Las exportaciones españolas a Argelia se han hundido como consecuencia de las represalias del Gobierno de Argel tras el cambio de postura de España respecto al Sáhara OccidentalLas relaciones “no están normalizadas” y hay “bloqueo en algunas operaciones”, según ha reconocido este lunes el ministro de Exteriores, José Manuel Albares.

Los datos reflejan la situación de ruptura. Las ventas de las empresas españolas a Argelia registraron importes de sólo 28,6 millones de euros el pasado julio y de 66,6 millones en junio, con sendos hundimientos del 81,6% y del 61,8% en relación al año pasado, respectivamente, según los registros de la Secretaría de Estado de Comercio española.

Las caídas son aún mayores si se comparan con los registros de esos mismos meses de 2019, el último año con relaciones comerciales normales y no afectadas por la pandemia: con descensos del 87,5% en julio (228 millones en 2019) y del 72% en junio (240 millones hace tres años).

España exportó al país magrebí 1.888 millones de euros en 2021, según la secretaria de Estado de Comercio. En 2019, el último año antes de las limitaciones impuestas por la pandemia, la cifra ascendió a 2.906 millones.

Preocupación máxima

Las empresas españolas con presencia en Argelia no ocultan su preocupación máxima por el golpe en su negocio, que está provocando el choque diplomático entre el país norteafricano y España. Las compañías insisten en los últimos meses en que las exportaciones al país magrebí están efectivamente bloqueadas y temen que el choque diplomático se alargue.

El pasado 8 de junio, el Gobierno de Abdelmadjid Tebboune suspendió el Tratado de Amistad con España, vigente desde 2002. Ese mismo día, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, había defendido en el Congreso de los Diputados su nueva postura respecto al conflicto de la excolonia española: ahora consideraba el plan de Marruecos de dar autonomía al Sáhara Occidental, que ocupa desde 1975, como la opción “más seria, realista y creíble” para solucionar el contencioso. Poco después, la patronal bancaria argelina ABEF emitió una circular a todas las entidades afiliadas en la que ordenaba congelar las cuentas dedicadas a los pagos de comercio desde y hacia España. Esto se ha traducido hasta ahora en un desplome de las exportaciones españolas al país norteafricano durante el verano, con caídas históricas de las relaciones comerciales. El pasado 29 de julio, la patronal bancaria ABEF dio marcha atrás y pidió descongelar las cuentas que se usan para realizar pagos de comercio exterior con España. 

El golpe al comercio se está notando especialmente en las exportaciones españolas a Argelia, dado que el Gobierno argelino ha garantizado el suministro de gas al mercado español, que concentra la práctica totalidad de las importaciones de las empresas españolas. De hecho, las compras nacionales al país norteafricano registraron incrementos del 42% en julio y del 49% en junio, hasta 514 millones y 663 millones de euros, respectivamente, aupadas por el incremento de los precios energéticos.

Sin respuesta de Bruselas

Albares ha subrayado este lunes que la política comercial depende de Bruselas y que, por eso, él fue a llevarles el caso nada más producirse al vicepresidente de la Comisión, Valdis Dombrovskis, y al responsable de la diplomacia europea, Josep Borrell. La “clara discriminación” que han supuesto las medidas argelinas está en contra de uno de los puntos del tratado comercial firmado por la UE con Argelia. 

Sin embargo, en estos cuatro meses, no ha habido acción pública conocida alguna de la Comisión para ejecutar esa cláusula de no discriminación, u otra que prohíbe precisamente la congelación de las cuentas bancarias. De momento, las autoridades españolas, junto con la Comisión Europea, se limitan a “analizar las posibles vulneraciones que estas incidencias pueden suponer del Acuerdo de Asociación por el que se rigen las relaciones comerciales entre la UE y Argelia, en vigor desde 2005”, según Comercio. Sin embargo, resalta el ministerio, para resolverlas “no existe un plazo estipulado”.

Madrid ha enviado a Bruselas información sobre 81 problemas comerciales sufridos por compañías españolas que podrían violar el tratado entre la Unión Europea y Argelia, según los datos hasta el 3 de agosto. Son “incidencias en operaciones paralizadas en cualquiera de las fases del procedimiento comercial, desde la preparación de pedidos sin pago domiciliado al bloqueo directo en aduana y la liquidación de pagos”. 

La crisis comercial está imbricada en el conflicto diplomático. En ese sentido, la diplomacia argelina telegrafía, a través de los medios de comunicación afines, que nada cambiará hasta que no haya un nuevo Gobierno en España. 

El ministro de Exteriores español ha declinado responder, en un desayuno informativo organizado por Europa Press, a la pregunta de si hay contactos diplomáticos de algún tipo con la contraparte argelina. “La diplomacia requiere discreción”, ha dicho Albares, antes de cargar contra el Partido Popular por la que, ha dicho, ha sido una actitud “frívola” en este asunto y que eso daña los “intereses de España”. Durante el encuentro con la prensa, ha subrayado la amistad especial que existe con Marruecos. Sobre Argelia, se ha limitado a decir que quiere “las mismas buenas relaciones” que con el resto de vecinos árabes.