Cerrando filas con Irene Montero pero evitando compartir su acusación. Izquierda Unida y los comunes, miembros del grupo parlamentario de Unidas Podemos, han optado por esa vía después de que la ministra de Igualdad acusara al PP de "promover la cultura de la votación". Unas palabras que han sublevado a la bancada popular del Congreso de los Diputados y que Meritxel Batet ha retirado del Diario de Sesiones.

La dirigente de Podemos, que se perfila como candidata del partido para las generales frente a Yolanda Díaz, ha continuado la estrategia de choque con el resto de fuerzas, y durante la sesión de control al Gobierno ha pasado a la ofensiva. La diputada del PP Belén Hoyo le preguntaba sobre las rebajas de penas y excarcelaciones a raíz de la ley del sólo sí es sí, y Montero ha respondido poniendo sobre la mesa  campañas como la de la Xunta de Galicia o la Comunidad de Madrid con eslóganes como “no debería pasar, pero pasa” y “vigila tu copa”, respectivamente. Así, con estos argumentos ha asegurado que el PP fomenta "la cultura de la violación” por “poner en cuestión la credibilidad de las víctimas” .

La bronca ha vuelto al Congreso, y la presidenta de la Cámara ha respondido asegurando que “la expresión que ha usado no es adecuada en términos parlamentarios, dirigida a un grupo”, aunque sin llegar a pedir a Montero que retirase la acusación -sin que tampoco la ministra mostrase disposición a hacerlo-.

Después del revuelo, las reacciones han sido diversas. Mientras en Podemos insistían en las palabras de su ministra difundiendo en redes el vídeo del episodio, el resto de facciones optaban por insistir en la existencia de una "cultura de la violación", pero evitando hacer suya esta acusación.

A preguntas de los periodistas, el líder del PCE y portavoz de IU, Enrique Santiago, eludió responder si compartía las palabras de Montero: "La campaña de publicidad del gobierno autonómico de Galicia es una insensatez absoluta y no puede ponerse la responsabilidad de la violencia sexual en las mujeres, y es lo que ha querido expresar claramente la ministra". En un mensaje publicado después en las redes sociales, pedía "reflexión" y llamaba a reducir la polémica: "Menos escándalo y más reflexión sobre los contenidos de algunas campañas contra la violencia de género", aseguraba.

La diputada de los comuns Aina Vidal ha apoyado el concepto de "cultura de la violación" y ha señalado que se trata de un término "científico"; "lo que no me parece procedente es que la presidenta del Congreso es un término sociológico". Preguntada si comparte que el PP promueve la "cultura de la violación", Aina Vidal evitó responder y aseguró que la campaña del PP gallego "no es afortunada. Criminalizar a las mujeres por cómo vestimos, bebemos, no es oportuno".

Muy distinta ha sido la reacción del ala socialista del Gobierno. La ministra de Justicia, Pilar Llop, se ha apartado directamente de la acusación, a preguntas de los periodistas en los pasillos del Congreso. "Ningún partido demócrata y ningún partido que ha firmado el pacto de Estado fomenta ningún tipo de cultura en contra de las mujeres, pero tenemos que seguir avanzando y progresando en los derechos de igualdad de las mujeres". También la ministra de Ciencia, Diana Morant, ha evitado responder a los periodistas en el Congreso sobre las palabras de Irene Montero.