El excomisario José Manuel Villarejo ha recusado al juez de la Audiencia Nacional (AN) Manuel García Castellón, que investiga los negocios privados del ahora policía jubilado, alegando que durante una de las últimas declaraciones referidas a 'Tándem' dio un trato de favor al empresario Francisco Menéndez, el denunciante de la macrocausa.

Así consta en un escrito del pasado lunes, al que ha tenido acceso Europa Press, y que firma Villarejo como abogado de su propia defensa, un estatus que tiene reconocido en todo 'Tándem', formada por más de una treintena de piezas donde se analizan los trabajos que habría hecho a título privado con su grupo empresarial, CENYT, valiéndose de los medios policiales a su alcance.

Villarejo sostiene que el titular del Juzgado Central de Instrucción Número 6 ha perdido su imparcialidad por cómo se materializó la diligencia señalada para el pasado 2 de junio, destinada a tomar declaración tanto al comisario como a Menéndez y a David Rodríguez Vidal, que se identifica como un antiguo colaborador del CNI que fue quien envió la citada denuncia a la Fiscalía Anticorrupción con la información proporcionada por el empresario.

Según describe el comisario jubilado, estaba citado a las 10.00 horas pero no se le permitió entrar hasta 40 minutos después y, al acceder a la sala, "ya estaba constituido en su interior el tribunal", con el juez, los fiscales, la abogada del Estado y Menéndez, "en clara actitud de haber ensayado la puesta en escena, que interpretaron después ante la defensa, que atónita, no daba crédito lo que estaba viendo".

De acuerdo con Villarejo, al ser preguntado sobre por qué Menéndez ya estaba dentro, García Castellón contestó que, "como máxima autoridad, decidía cuándo y cómo entraban los testigos en su sala".

"A puerta cerrada"

Villarejo apunta que si Menéndez entró antes que él y Vidal fue porque hubo una "reunión previa, celebrada a espaldas de la defensa, (...) para instruirle en las respuestas que solo contestaría de los señores fiscales".

Asimismo, recrimina que Menéndez fuera citado en condición de imputado, lo cual le permite elegir a quién y a qué contesta, y no como testigo, que era lo que había solicitado la defensa del comisario porque le habría obligado a responder a todas las preguntas formuladas.

Para Villarejo, "dar instrucciones y preparar previamente el testimonio del señor Menéndez a puerta cerrada y sin que esta defensa estuviera presente, acción perpetrada con total impunidad y desprecio al Estado de Derecho, evidencia la falta de escrúpulos y, por ende, del mínimo respeto a los principios garantistas que deben presidir cualquier actuación judicial".

El comisario ve en ello una "clara intención obstruccionista" de García Castellón, esgrimiendo que "al boicotear lo que debiera haber sido un testimonio libre y espontáneo, el señor instructor ha permitido y/o participado en la ocultación de la verdad".

Con todo, afirma que "en dicho acto procesal, a juicio de esta parte, el juez instructor perdió una vez más su imparcialidad subjetiva y objetiva y esta vez, de manera definitiva y definitoria al permitir y/o organizar un escenario donde ha teatralizado la comparecencia de un 'falso investigado'".

"Causa general"

Además, ha incidido en que 'Tándem' es en realidad una "causa general y prospectiva" porque tendría su origen en presuntas maniobras de Asuntos Internos y CNI en su contra por una 'vendetta' personal.

El comisario cree que el testimonio de Menéndez es "esencial" para "demostrar al interrogarle cómo se ha pervertido el sistema judicial para provocar corruptamente esta causa general y prospectiva".

"Para desgracia de todos, esta causa nació podrida de origen y plagada de odio y rencor, de ahí que la maldición perseguirá a todos hasta el final de sus días, por más que desesperadamente el señor instructor trate de dar apariencia de legalidad", sentencia Villarejo.