El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, fue informado sobre los contratos de Luis Medina y Alberto Luceño para la compra de material sanitario por la persona que actuó como gestora de esas adjudicaciones, la coordinadora de Presupuestos y Recursos Humanos en Ayuntamiento de Madrid, Elena Collado. Así lo ha reconocido esta alto cargo municipal durante la declaración como testigo que ha prestado este viernes ante el juez del denominado 'caso mascarillas', Adolfo Carretero, según indican fuentes presentes en la diligencia a El Periódico de España.

La abogada de la acusación popular ejercida por Más Madrid, Nuria Zapico, ha explicado al término de la declaración que Collado ha asumido toda la responsabilidad sobre la gestión de estos contratos y ha negado que consultara a Almeida, si bien le "reportó" información sobre este asunto. 

Preguntada por el significado de este reporte, se ha limitado a señalar que "le informaba", si bien no ha podido concretar si dicha información se realizaba por correo electrónico o por qué medio concreto, porque la comunicación era continua. Informaba de los contratos que consideraba importantes, según ha señalado la letrada a la prensa que hizo guardia a las puertas de los juzgados ordinarios de Madrid.

Según esta letrada, durante la comparecencia también han intervenido la Fiscalía y el abogado del Ayuntamiento, y se ha preguntado "hasta la saciedad" a Collado quién la indicó que se hiciera cargo de esta gestión, pues su puesto como jefa de recursos humanos no sería en principio el más indicado para efectuar las compras. "No sabe responder, que alguien lo tenía que hacer y ella voluntariamente lo hizo", ha manifestado la letrada, añadiendo que otras funciones que sí reconoce haber desarrollado Collado durante el confinamiento, más acordes con su puesto, son las de organizar el teletrabajo de los funcionarios.

No conoce al primo

Según otras fuentes consultadas por El Periódico de España, la responsable municipal ha explicado ante el juez que se puso en contacto con el empresario Luis Medina cuando le 'rebotaron' el correo que el hijo del Duque de Feria mandó a la dirección que le dio Carlos Martínez-Almeida, primo del alcalde, con el que nunca habló y tan siquiera conoce. 

Antes de optar por la adjudicación, a Medina y su socio desecharon otras ofertas por razones varias, como que se les exigiera el cien por cien del dinero por adelantado o porque los productos tuvieran certificaciones falsas. Ante la pregunta de por qué se optó por los estos empresarios, se ha limitado a señalar que porque eran españoles, les daba fiabilidad y la mercancía era buena.

Igualmente ha salido al paso del 'compadreo' que se desprende de sus conversaciones con Luceño según consta en los mensajes que obran en el sumario, y que Collado considera lo "normal del día a día" con todas las personas con las que gestionaba contratos. En dichas conversaciones, según ha recordado la abogada de la acusación, aparecen expresiones que denotan familiaridad, uso de diminutivos, "e incluso él se dirige a Collado como mamá", lo que para las acusaciones no deja de ser algo sorprendente.

También ha negado conocer al altas comisiones, de casi seis millones de euros, que se llevaron los empresarios por gestionar este asunto con Leno, y en este punto la testigo ha insistido que pensaba que estas personas simplemente querían colaborar, que algo se llevarían, si bien nunca imaginó la cuantía de las mordidas. 

Durante el interrogatorio no se ha permitido preguntar a la acusación popular ejercida por Podemos con el contrato firmado entre el Consistorio y la Funeraria Municipal, por lo que esta parte insistirá en que se solicite la declaración de la delegada de Hacienda, Engracia Hidalgo, miembro del consejo de Administración de dicha sociedad. La investigación, según las acusaciones, se centra únicamente en los delitos de estafa agravada, falsedad documental y blanqueo imputados a los empresarios, sin apuntar a ninguna responsabilidad municipal.