Seis acusados en el juicio del caso Cursach han quedado definitivamente exculpados al no haber ya ninguna acusación contra ellos. Son el director y el jefe de la zona VIP de Titos', Jaime Lladó y Arturo Segade; el expolicía y hombre de confianza del empresario, Antoni Bergas, la exdirectora general de Turismo, Pilar Carbonell y el funcionario de esa conselleria Bernardí Seguí; además del funcionario del Ayuntamiento de Palma Julián Garau. La fiscalía había retirado ya todos los cargos contra ellos, al entender que sus imputaciones no se sostenían, y hoy, en la primera sesión del juicio, han caído el resto. La Abogacía de la Comunidad Autónoma y las acusaciones particulares que todavía mantenían sus imputaciones han decidido retirarlas.

El tribunal, tras deliberar sobre esta cuestión, ha anunciado que todos ellos podían marcharse y, en consecuencia, serán absueltos. Carbonell y Lladó se han mostrado satisfechos por el desenlace del caso para ellos.

Las magistradas han acordado también denegar la alegación de las acusaciones particulares para anular la modificación del escrito de conclusiones provisionales de la fiscalía, que además de exculpar a estos seis acusados y un funcionario del Ayuntamiento de Calvià -que sigue en el banquillo- aplica importantes rebajas en sus peticiones de pena. El tribunal ha concluido que "el ministerio público "solo tienen una obligación, que es no incorporar hechos nuevos" y ha considerado que ha cumplido con ello. De hecho, la modificación de los fiscales se limita a tachar buena parte del escrito. "No provoca indefensión y es un acto de cortesía procesal. El tribunal no puede entrometerse en el principio acusatorio", ha señalado la magistrada que preside el juicio, Samanta Romero.