El núcleo duro de ocho vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que viene bloqueando la renovación del Tribunal Constitucional (TC) no ha variado un ápice su posición, pese a las distintas reuniones mantenidas con los interlocutores designados por los vocales de sensibilidad progresista, que han procedido a comunicar formalmente al presidente del órgano, Carlos Lesmes, el fracaso de las negociaciones y la necesidad de abrir otras vías.

Fuentes del órgano de gobierno de los jueces han señalado a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del grupo Prensa Ibérica, que para sacar adelante los nombramientos que el Consejo tiene pendientes por ley ya solo queda la opción de que vocales conservadores de forma individual se sumen a los progresistas para lograr el mínimo exigido de tres quintos.

La constatación del bloqueo para designar a los dos magistrados del TC que le corresponde al Consejo agrava su propia falta de renovación en un momento en el que, para forzar acabar con ella, Lesmes amenazó con dimitir si no había un acercamiento entre los grandes partidos para acabar con una prórroga de funciones que se prolonga cuatro años. El presidente condicionó su renuncia a que los nombramientos del TC ya estuvieran "encauzados", pero la constatación del fracaso de las negociaciones hace que el escenario pueda cambiar y el cese pueda producirse en cualquier momento ante la caótica situación.

Durante la reunión entre los interlocutores de las dos sensibilidades existentes en el Consejo, con la que una vez más se buscaba solucionar la inédita crisis que arrastra este órgano constitucional, los portavoces del grupo conservador, Carmen Llombart y José Antonio Ballestero, mantuvieron que aún no disponían de candidatos al tribunal de garantías. Y los progresistas, Roser Bach, Rafael Mozo y Álvaro Cuesta, anunciaron que estaban en condiciones de "concretar un candidato/a de excelencia y perfil jurisdiccional y jurídico intachable e inobjetable".

La excusa de Reynders

La semana pasada, y en medio de la visita del comisario de Justicia de la UE, Didier Reynders, el pleno del órgano trató la situación y emplazó a la reunión de este miércoles, con la esperanza de que un acercamiento de las posturas permitiera convocar un nuevo encuentro para proceder al nombramiento de los dos magistrados del Constitucional pendientes -a los otros dos los tiene que designar el Gobierno-.

Se añadió que, en caso de que no hubiera acuerdo, el pleno volvería a reunirse en sesión extraordinaria el jueves 13 de octubre "para que los miembros de la comisión negociadora den cuenta de las gestiones realizadas", una convocatoria que ya carece de sentido, ante el fracaso de los negociadores.

Nuevas vías

Como está siendo costumbre desde que comenzaron las negociaciones, tras el encuentro se sucedieron los comunicados de ambos sectores del Consejo. El conservador recordó al de encuentros anteriores: que su "intensa búsqueda de candidatos" entre miembros del Supremo ha resultado infructuosa "de momento hasta en tres ocasiones". Insiste en que la visita de Reynders "es tan reciente que hay que dar tiempo para que rinda, sin duda, los efectos que todos esperamos".

Pero los progresistas ya son escépticos. "A la vista de la situación, sin perspectiva de algún acuerdo inmediato", tras reunirse con los vocales con los que comparten sensibilidad, han "decidido dar cuenta al presidente del CGPJ de la falta de horizonte temporal y concreto de los trabajos de la comisión negociadora, e iniciar desde hoy mismo, la exploración de otras vías alternativas de acuerdo inmediato a lo largo de hoy, mañana y pasado, con la voluntad de cumplir en el plazo más breve posible, con el mandato y las funciones que la Constitución, y la Ley Orgánica del Poder Judicial, asignan al Consejo".Ello pasa por comenzar las conversaciones con todos los vocales -ya no solo los designados interlocutores-, para tratar de que algunos de los conservadores se una a la necesidad de realizar los nombramientos y reunir la mayoría de tres quintos suficiente para ello. Según las fuentes consultadas, ya cuentan con Vicente Guilarte y Wenceslao Olea, pero sería necesario uno más o sumar al propio Lesmes para poder nombrar a los magistrados del TC.