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Pugna entre socios de Govern

ERC desoye a Junts y exige más tiempo para organizar un nuevo 'estado mayor'

Esquerra no cederá al ultimátum posconvergente porque cree que las demandas no merecen una crisis de Govern | JxCat se siente reforzada por la Diada, pero teme el inmovilismo de sus socios

Pere Aragonès y Jordi Puigneró, a su llegada a la reunión semanal del Govern. EFE / MARTA PÉREZ

ERC no piensa atender a los tiempos fijados por Junts per Catalunya en su ultimátum lanzado por Jordi Turull hace 15 días y por el que exigía que se les satisfaciera tres demandas en el debate de política general, del 27 de septiembre: reactivar una dirección estratégica del independentismo, unir fuerzas en el Congreso y reorientar la mesa de diálogo. De no ser así, insinuó Turull, la estabilidad del Govern podría verse comprometida. "No cederemos", apuntan varias fuentes republicanas a este diario por cuanto el partido cree "son ellos los que han querido meter presión, justamente, para aligerar la tensión interna en su fuerza".

La posconvergencia, en privado, sostiene que el pulso de Esquerra a la ANC esta Diada ha sido "un fracaso" y que sus socios están "aislados". Ahora bien, muestran preocupación porque el inmovilismo de sus socios les pondrá en la tesitura de decidir si salen del Govern o no como han amenazado. "Es un bumerán", espetan fuentes de ERC. Y es que sus cálculos pasan porque Junts decida qué hacer, si consulta o no la militancia la ruptura del Executiu, y ello encone las dos facciones que ERC identifica en el entramado posconvergente, los herederos de CDC y los ‘activistas’. “No es nuestro problema. Los tres puntos a los que ellos aluden no son prioritarios como para que la estabilidad del Govern dependa de ellos”, remachan estas voces.

¿Significa ello que ERC no quiere abordar la creación de “un espacio de consenso estratégico”, uno de los muchos nombres que toma el 'sanedrín', 'estado mayor' o 'consejo de dirección'? No. Los republicanos se muestran favorables a la existencia de un foro de "consenso estratégico" , que se quiere "muy discreto", con presencia del Govern en nombre del 'president' y partidos y entidades, pero que, bajo ningún concepto, determine qué debe de hacer el 'president' Pere Aragonès. "De consenso significa que todo estén de acuerdo". Además, este órgano es demandado entidades como Òmnium, cuyo propio boceto de 'sanedrín' no desagrada a los republicanos. Eso sí, el nacimiento de este órgano “requiere de un tiempo de cocción, que no va a ser condicionado por las necesidades internas de Junts”.

Sospechan los republicanos que, tras las demandas de Junts, se esconde la voluntad de adquirir la relevancia y el poder de decisión con que no fueron agraciados en las urnas, ni en los comicios al Parlament, ni en las del Congreso. Otro temor recurrente, y vinculado a lo anterior, es que Junts trate de colocar este ‘sanedrín’ bajo el paraguas del Consell per la República, la entidad creada por el 'expresident' Carles Puigdemont. 

Sin cambios tras la Diada

Varias fuentes republicanas aseveran que los acontecimientos de este fin de semana no han hecho variar ni un ápice esta voluntad de mostrar firmeza a Junts. Y que no temen “en absoluto”. “Contra más presión trasladan, menos cederemos. Si lo hiciéramos, perderíamos posición de fuerza”, asevera una voz, que sentencia: “Ellos mismos se están estrechando su camino”.

Junts mantiene sus tres exigencias porque, a su juicio, la Diada fue relativamente satisfactoria para el partido. El diagnóstico es que ERC, y más concretamente su líder Oriol Junqueras, han fracasado en el pulso con la ANC y ahora están "muy nerviosos", mientras que su estrategia -pese a que también era objeto de críticas en la manifestación- no ha sido erosionada. "No se puede hacer un pulso a la calle", resumen en la dirección de JxCat, que también ven ciertas grietas internas en la estrategia de ERC. "Han quedado aislados, porque nosotros mantenemos círculos concéntricos, pese a las diferencias, con la ANC y Òmnium, mientras ellos ya no y quieren imponer su estrategia".

Las conversaciones seguirán en el terreno de la discreción hasta el debate de política general, que debería ser el escenario que recogiera los eventuales acuerdos entre ambos socios del Govern.

La preocupación de Junts

Pero en Junts no se esconde cierta preocupación: si ERC persiste en no ceder, entonces la pelota estará en el tejado de los de Jordi Turull y Laura Borràs. Y en ese momento el dilema será notable. Este mismo lunes se vieron las dos diferentes visiones sobre qué hacer. Mientras Turull en Rac-1 apostaba por la mano tendida para evitar el "portazo" entre socios, Laura Borràs intervenía en La 2 afirmando que es "perfectamente posible" que se produzca la ruptura del Govern. "Es perfectamente posible que Junts deje el Govern porque hemos analizado los compromisos que adquirimos, y los queremos cumplir, y nacionalmente no se están cumpliendo", aseveró.

Así, la nueva fecha límite del soberanismo es el debate de política general en el Parlament a final de mes. Las negociaciones entre socios se mantendrán hasta esa fecha en un contexto, en principio, de discreción.

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