El debate fiscal vuelve al primer plano de la política. Tras la cascada de anuncios que el lunes hizo el presidente de la Junta de AndalucíaJuanma Moreno (supresión del impuesto de patrimonio y bajada del IRPF, en línea con Isabel Díaz Ayuso en Madrid), Alberto Núñez Feijóo sacó pecho por las decisiones de sus barones autonómicos, especialmente en lo que respecta a la bajada del impuesto de la renta insistiendo en que el Gobierno de Pedro Sánchez debe aplicar ya esa deflactación a las rentas de menos de 40.000 euros para hacer frente a la subida de precios.

“Agradezco que los presidentes del PP hayan hecho esa rebaja en el tramo autonómico. El PSOE ha aceptado la deflactación en el País Vasco y Podemos la ha pedido en Madrid. Solo falta que el Gobierno lo acepte para toda España”, afirmó dando un espaldarazo a los presidentes de Andalucía y Madrid.

Sin embargo, el líder del PP esquivó el debate de fondo que siempre surge entre territorios y que durante mucho tiempo ha provocado una verdadera batalla entre varios ministros de Sánchez y Díaz Ayuso: la armonización fiscal para evitar competencia desleal entre comunidades.

Durante una visita a Burgos acompañado del presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, Feijóo evitó explicar su postura insistiendo en que “los independentistas no sólo no quieren armonizar, sino que quieren conciertos fiscales en contra de los parámetros mínimos comunes a toda España. Entre lo que dice el Gobierno y lo que hace hay mucha diferencia. Parecen cosas distintas”, se despachó el líder conservador, poniendo el foco en los socios habituales de Sánchez pero sin aclarar exactamente qué piensa el PP. No es un asunto menor porque los presidentes autonómicos populares (incluido él en su etapa como presidente de la Xunta) han diferido en sus estrategias.

Feijóo también sacó pecho de la supresión del impuesto de patrimonio en Andalucía (con el que Moreno pretende competir con Ayuso y su modelo fiscal) insistiendo en que fue un Gobierno socialista, el de Zapatero, el que lo suprimió para toda España años atrás, aunque después lo recuperó por culpa de la crisis económica. El expresidente de la Xunta aseguró que él mismo rebajó ese impuesto un 25% el año pasado y que su compromiso era el de suprimirlo por completo esta legislatura, aunque en Galicia ya existe “un mínimo exento” que hace que la mayoría de los gallegos no lo pague a día de hoy. “El presidente de Andalucía está cumpliendo con su programa electoral. Nada más”, zanjó.

La cesta de la compra

Aunque lo lleva proponiendo varias semanas y este domingo Feijóo volvió a lanzar su propuesta en la clausura de la interparlamentaria de su partido en Toledo, el líder del PP considera “inaplazables” dos medidas económicas en este momento: la bajada del IVA a los productos básicos de la compra, igual que ya se ha aplicado en luz y gas; y la mencionada deflactación para rentas de menos de 40.000 euros. “Hay que devolverle a la gente lo que está pagando de más por culpa de la subida de precios mientras cobra lo mismo”, insistió.

Además, el líder popular volvió a repetir que la bajada del IVA al gas no puede durar “diez días del invierno”, sino que debe aplicarse hasta su fin, en el mes de marzo. Así se lo volverá a trasladar el responsable económico del PP, Juan Bravo, a la vicepresidenta Teresa Ribera en su encuentro del jueves.