El presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, ha defendido este martes ante la patronal francesa la organización de un referéndum de independencia acordado con el Gobierno español. El jefe del Ejecutivo catalán participó en un debate sobre movimientos autonomistas e independentistas en Europa en la universidad de verano del MEDEF. Las élites económicas galas se interesan al movimiento independentista catalán como un espejo, bastante deformado, del autonomismo en Córcega.

Además de Aragonés, intervinieron en el coloquio el presidente del consejo regional corso, Gilles Simeoni, el exprimer ministro francés Bernard Cazeneuve y la vicepresidenta de las islas de Guadalupe, Marie-Luce Penchard. También estaba prevista la presencia del ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, aunque al final se ausentó del acto celebrado en el hipódromo de Longchamp, en el bois de Boulogne, en una de las zonas más ricas de París.

Referéndum acordado

“Nuestra propuesta es organizar un referéndum sobre la independencia”, destacó Aragonès en el inicio de su intervención. “Queremos hacerla realidad de manera negociada. No fue posible hace unos años y ahora queremos que se haga realidad con el diálogo (con el Gobierno español) que mantenemos ahora mismo”, añadió el dirigente de Esquerra Republicana. Además, reivindicó los valores europeístas del independentismo y su posible contribución a Europa, a través del desarrollo de microchips, del hidrógeno verde o del gasoducto MidCat, al que precisamente se opone Francia

El presidente catalán quiso mostrar el mejor rostro del independentismo ante un público más bien hostil, como son las centralistas élites francesas. Resulta evidente el contraste entre las ambiciones de Cataluña y las de Córcega, cuyo gobierno de corte autonomista aspira a obtener un estatuto de autonomía parecido al catalán, o incluso con menos competencias. “La diferencia con Cataluña es que se beneficia de un estatuto de autonomía con muchas competencias y aquellos territorios franceses que aspiran a más autonomía se encuentran en una situación muy distinta”, destacó Simeoni, al frente desde 2015 del consejo regional de esta isla del Mediterráneo, donde el movimiento autonomista ha asentado su hegemonía política.

“No pedimos a Europa que solucione los problemas de Cataluña”

“Desde mi punto de vista solo hay un pueblo, es el pueblo francés”, afirmó, por su lado, el exprimer ministro Cazeneuve. Este dirigente socialista reivindicó la hostilidad con que la Unión Europea acogería la independencia de un territorio de uno de sus países miembros. “En los textos de la UE, hay una gran desconfianza con todo aquello que podría fragmentar Europa y alejarla del camino de la paz”, dijo el jefe del Gobierno en 2016 y 2017. Además, recordó que unas hipotéticas Córcega o Cataluña independientes no se beneficiarían de un rápido proceso de adhesión a la comunidad europea.

No pedimos a Europa que solucione los problemas de Cataluña”, asumió Aragonés durante el coloquio, en que dejó clara su apuesta por la mesa de diálogo para encontrar una solución al proceso catalán. Estas declaraciones iban dirigidas a un público francés, pero reafirman la predilección del presidente de la Generalitat por el referéndum acordado y la mesa de diálogo ante las habituales presiones declarativas de sus socios de Junts. 

Ante el toque de atención del lunes del secretario general de Junts, Jordi Turull, fuentes de ERC indicaron al Periódico de Catalunya que lo que esperan de sus socios son propuestas concretas. También recordaron que aquello que desea la sociedad catalana es un Gobierno autonómico estable. Está previsto que Aragonès y Turull hablen sobre estas diferencias durante una reunión la semana que viene. El presidente de la Generalitat también hará en el debate de política general en septiembre una propuesta sobre la autodeterminación. Resultaría toda una sorpresa que esta se alejara de su apuesta por un referéndum acordado.