Solo había tres personas que conocían con exactitud toda la organización clandestina del 1-O, y una de ellas, de hecho, la principal, era la secretaria general de ERCMarta Rovira. Así lo avanzaba el documental 'La piràmide invisible. Les urnes del 1-O', que se emitió en TV-3 este martes por la noche, y así lo ha confirmado ella misma en una entrevista en la televisión pública: "Fui una de las personas que encabezó la dirección política del referéndum"; ha espetado, aunque ha rechazado dar detalles de la consulta.

La organización del referéndum se diseñó en forma piramidal y por compartimientos estancos. Las personas que formaban parte de cada uno no sabía quién formaba parte de los otros ni qué hacían. Todos acababan teniendo alguien por encima y alguien por debajo y, en muchas ocasiones, no se conocían entre ellos. Era una cadena de confianzas en la que unos se transmitían a los otros lo que debían hacer. Había tres planes para sacar adelante el 1-O. El primero no fue posible porque implicaba utilizar las urnas oficiales de las elecciones. El segundo tenía una bifurcación: o las urnas de plástico que finalmente se utilizaron o unas de otro tipo de plástico que eran plegables y que finalmente no fueran necesarias. La última de las opciones era votar en urnas de cartón.

"Creo que esto no es oportuno, somos conscientes de la represión política que se nos ha aplicado. Hace cinco años que estoy en el exilio, hoy lo confirmo porque sale en un reportaje y es lo que hay. Sigo imputada por un delito de rebelión", ha inquirido. "Si ahora entro en los detalles de cómo se organizó, de cómo se hizo el recuento, de cómo se levantó el censo universal creo que no será beneficioso, no hemos terminado el trabajo. Pasar por el 1-O es muy importante, nos da fuerza y mucha legitimidad para seguir por este camino. No entraré en los detalles porque creo que expondré a personas y no es necesario", ha zanjado.