El Gobierno no ha logrado contener la carrera de bajadas fiscales que abrió Andalucía y continuaron Madrid, Murcia, Galicia y la Comunidad Valenciana y que pensaban que se frenaría con el paquete de medidas del Ministerio de Hacienda. Al menos, no con la contundencia esperada.

Otra autonomía socialista, Castilla-La Mancha, ha apostado por bajar impuestos. Emiliano García-Page no lo ha hecho de la misma forma que Andalucía o la Comunidad Valenciana, con rebajas del IRPF a las rentas bajas que acaban beneficiando también a las altas por la propia progresividad del impuesto, pero no se ha conformado con la decisión del Gobierno de reducir impuestos a quienes ganan menos de 21.000 euros. 

En el Ejecutivo esperaban que esta medida impidiera que las autonomías hicieran nuevas bajadas porque ya se habían actuado para favorecer a las rentas bajas. Pero este martes, el presidente de Castilla-La Mancha aprovechó el debate del estado de la región para anunciar nuevas deducciones en el tramo autonómico del IRPF.

En la próxima declaración de la renta, los castellano-manchegos podrán deducirse de la cuota 200 euros en rentas inferiores a 12.000 euros, 150 si son de menos de 21.000 euros, y 100 euros en caso de rentas de hasta 30.000 euros. Una deducción que podrá incrementarse en 50, 37,5 o 25 euros respectivamente por cada hijo a cargo del contribuyente, todo ello con un impacto estimado de 75 millones de euros, según informa EP.

Hasta 85 millones

Este es el grueso de la rebaja que llega hasta los 85 millones de euros, con toda una lista de deducciones por cuestiones concretas. "Deducciones con corazón y con acupuntura", defendió Page, en referencia a que no suponen una perdida de la capacidad fiscal necesaria para mantener el estado del bienestar. Es justo este "vaciamiento fiscal" lo que el Ejecutivo reprocha al PP, que también ha optado por eliminar el impuesto de Patrimonio (Madrid y Andalucía lo han suprimido y Galicia lo bonifica al 50%).

Pero, pese a que se trata de medidas distintas, lo cierto es que el Gobierno creía que con sus medidas había podido parar nuevos anuncios de rebajas fiscales, algo que no ha sucedido en el caso de Page. Aragón es otra de las comunidades que podría tomar una decisión parecida. El presidente Javier Lambán ha abierto una ronda de conversaciones con las formaciones que forman parte de Ejecutivo aragonés y no se espera una decisión antes del 12 de octubre, según las fuentes consultadas. 

Lo que sí parece totalmente neutralizado es la supresión del impuesto de Patrimonio. El Gobierno ha creado un nuevo impuesto a las grandes fortunas, cuyo alcance se ve minorado si ya se para Patrimonio. Esto deja sin ningún efectos la decisión de Madrid y Andalucía de bonificarlo al 100% ya que los contribuyentes, sino lo abonan a la comunidad lo harán directamente al Ejecutivo, a través de esta nueva figura.