La Mesa del Congreso de los Diputados tiene un lío con el uso del voto telemático y se ha propuesto ponerle remedio. Fuentes parlamentarias han informado a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, diario que pertenece a este mismo grupo, que la Mesa, en la próxima reunión que celebre, va a estudiar una propuesta de los servicios jurídicos y de la Presidencia para reformar la resolución que canaliza el procedimiento. La causa de esta decisión, adoptada el martes pasado, está en el aumento de peticiones que se han producido desde que se eliminó su generalización, y sobre todo, desde que fue aprobado un cambio en el reglamento para permitir que los diputados en viaje oficial puedan votar a distancia.

El cambio entró en vigor a finales de mayo, tras un rapidísimo procedimiento. Todos los grupos estuvieron de acuerdo. Se trataba de permitir que si uno, dos, tres o cuatro diputados, por ejemplo, se iban fuera de España para participar en una de las delegaciones internacionales del Parlamento (la Asamblea de la OTAN, la del Consejo de Europa, la de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa, la de la Unión Interparlamentaria y la de la Unión para el Mediterráneo), y el viaje coincidía con un pleno, pudieran votar desde su ipad o desde su iphone, o desde el ordenador que tuvieran a mano, siempre y cuando cumpliera los requisitos de certificación.

La reforma ya está inserta en el reglamento. Puede verse en la web. La propuesta consistía en añadir al artículo 82 una circunstancia más bajo el amparo del voto telemático, que hasta ahora eran las siguientes: "embarazo, maternidad, paternidad, enfermedad o situaciones excepcionales de especial gravedad" con carácter incapacitante. Resultaba fundamental que la petición, en dichos casos, estuviera "suficientemente justificada". Desde el 26 de mayo, se han añadido "los compromisos de representación institucional en el extranjero".

En el reglamento, además, ya se indica que el procedimiento de autentificación y verificación lo tendrá que determinar la Mesa, y a eso se ha puesto ya el equipo de la Presidencia que lidera Meritxell Batet, aunque con una novedad: que el repunte ha sido importante. En la reunión del martes pasado, indican las fuentes, el órgano de gobierno de la Cámara analizó una veintena de solicitudes. La mayoría cumplió las reglas y se autorizaron, menos una.

Y es aquí donde aparece el diputado de Vox por Murcia Luis Gestoso de Miguel.

Un reservista que deja de serlo

La Mesa del Congreso, que componen nueve diputados (tres del PSOE, tres de Unidas Podemos, dos del PP y uno de Vox), estudio entre las peticiones de voto telemático la de este parlamentario nacido en Cartagena hace 59 años, que es reservista voluntario de la Armada Española.

Informan fuentes parlamentarias y confirman fuentes del grupo al que pertenece que a Gestoso le ha llamado la Subdelegación de Defensa en la Región de Murcia para "dar un curso" de formación y que, para ello, había de personarse el 2 de junio en instalaciones militares de la zona. La prestación del servicio por el que es requerido abarcaría tan sólo el mes de junio. Dentro de los cauces reglamentarios, Vox tramitó y envió a la Mesa la solicitud para pedir que se le permitiera el voto telemático durante el pleno de la semana en curso.

Sin embargo, fue rechazada porque la casuística de Gestoso no coincide con ninguna de las estipuladas en el reglamento. El diputado murciano, en consecuencia, no votará este jueves, por ejemplo. Ya no lo hizo el martes, como figura en la web de la Cámara.

La decisión de la Mesa ha causado malestar en Vox, cuyas fuentes recalcan a este medio la contradicción que supone que un diputado, al que las Fuerzas Armadas reclaman para un servicio, no pueda votar telemáticamente y sí lo puedan hacer los que viajan al exterior en representación del Parlamento español.

Es probable que el grupo que dirige Iván Espinosa de los Monteros reclame esta tipología de votación para Gestoso ante las sesiones plenarias que quedan, las de las semanas de los lunes 20 y 27. Es probable, también, que la Mesa rechace ambas y alegue, en caso de crítica, el cumplimiento del reglamento.

Aquel recuerdo del diputado Alberto Casero

La de Gestoso, sin embargo, no es la primera polémica ocasionada por el voto telemático. Este medio avanzó que la Mesa había pedido a los grupos parlamentarios que, a su vez, exigiera a los diputados y diputadas que adjuntaran certificados médicos más precisos para argumentar el grado de incapacitación de la enfermedad que les impedía estar en el hemiciclo y votar. Porque, como se ha referido antes, el artículo 82 obliga a la acreditación de esa incapacidad. Lo que la Mesa estaba recibiendo, en algunos casos, eran bajas "genéricas".

Para entender este celo del órgano de gobierno hay que recordar los artículos 15 y 79 del mismo reglamento, así como la resolución de 2012 que orienta el proceso. El primero de esos artículos habla del deber de asistencia a las sesiones del pleno y a las comisiones y el segundo, del carácter "personal e indelegable" del voto.

Ahora bien, la pandemia cambió algunas cosas en el Congreso. Una afectó a la votación del diputado, que es una de sus funciones más trascendentes. Por un poderoso motivo de salud pública, en 2020 la Mesa generalizó el procedimiento telemático, previo acuerdo de la Mesa. La progresiva erradicación de las restricciones de seguridad sanitaria propició una lenta vuelta a la "normalidad" anterior, todo supeditado a la evolución del covid.

Dar positivo era una razón inexcusable para autorizar el voto telemático. Durante ese lapso en el que la incidencia seguía siendo alta y era obligatorio el uso de la mascarilla en el hemiciclo, muchos diputados alegaron otras enfermedades más o menos incapacitantes. Aquí se enmarca el caso del diputado del PP Alberto Casero.

El motivo por el que recurrió al voto telemático fue una gastroenteritis que le impedía el desplazamiento. Sus errores lo pagó muy caros porque por un voto, el suyo, quedó convalidado el decreto de la reforma laboral. Cuando la dirección de su grupo salió en tromba contra Batet por no haberle permitido el voto presencial, previa anulación del otro sistema, Casero estaba en su escaño. La anomalía desnudó cierta laxitud en la autorización de las solicitudes.

El caso de Gestoso es probable que no sea tan llamativo, a no ser que por un voto de Vox una ley salga adelante o sea rechazada. No parecen estos los escenarios. En cualquier caso, al partido de Santiago Abascal le ha molestado que uno de sus diputados con formación militar no pueda votar a distancia por estar cumpliendo con las Fuerzas Armadas.