforma sea "quirúrgica" y ligada a beneficiar a los condenados por sedición, como los líderes del 'procés'. "No tiene sentido que, sin haber enriquecimiento personal o una estructura de corrupción, a [Oriol] Junqueras se le juzgue por malversación", dijo el 15 de noviembre. Rufián admitió entonces que el principal riesgo era evitar que los cambios legales pudieran beneficiar a políticos corruptos, como los de la 'operación Kitchen', en la que el Ministerio del Interior con el PP presuntamente usó fondos públicos para robarle información al extesorero del partido Luis Bárcenas. Otros de los agraciados, según sea el retoque de la malversación, pueden ser los condenados por los ERE en Andalucía, entre ellos José Antonio Griñán, expresidente del PSOE.

"Amenaza constitucional"

Dos corrillos más allá del de Sánchez, la prensa le fue a preguntar al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, por las palabras del presidente sobre la malversación. El dirigente conservador se mostró rotundamente en contra de esa reforma legal y dijo que, si se cumple, Rufián se convertirá en el "mayor penalista del reino de España". Según el PP, el apoyo del Gobierno a ERC demuestra la "amenaza constitucional" que sufre España.

En la conversación de los periodistas con Sánchez, que duró más de media hora, también hubo tiempo de preguntarle por el desgaste que está sufriendo su Gobierno con la ley del 'solo sí es sí'. En los dos meses de aplicación de la ley estrella de la ministra de Igualdad, Irene Montero, más de una cincuentena de condenados han logrado recortar sus castigos.

El jefe del Ejecutivo subrayó las bondades de la norma y pidió tiempo para que el Tribunal Supremo unifique doctrina aunque en un momento llegó a decir que está dispuesto a hacer algún "retoque técnico" si es necesario. De hecho, en los ministerios de Justicia y de Presidencia ya se han localizado leyes orgánicas en tramitación que podrían usarse para introducir cambios en la ley del 'solo sí es sí'. Una posibilidad sería usar el proyecto de la ley de eficiencia digital del servicio público de Justicia. Hasta el día 14 se pueden introducir enmiendas.

Otra opción que ven en Presidencia es retocarla a través de la ley del bienestar animal, del Ministerio de Derechos Sociales, de Ione Belarra, también de Unidas Podemos como Montero, que tiene una parte de ley orgánica en lo relativo a la modificación del Código Penal. Hay más margen de actuación porque aún quedan semanas para introducir modificaciones.

Sánchez también comentó ante la prensa su voluntad de aprobar un nuevo paquete de medidas destinadas a paliar el impacto de la inflación en las "clases medias y más vulnerables" y apuntó que está estudiando una iniciativa para "contener los precios de los alimentos". No mencionó el verbo "topar" que fue el que utilizó la vicepresidenta Yolanda Díaz en septiembre, una idea que al final quedó en nada.

Llamada de atención

Estos corrillos con los políticos llegaron después del acto de aniversario de la Constitución. La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, lanzó un mensaje a los grupos parlamentarios tras la subida de tensión vivida en las últimas semanas en las que Vox, especialmente, ha recrudecido sus intervenciones con ataques personales.

La dirigente del PSC instó a todos a que la palabra sirva "para argumentar, no para herir; para proponer, no para ofender; para construir, no para zaherir". Por cuarto año consecutivo, la presidenta de la Cámara Baja se vio obligada a llamar la atención a los diputados y a recordarles que "la política es una actividad esencialmente conciliadora". El nuevo aviso de Batet llega después de que abroncara a los portavoces de los partidos la pasada semana y ella se esté mostrando más estricta ante las faltas de respeto.