Mónica García, la candidata que hace un año se alzó como líder de la oposición en la Comunidad de Madrid bajo el lema de presentación de "médico y madre", dejará en las próximas semanas su profesión como sanitaria. La líder de Más Madrid compatibilizaba hasta ahora su trabajo como anestesista en el Hospital 12 de Octubre con su escaño en la Asamblea de Madrid, pero en junio pedirá abandonar temporalmente su puesto para dedicarse en exclusiva a la campaña electoral, con la vista puesta en los comicios madrileños previstos para 2023.

La candidata de Más Madrid era prácticamente desconocida hasta la cita electoral del pasado año, cuando se midió por primera vez en las urnas a Isabel Díaz Ayuso logrando sorpasar al PSOE contra todo pronóstico. El perfil sanitario de la candidata fue uno de los elementos que la catapultaron en la arena madrileña, en un momento marcado por la pandemia y en el que la Sanidad acaparó gran parte del debate. Un año después, cuando la preocupación sobre este asunto ha decaído, García se centrará durante los próximos meses en construir un perfil más integral y trabajará únicamente para construir una candidatura capaz de representar una alternativa sólida al gobierno regional.

En los últimos días, la dirigente ha compartido con su núcleo más cercano sus planes, por los que prevé pedir una excedencia en su puesto de trabajo para volver el próximo año después de los comicios. Sigue así el mismo esquema que llevó a cabo para las elecciones del año pasado. Cuando Díaz Ayuso convocó elecciones por sorpresa tras la moción de censura de Murcia, la líder de Más Madrid ya abandonó temporalmente su profesión de anestesista para dedicarse por completo a la campaña. 

Los resultados fueron extraordinarios, logrando 24 escaños frente a los 20 que había obtenido en 2019 y situándose como principal partido de la oposición tras superar en votos al PSOE. La campaña se desarrolló en un escenario pandémico y la candidata empleó su faceta profesional como una de las bazas electorales, llegando a hablar de su propia experiencia en el hospital tras haber permanecido en su puesto de trabajo durante los compases más duros de la pandemia. Una vez pasados los comicios, la dirigente volvió al Hospital 12 de Octubre después de unos meses de ausencia.

En esta ocasión, en cambio, este tiempo de dedicación exclusiva será de casi un año. Hasta ahora la política madrileña se había resistido a pedir una excedencia de tanta extensión para mantenerse al día en su especialidad -anestesista-, donde las técnicas científicas avanzan y se renuevan rápidamente.

Uno de los factores que le ha llevado a tomar esta decisión ha sido el estallido de múltiples escándalos de presunta corrupción tanto en la Comunidad de Madrid como en el Ayuntamiento, como las comisiones percibidas por Alberto Luceño y por Tomás Díaz Ayuso, hermano de la presidenta regional, en la compra de material sanitario durante la primera ola de la covid-19.

En este contexto, desde el partido destacan que "esta situación requiere de todos los esfuerzos de Más Madrid y sus representantes, por responsabilidad hacia Madrid y sus ciudadanos". A consultas de este diario, señalan que Mónica García ha estado compatibilizando ambos trabajos y defienden que "durante este tiempo, ha demostrado que es posible hacer la oposición más contundente en la cámara (...) mientras seguía ejerciendo como anestesista".

La dirigente compatibilizó ambos trabajos y se mantuvo como médico a tiempo completo durante su primera etapa política, como diputada rasa del partido. Una vez que fue elegida portavoz de la formación madrileña pasó a estar media jornada en el hospital, al que solo acudía algunos días en semana. Ahora, la dirigente pasará a dedicarse a la vida política de manera exclusiva, aunque mantiene por bandera su dedicación sanitaria.

La última vez fue este mismo jueves, cuando Mónica García hizo referencia al puesto que todavía ocupa. Fue durante el debate que tenía lugar en el pleno de la asamblea para contestar a la presidenta regional, que le acusaba de "cobrar por dos". Frente a esta acusación, García sacaba pecho de sus dos facetas, médica y política, diciendo trabajar "con orgullo y vocación de servicio público en ambas. Quien se dedica a regalar contratos es difícil que lo entiendo, pero desde luego no me va a hacer agachar la cabeza", añadió.