Yolanda Díaz se emancipa políticamente de Podemos y lanza su propia plataforma para construir su proyecto. El nombre elegido es ‘Sumar’, un verbo convertido en un mantra por la vicepresidenta segunda en las últimas semanas. La dirigente ya ha anunciado que comenzará su llamado ‘proceso de escucha’ tras las elecciones andaluzas del 19-J para dar forma a su futura candidatura, en un proceso que culminará a final de año. Y con este objetivo ha formalizado el registro de su propia entidad. 

El pasado 28 de marzo tuvo entrada en el Ministerio del Interior la solicitud de registro de ‘Sumar’, según ha podido saber EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, diario perteneciente al grupo Prensa Ibérica al igual que este medio. La solicitud, que está a la espera de su inscripción oficial en el registro, viene firmada por personas del círculo próximo de Yolanda Díaz. La dirigente ha optado por mantenerse al margen de las formalidades y ha evitado figurar entre los firmantes.

Este paso va encaminado a adquirir independencia organizativa y romper amarras con Podemos después de las fortísimas tensiones escenificadas con los morados en los últimos meses. Al mismo tiempo, busca consolidarse como un proyecto ajeno a los partidos ya existentes, en línea con la intención de la dirigente de crear una plataforma que trascienda las siglas y los personalismos.

Este registro oficial viene a paliar una de las mayores carencias que ha sufrido Yolanda Díaz: la falta de una organización o partido que le respalde. Éste ha sido también uno de los argumentos más empleados en Podemos para hacerse valer y reivindicarse como un actor esencial en el espacio. 

La dirigente siempre ha hecho gala de estar desvinculada de formaciones políticas y ha mostrado su desdén por sus dinámicas internas. Pese a sus resistencias, la realidad es que el hecho de ser una candidata sin partido conlleva grandes dificultades a la hora de articular el llamado ‘proceso de escucha’ y el posterior lanzamiento del proyecto.

La falta de un CIF propio hacía imposible algo tan simple como la organización de actos, con el alquiler de espacios o equipos o la contratación de empresas terceras, al no disponer de recursos o equipos ajenos al Ministerio de Trabajo. 

Con la creación de una entidad propia, la gallega dispone de tres elementos imprescindibles para la construcción del llamado 'proyecto de país': autonomía financieraautonomía jurídica un censo. La autonomía de Yolanda Díaz adquirida con 'Sumar' le permite emprender acciones que serán necesarias en sus próximos pasos, tales como contar con una caja registradora independiente, contratar personal o atender a cuestiones logísticas.

Red de alianzas

Hasta ahora, sin estructura ni recursos, Yolanda Díaz había hecho valer su traje de vicepresidenta para lograr visibilidad y se había apoyado en organizaciones y personalidades afines para participar en actos o encuentros en los que armar su discurso más allá de su faceta institucional. La dirigente suplió las carencias organizativas con una red de alianzas que ha ido tejiendo desde que empezó a vestirse como candidata, tras ser señalada como líder del espacio en marzo de 2020. 

Estos apoyos externos le han valido hasta ahora para los prolegómenos de su proyecto. Así, el encuentro de Otras políticas del pasado noviembre en Valencia, en el que participaron Mónica OltraAda ColauMónica García Fátima Hossain y adelantado por el primer número de este periódico, fue organizado por la dirigente de Compromís, uno de los aliados de Yolanda Díaz. 

También el líder de IU y ministro de Consumo Alberto Garzón ha puesto a disposición de Díaz toda su maquinaria para la candidata, al igual que Catalunya en Comú, el partido de Ada Colau, que se ha convertido en su principal valedora en su carrera nacional. Resulta significativa la presencia de Díaz en la clausura del congreso de los comuns. Y es que la alcaldesa de Barcelona es, de sus posibles aliados, una de las que cuenta con más poder institucional y recursos que brindar para la carrera a la Moncloa. 

Al apoyo expreso de otros dirigentes, Yolanda Díaz ha contado además con la excelente sintonía de CCOO, que le ha otorgado ventanas de visibilidad en multitud de actos organizados por el sindicato y participados por la gallega.

La falta de personal propio también ha sido uno de los problemas a los que se ha enfrentado la dirigente. Hasta ahora, la vicepresidenta contaba con un reducido equipo adscrito al Ministerio de Trabajo formado por personas de confianza que le acompañan desde que se embarcó en la arena política nacional y con otros fichajes que llegaron después de adquirir el cargo de vicepresidenta, como es el caso de su jefe de Gabinete, Josep Vendrell, que intervino en el acuerdo de Andalucía y que se ha constituido como el principal negociador del equipo de Díaz. 

Consciente de las limitaciones que suponía la falta de personal, Yolanda Díaz ha mantenido en los últimos meses reuniones con distintos perfiles para incorporar a su futuro proyecto, y muchos de estos cuadros estaban ya organizados en grupos de trabajo de carácter extraoficial. La tenencia de un CIF propio abre ahora la puerta a que estos equipos adquieran un carácter oficial. 

‘Sumar’ 

El nombre elegido por Yolanda Díaz para la plataforma ha estado muy presente en su discurso durante las últimas semanas. Ya el pasado 4 de mayo, Díaz verbalizó por primera vez la denominación de su proyecto, en El Objetivo de La Sexta, y desde entonces lo ha hecho visible en gran parte de sus intervenciones. En esta entrevista televisiva, repitió hasta nueve veces este verbo. “Lo que me seduce de Mélenchon y la apuesta de todas las formaciones es un verbo: sumar. Sumar gentes, sumar diversidades, sumar proyectos. Sumemos. Si sumamos, claro que hay futuro”, destacó la dirigente en referencia a la alianza de izquierdas a la que se sumó el Partido Socialista francés. “El PSOE tiene enormes dificultades para ello, pero en ese verbo Sumar yo voy a estar”. 

Un día después, en su visita a la Feria de Sevilla para llamar al acuerdo en Andalucía volvía a lanzar el mismo llamamiento. “El verbo que más me gusta conjugar es sumar, sumar y sumar; sumar diversidades, sumar proyectos diferentes para seguir ensanchando nuestro país”, aseguró.

Este mismo domingo 15 de mayo, Yolanda Díaz acudió a las Fiestas de San Isidro, donde exhibió sintonía con Iñigo Errejón y llamó de nuevo a “sumar”. “La alternativa en este país no es elegir entre lo malo y lo peor sino que seamos capaces de sumar, de unir a todas las gentes", dijo.

Díaz se independiza de Podemos

Desde que en marzo de 2021 fue señalada por Pablo Iglesias como candidata del espacio para las elecciones generales de 2023, Díaz ha emprendido su propio camino político, advirtiendo de la necesidad de dejar atrás los partidos y alejándose cada vez más de Podemos. En su toma de posesión como vicepresidenta, cuando Iglesias le traspasó la cartera, la dirigente citó a Rosalía de Castro en lo que resultó ser toda una declaración de intenciones: "Yo, sin embargo, soy libre, libre como los pájaros, como las brisas; como los árboles en el desierto y el pirata en la mar".

La libertad que ha mostrado desde entonces, sin embargo, ha tensado las costuras de Podemos. En un primer momento, el partido exhibió su apoyo a la dirigente, pero conforme pasaban los meses ese respaldo fue adquiriendo ciertos matices. La autonomía con la que se movía la candidata generó dudas en la formación, donde recuerdan que “fue Pablo [Iglesias] quien la puso donde está”, y que es a él a quien debe su proyección nacional. 

Durante meses, en las filas moradas se ha repetido como un mantra que Díaz no puede lanzar su proyecto sin una organización que le sustente, y que Podemos sería su principal valedor. Sin embargo, el acto de noviembre en Valencia consumó el principio de ruptura con los morados y levantó las primeras alarmas en Podemos. Desde entonces los desencuentros no han hecho más que aumentar. 

El malestar es patente en el partido morado, que advierte el proyecto de Díaz como una amenaza a sus posiciones por el riesgo de quedar diluidos en la plataforma y perder su papel protagonista. Las últimas tensiones entre Yolanda Díaz y Podemos han llegado de la mano de Iglesias, que la pasada semana dijo sentirse “dolido”, y responsabilizó directamente a la dirigente gallega del fiasco del primer ‘frente amplio’ que se ensayó en Andalucía, donde los morados llegaron tarde al registro y quedaron fuera de la coalición. 

El fundador de Podemos y actual presidente de su think thank, Instituto República, sigue siendo una de las voces más autorizadas en el partido, y desde octubre, cuando saltaron las alarmas por el rumbo de Díaz, ha presionado desde los micrófonos para acelerar los tiempos del proyecto y por dar un especial protagonismo a los partidos. 

En las últimas semanas la tensión ha subido aún más entre ambas facciones del espacio. Tanto es así que existen ya dos departamentos estancos en el ala morada del Gobierno: la formada por las ministras Irene Montero y Ione Belarra, miembros de la cúpula del partido; y la liderada por Yolanda Díaz, en sintonía con los ministros Garzón y el catalán Joan Subirats.

El proceso de Andalucía ha venido a exhibir la mala sintonía entre Podemos y el equipo de la dirigente gallega, que viajó a Sevilla para pedir a todas las partes llegar a un acuerdo. La negociación llevada al extremo por la cúpula estatal del partido hizo descarrilar la coalición Por Andalucía, donde los morados quedaron finalmente fuera como certificó la Junta Electoral Central. La resaca del acuerdo no hizo más que acrecentar las turbulencias: en Podemos aseguraban que habían renunciado a liderar la candidatura a petición de Yolanda Díaz, en una operación de desgaste lanzada desde los micrófonos por Pablo Iglesias. Mientras, desde el equipo de la vicepresidenta se desligaban del proceso y desmentían haber realizado petición alguna a los morados.

La turbulenta relación se ha hecho manifiesta también en los últimos días, cuando Díaz ha rechazado participar en uno de los actos organizados por Podemos, al mismo tiempo en que sí acude a otros encuentros junto a Iñigo Errejón y Mónica Oltra. El acercamiento con el líder de Más País se ha acelerado desde marzo, y desde entonces han exhibido una extraordinaria sintonía en varios escenarios. El último ayer, en la presentación del libro de Mónica García, a la que acudieron tanto Díaz como Errejón. Una asistencia llamativa, teniendo en cuenta que no asistió a la presentación del libro de Iglesias.