Felipe VI ha estado este miércoles más de dos horas y media en la sede principal del Banco Central Europeo (BCE), en Fráncfort (Alemania), y ha señalado que en estos momentos de crisis económica hay que "preservar la fe y la confianza en los bancos centrales" y en esta institución. La visita llega pocos días antes de que el BCE apruebe, previsiblemente la semana próxima, una nueva subida de tipos de interés en su estrategia de lucha contra la inflación por la guerra rusa. En septiembre encareció el dinero a la velocidad mayor de su historia: de golpe 0,75 puntos, hasta el 1,25%.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, estaba esperando al Monarca en la puerta del rascacielos que acoge a la institución pocos minutos antes del mediodía. Ambos han estado reunidos acompañados por la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño. Hasta Fráncfort también se ha trasladado el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos. Los cálculos de este organismo español es que los tipos de interés oficiales subirán hasta un tope del 2,5% en marzo del año próximo y se mantendrán a ese nivel hasta 2024.

Tras esa reunión de trabajo, Felipe VI ha almorzado con los miembros del comité ejecutivo, compuesto por Lagarde; el vicepresidente, el español Luis de Guindos; y cuatro miembros más, el holandés Frank Elderson, el irlandés Philip R. Lane, el italiano Fabio Panetta, y la alemana Isabel Schnabel.

Trabajo "absolutamente crucial"

El Rey ha encuadrado la visita al BCE en el viaje de Estado que ha realizado a Alemania. Ha sido un broche final en el que ha tenido la ocasión de encontrarse con la mayoría de los españoles que trabajan en la institución, la tercera nacionalidad que más puestos ocupa en el BCE (llegan a ser el 8% de los 4.000 trabajadores, unos 320). En un breve acto con ellos, Lagarde ha agradecido la visita del Rey y él ha destacado el "exigente" y "duro" trabajo que hace el banco. "En este momento crítico que atraviesa la economía hay que preservar la fe y la confianza en los bancos centrales y el BCE", ha afirmado.

Guindos también ha tomado la palabra y ha aprovechado para entregarle un regalo simbólico: miel y lavanda. "Nosotros también suavizamos vía liquidez cuando hay turbulencias en los mercados financieros", ha dicho antes provocando la risa de todo el público.

Antes de abandonar el BCE, Felipe VI ha visitado el espacio dedicado a la memoria de los judíos. Uno de los sótanos del edificio (un antiguo mercado de frutas y verduras a principios del siglo XX) se utilizó durante la segunda guerra mundial como centro de deportación de casi 10.000 judíos antes de salir en tren hacia campos de concentración nazis.