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Terrorismo

Miguel Ángel Blanco: 25 años del asesinato que empezó a acabar con ETA

Reconstrucción de las 100 horas de angustia y rabia que supusieron un punto de inflexión en la respuesta de la sociedad vasca contra el terrorismo

Manifestación en homenaje de Miguel Ángel Blanco. Elisenda Pons

Julio de 1997 comenzó en España con una formidable alegría. Los secuestros simultáneos de José Antonio Ortega Lara y Cosme Delclaux habían terminado con éxito con pocas horas de diferencia en la madrugada del día 1. En medio de la felicidad de los demócratas, el dirigente de Herri Batasuna Floren Aoiz lanza una contundente amenaza: "Después de la borrachera policial, viene la resaca". La venganza fue un asesinato a cámara lenta, de una inhumanidad extrema.

El siguiente reportaje reconstruye qué sucedió entre los días 10 y 14 de julio de 1997 y recuerda el impacto que provocó en la sociedad española el crimen más cruel de ETA.

El 9 de julio, ETA intenta secuestrar a un joven de 29 años, licenciado en Ciencias Empresariales, en la estación de tren de Ermua (Vizcaya). No lo logra porque Miguel Ángel Blanco Garrido, concejal del PP en la localidad, utiliza el coche para ir a trabajar a Éibar (Guipúzcoa).

Al día siguiente, sus asesinos sí le encuentran y activan una macabra cuenta atrás en la que la angustia por intentar en vano salvar la vida del edil deja paso a un inusitado estallido de rabia social.

Después de comer en casa de sus padres, en la calle Iparraguirre de Ermua (Vizcaya), Miguel Ángel Blanco se dirige a la estación para coger un tren hacia Eibar (Guipúzcoa), donde trabaja en la empresa Eman Consulting y ha quedado con un cliente.

Nada más salir de la estación de tren de Eibar es abordado por la terrorista Irantzu Gallastegi‘Amaia’, que le introduce en un vehículo estacionado en la calle Ardanza y en el que se encuentran los terroristas Francisco Javier García Gaztelu‘Txapote’, y José Luis Geresta Mujika, alias ‘Oker’ o ‘Ttotto’.

La emisora Egin Irratia recibe una llamada en nombre de ETA en la que informa del secuestro del concejal y da un ultimátum al Gobierno de José María Aznar: si en 48 horas no se trasladan todos los presos de ETA a cárceles vascas, asesinarán a Miguel Ángel. El plazo expira a las 16.00 horas del sábado 12 de julio.

Se pone en marcha un dispositivo para dar con el paradero del concejal. A medida que avanza la tarde, centenares de agentes de Policía, Guardia Civil y Ertzaintza se movilizan para rastrear zonas de Euskadi y Navarra. Se instalan controles en las carreteras y el centro de coordinación policial en Deusto (Bilbao).

El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón, que instruye la investigación, ordena que se distribuya la fotografía de Miguel Ángel Blanco y pide la colaboración ciudadana.

Los vecinos de Ermua, localidad de 16.000 habitantes, salen a la calle en masa para pedir la liberación de Miguel Ángel. Es el inicio de una movilización ciudadana sin precedentes en contra de ETA. “Miguel, te esperamos”, claman miles de carteles en castellano y euskera.

Se convocan concentraciones y encierros en sedes del PP en todo el país. Las cadenas de televisión insertan un lazo azul que sustituirá a su logotipo durante tres días.

El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, comparece ante los medios de comunicación y asegura que el Gobierno "cumplirá con su obligación" y pide a la sociedad que sepa movilizarse "alrededor del dolor, de la angustia y la zozobra" de la familia Blanco Garrido.

España amanece cubierta de lazos azules como símbolo de la libertad frente al chantaje de ETA. Las fuerzas de seguridad siguen peinando Euskadi, fundamentalmente en el radio de una veintena de kilómetros que une las localidades de Eibar (lugar del secuestro), Mondragón (donde estuvo secuestrado Ortega Lara) y Elorrio (donde fue liberado Delclaux). El presidente del PNVXabier Arzalluz, califica el secuestro de "brutalidad" y asegura que, en la medida que su partido pueda, "hará lo que sea" por su liberación. El alcalde de Ermua, el socialista Carlos Totorika, dice que "el miedo se va perdiendo en Euskadi".

El lehendakari, José Antonio Ardanza, convoca la Mesa de Ajuria Enea para analizar la situación y acordar los pasos a dar. Todos sus firmantes (PNV, PSE, PP, IU, Eusko Alkartasuna y Unidad Alavesa) conminan a ETA y a Herri Batasuna a que "no traspasen el límite".

Se celebran concentraciones silenciosas junto a los ayuntamientos en toda España. La imagen de Miguel Ángel y las manos en alto protagonizan el acto. A lo largo de todo el día se van sucediendo las muestras de apoyo a cargo de políticos y personalidades de todo el mundo. “Es un chantaje que va dirigido contra todos los españoles”, afirma Adolfo Suárez, el primer presidente de la democracia. Los lazos azules se adueñan de las calles y de las instituciones.

La hermana de Miguel Ángel Blanco se dirige a los vecinos de Ermua detrás de una pancarta con el lema 'Te esperamos'. Cientos de miles de personas se concentran en plazas de toda España al grito de "Miguel Ángel, no estás solo".

Las plazas de Ermua y de numerosas ciudades responden al llamamiento de Mari Mar Blanco, hermana de Miguel Ángel, y se llenan de velas para reclamar su liberación. Miles de personas pasan la noche en la calle en silencio.

A pocas horas de que concluya el plazo dado por ETA, las fuerzas de seguridad continúan la búsqueda de Miguel Ángel sin que las investigaciones den ningún resultado.

Bilbao celebra una multitudinaria manifestación con más de medio millón de personas en la calle, a la que acude casi toda la clase política y los familiares de Blanco. Es la marcha más numerosa en la historia de la ciudad. Al término de la misma, y a apenas dos horas de que expire el plazo, la hermana del concejal se dirige a los manifestantes y muestra la “esperanza de que Miguel venga a casa”Un ser humano no puede tener un futuro de 48 horas. Te esperamos, Miguel”, concluye entre un mar de aplausos. La marcha en Bilbao es secundada en cientos de ciudades. "Basta ya", "ETA, dispara, aquí tienes mi nuca""Miguel Ángel somos todos" son los gritos unánimes de los ciudadanos.

Vence el plazo dado por ETA para asesinar a Miguel Ángel Blanco sin que se tengan noticias de su cautiverio. España se echa a la calle de forma espontánea para exigir su liberación.

ETA cumple su amenaza. En un descampado en el municipio guipuzcoano de Lasarte‘Txapote’ dispara dos tiros en la cabeza de Miguel Ángel Blanco, que se encuentra de rodillas y maniatado, con una Beretta del calibre 22.

Dos personas que pasaban por el lugar encuentran agonizando al concejal del PP.

“Nos han confirmado que Miguel Ángel ha sido asesinado”. El alcalde de Ermua anuncia la noticia desde el balcón del ayuntamiento a la multitud congregada en la calle, que estalla en rabia e indignación.

Miguel Ángel Blanco ingresa en el hospital Nuestra Señora de Aranzazu de San Sebastián con constantes vitales, pero en estado de “extrema” gravedad.

Ermua y otras ciudades españolas se manifiestan en repulsa por la acción de ETA. En muchas ciudades del País Vasco, los ciudadanos dirigen sus protestas contra las sedes de HB y las ‘herriko tabernas’, algunas de las cuales son incendiadas. En varias ciudades, agentes de la Ertzaintza se quitan los pasamontañas para dejar sus rostros al descubierto ante el aplauso de la multitud.

Después de 12 horas de agonía en coma irreversible, Miguel Ángel Blanco muere en el hospital, convirtiéndose en la víctima número 778 de ETA.

El cuerpo de Miguel Ángel Blanco llega a Ermua entre los aplausos de miles de personas que han salido a la calle para recibir al coche fúnebre. Los vecinos no cejan en sus muestras de condolencia, que llegan al portal donde viven sus padres, donde se depositan ramos de flores y velas.

Un gran crespón negro cuelga del balcón del ayuntamiento mientras los vecinos alzan sus manos blancas en unas calles a rebosar.

Numerosos vecinos y personalidades acuden a la capilla ardiente para dar su último adiós al concejal del PP. Gobiernos de todo el mundo muestran su solidaridad con España.

Amigos y familiares de Miguel Ángel portan el féretro en dirección a la parroquia de Santiago Apóstol de Ermua, donde se celebra el funeral. Una multitud acompaña después el féretro hasta el cementerio de Ermua, donde es enterrado.

Se celebran manifestaciones multitudinarias en España para gritar “Basta ya” a ETA. En Madrid tiene lugar la movilización más grande de la historia de España hasta ese momento, con más de un millón y medio de personas en una riada humana de cuatro kilómetros bajo el lema ‘Por la paz, la unidad y la libertad’. Se calcula que en las 48 horas de plazo dadas por ETA se manifestaron más de cinco millones de personas en toda España y se organizaron más de 1.500 actos de apoyo. Una movilización sin precedentes que se bautizó como el ‘espíritu de Ermua’.

Los autores del crimen

Francisco Javier García Gaztelu, alias 'Txapote'

Fue el autor de los dos disparos en la cabeza de Miguel Ángel Blanco, a quien ató las manos en la espalda antes de asesinarle. Miembro del 'ala dura' de ETA, nunca ha mostrado el menor arrepentimiento. Fue condenado a 50 años de cárcel como autor material del crimen y, por su actitud desafiante en el juicio, el tribunal le prohibió en su sentencia acercarse a Ermua durante cinco años a partir de su excarcelación. Detenido en Francia en 2001, ordenó o participó en el asesinato de al menos 55 personas, por los que acumula más de 450 años de prisión. No está prevista su excarcelación antes de 2031.

Irantxu Gallastegi Sodupe, alias 'Amaia'

Fue la autora del secuestro en la estación de tren de Éibar. Pareja de 'Txapote', representaba también la línea dura dentro de ETA y ayudó en la reestructuración operativa de los comandos y el fortalecimiento de la actividad terrorista durante los meses siguientes a la tregua de 1998. Detenida en Francia y entregada a España en 2005, su única intervención en el juicio fue para declararse "militante de ETA" y afirmar que la banda no abandonaría su lucha. Fue condenada a 50 años de cárcel. 'Amaia' y 'Txapote' son padres de dos hijos, concebidos en prisión, y cumplen sus condenas en Madrid. No está prevista su excarcelación antes de 2031.

José Luis Geresta Mujika, alias 'Oker'

Fue quien sujetó a Miguel Ángel Blanco, de rodillas y maniatado, mientras 'Txapote' lo ejecutaba y 'Amaia' vigilaba la zona en un coche aparcado en las proximidades. Miembro del 'comando Donosti' desde 1996, su cadáver fue encontrado con un orificio de bala en la sien derecha a las 6.30 horas del 20 de marzo de 1999 en un descampado cerca de Rentería (Guipúzcoa), 11 días después de la caída de otros dos miembros del comando. La autopsia y las fuerzas de seguridad acreditaron que fue un suicidio, pero la HB alimentó la teoría de que se trató de un nuevo episodio de guerra sucia del Estado.

Ibon Muñoa Arizmendiarrieta, El chivato

Fue condenado por su complicidad con los tres terroristas del comando. Era concejal de HB en Ermua y regentaba una tienda de repuestos de automóvil que era cliente de Eman Consulting, la asesoría en la que trabajaba Miguel Ángel Blanco. Detenido en 2000 y juzgado en 2003, fue condenado a 33 años de prisión al considerarse probado que alojó en su casa y ofreció su vehículo a los autores materiales del crimen. Ingresó en la cárcel de Córdoba y permaneció en el módulo de aislamiento la mayor parte de los 20 años que pasó en la prisión. Fue excarcelado el 11 de octubre de 2020 y recibido con honores a su llegada al País Vasco.

El 'espíritu de Ermua' provocó que el rechazo a ETA se disparase entre la sociedad vasca, y desde entonces los partidarios de mantener la violencia se redujeron años tras año, cada vez más rápido. Se hizo evidente que la banda actuaba contra la voluntad de los vascos, que perdieron el miedo a expresarlo públicamente.

La izquierda abertzale, debilitada tras años de ilegalizaciones y con menos apoyo social, asumió el liderazgo del todo el mundo radical para llevar a ETA hasta su final. Han pasado 11 años desde que la banda anunciara que dejaba las armas a cambio de nada. Y cuatro desde que se disolvió de forma unilateral y sin haber conseguido uno solo de sus objetivos políticos.

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