La forma elegida por ERC, PNV, EH Bildu, Junts, PDECat, la CUP y el BNG para defender una proposición de ley que permitiera el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso ha sido, justamente, hablar esas lenguas. El catalán, el vasco y el gallego se han escuchado este martes desde la tribuna de la Cámara baja. Aunque no mucho. El vicepresidente del Congreso, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, ha retirado la palabra a Montserrat Bassa (ERC), Miriam Nogueras (Junts), Albert Botran (CUP) y Nestor Rego (BNG) por no hacer uso del castellano, como viene siendo habitual. "Simplemente, para que los demás puedan entenderlo", argumentaba una y otra vez, ante los oídos sordos de los oradores que insistían en reivindicar su derecha a usar la lengua cooficial se sus territorios.

Bassa ha sido la primera en subir a la tribuna del Congreso y tras unas primeras palabras en castellano ha arrancado su discurso en catalán. En tres ocasiones, Rodríguez Gómez de Celis le ha retirado la palabra, llamándola al orden. "Para que todos le puedan entender le ruego que continúe con la norma, que utilice el castellano", ha repetido en varias ocasiones. Pero Bassa ha continuado en catalán hasta que, al tercer aviso, le han retirado la palabra. Aún con los micrófonos apagados, ha intentado continuar en varias ocasiones con su discurso, dialogando con Rodríguez Gómez de Celis y manteniéndose en silencio, con los brazos en jarras, ante el Hemiciclo.

La siguiente en subir, la portavoz de Junts, Miriam Nogueras, también ha sido llamada al orden. En su caso, en dos ocasiones. Y a lo largo del debate, primero, Nestor Rego y, después, Alberto Botrán (CUP) han recibido el mismo trato. El portavoz del PDECat, Ferrán Bel, ha esquivado los reproches de la presidencia del Congreso ofreciendo su discurso en catalán y castellano, prácticamente en una traducción simultánea. Una estrategia que han seguido el diputado del PNV, Joseba Andoni Aguirretxea y la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua.

La propuesta

La propuesta que defendían para permitir el uso de las lenguas cooficiales fue presentada hace unas semanas por Unidas Podemos, ERC, Bildu, Compromís, Junts, PDeCAT, PNV, BNG, Más País y la CUP. En total, más de 70 diputados. Sin embargo, el rechazo absoluta desde el principio de PP, Vox y Cs, al que se ha sumado este martes el 'no' confirmado del PSOE, impedirá que la norma sea tramitada en el Congreso.

Los morados, juntos a la totalidad de los socios del Gobierno de coalición, plantean en el texto modificar el Reglamento del Congreso, en su artículo 6, para que se reconozca el derecho a realizar las intervenciones en el Pleno o en las comisiones en cualquiera de las lenguas cooficiales del estado: catalán, gallego o euskera. Además, proponían que se garantizara un servicio de traducción simultánea al castellano. Lo mismo ocurriría con los escritos, que se podrían registrar en cualquiera de las lenguas y después serían traducidos.