El primer esbozo del futuro proyecto de Yolanda Díaz comienza con fuego amigo. La coalición fallida de la izquierda andaluza, que descarriló antes siquiera de empezar al quedarse Podemos fuera del registro, ha acelerado una operación de desgaste contra la futura candidata. Pablo Iglesias, exvicepresidente de Gobierno y una de las figuras con más ascendencia en las filas de Podemos, ha sido el encargado de apuntar en las últimas horas a la dirigente, que ya anunció su intención de construir una candidatura alejada de partidos, amenazando así el statu quo de los morados, que temen perder protagonismo y quedar diluidos en el espacio.

Las dificultades para lograr un acuerdo en Andalucía han puesto al descubierto las importantes tensiones existentes a nivel nacional entre la vicepresidenta y los morados, y ha sido el exlíder de Podemos quien ha señalado directamente a Yolanda Díaz como responsable del "ridículo" sufrido, cargando sobre sus hombros este fiasco de la izquierda, que ahora se ve inmersa en una guerra fría y en unas segundas negociaciones para redefinir el acuerdo de la coalición.

Este lunes, Iglesias se pronunciaba extensamente sobre la situación en el programa Hora 25 de la Cadena Ser, donde decía sentirse "dolido" y describía así la escena: "Es un horror. Nos causa vergüenza. La peor manera de empezar algo que es necesario en este país, que es el frente amplio y acumular ilusión. Ha empezado de la peor manera posible". Vinculaba así el episodio de Andalucía con el futuro proyecto de Yolanda Díaz, que unas horas antes había tratado de marcar distancias con lo sucedido.

"El proceso de escucha que voy a iniciar con carácter inmediato nada tiene que ver con esto (...). Estas cosas son las que alejan a la ciudadanía de los partidos políticos. Con esto me quedo", defendió el lunes la vicepresidenta, reafirmándose en su tesis de restar peso a las organizaciones: "Los partidos van a estar, pero no son el ser", aseguró, unas horas antes de que Iglesias le diera réplica desde los micrófonos de la Ser. Desde el entorno de la gallega se han esforzado estos días por desvincularla del naufragio andaluz, frente al empeño de los morados de situarla en el centro.

Y es que en Podemos han seguido la estela de Iglesias, que es todavía una especie de autoridad moral en la formación y que continúa vinculado a través de la presidencia del su think thank, el Instituto República. El tertuliano cuestionó a la candidata andaluza por ser fruto de un "dedazo" y aseguró que Podemos había ofrecido un sistema de "primarias conjuntas" para elegir entre las dos opciones posibles, el de Podemos e IU, como muestra de "generosidad".

Unas primarias que los morados, según fuentes próximas a la negociación, solo aceptaban llevar a cabo si se empleaba su propio sistema informático, con sus equipos técnicos, y vetando la posibilidad de voto en urna, con más tradición en IU. En su intervención, Iglesias marcó también el camino para futuras fórmulas de elección de candidato, señalando que habrían de ser "elegidos", retando así a Yolanda Díaz a someterse a un proceso interno de primarias.

El escenario de la negociación andaluza ha estado plenamente vinculado con las estrategias en Madrid. Durante las negociaciones de la pasada semana, algunas voces de Podemos lo advertían claramente, señalando el peligroso precedente que suponía renunciar a liderar la lista: "Si vetáis ahora al guardia civil, después nos podréis vetar a Ione Belarra", advertían, abriendo así la posibilidad cierta de que la actual líder de Podemos amenace con batirse en duelo de primarias con la dirigente gallega.

Tensiones desde octubre

Pablo Iglesias y Yolanda Díaz en el Congreso de los Diputados. JOSÉ LUIS ROCA

El malestar entre Podemos y Yolanda Díaz ha ido creciendo desde que la gallega escenificó su nueva política de alianzas en noviembre, en un acto organizado en Valencia y adelantado por El Periódico de España, en el que no contó con la presencia de Podemos. Los recelos no han dejado de aumentar desde entonces, y la tensión ha subido revoluciones con el acuerdo andaluz, donde por primera vez se ensayaba una reunificación del espacio después de múltiples rupturas, y la suma de otras fuerzas minoritarias. Un esquema en el que los morados pasaban a ser un actor más y en el que trataron de hacerse valer manteniendo su apuesta hasta el final por su candidato, el guardia civil Juan Antonio Delgado, frente a la candidata acordada por el resto de partidos, la portavoz parlamentaria de IU, Inmaculada Nieto.

En estas negociaciones, Podemos ha seguido reivindicándose como una "fuerza mayoritaria" en Andalucía, pese a carecer de diputados propios y pese a su menguante estructura tras la ruptura de Adelante Andalucía y Más País Andalucía, frente a la capilaridad de Izquierda Unida, que cuenta con un millar de concejales y decenas de alcaldes.

Los llamamientos a la unidad entre las distintas fuerzas comenzaron a final del año pasado, y después de largos meses de negociación, la semana pasada todavía no había acuerdo en torno al cabeza de lista, hasta el punto de que Yolanda Díaz acudió a Sevilla este jueves, un día antes de que expirase el plazo para formalizar la candidatura, para brindar su apoyo a la candidata de consenso.

Yolanda Díaz junto a Inmaculada Nieto, Alberto Garzón y Esperanza Gómez. EFE

Una vez rotas las negociaciones el viernes, no fue hasta una hora antes de que acabase el plazo cuando, según el partido morado, volvió a intervenir el equipo de Yolanda Díaz. Su jefe de gabinete, Josep Vendrell, llamó a la secretaria de Organización morada, Lilith Vestrynge, para trasladarle la propuesta de Izquierda Unida, al tiempo en que le pidió personalmente el apoyo a Nieto, según Podemos. "Yolanda Díaz intervino y dijo que la candidata tenía que ser la de IU. Podemos se cuadra porque lo dice la jefa, aunque no estemos de acuerdo, y lo tenemos que asumir", aseguró Iglesias en la Cadena Ser, haciendo gala del alto grado de información interna del partido que todavía maneja.

Desde ese momento, y a raíz de esa intervención, en Podemos han seguido la consigna lanzada por Iglesias, y han responsabilizado directamente a la vicepresidenta del fiasco resultante en Andalucía, donde se ha desatado una guerra por el cumplimiento del acuerdo alcanzado que no llegó a registrarse. Preguntada la portavoz del partido en rueda de prensa sobre si estas turbulencias afectarían al proyecto nacional de la gallega, respondió: "Eso tienen que preguntárselo a Yolanda Díaz". Una operación de desgaste que cuestiona sus métodos y que, en lugar de blindarla como candidata, abre un pulso contra su figura para lograr más presencia de Podemos en el futuro proyecto. Hay quien lo analiza con el razonamiento de que, cuanto más débil esté Díaz, más podrá imponerse el partido.

La estrategia de señalamiento a Díaz, a quien intentan situar en el centro de las negociaciones, contrasta con el intento de Izquierda Unida de mantenerla al margen del conflicto para evitar cualquier desgaste. Así, la futura candidata de Por Andalucía, Inma Nieto, también ha desvinculado lo sucedido con el proyecto nacional. "No es lo que hemos hecho en Andalucía", defendió en una entrevista este martes en RNE; donde alegó que Díaz se refiere a "un proceso más amplio, con escucha, con implicación activa, social y con otros actores". "Su proceso de escucha es, por así decir, algo más a fuego lento", le defendió.