El Senado ha apoyado este miércoles una moción en la que expresa su “disconformidad con el cambio radical e histórico del Gobierno con respecto al Sáhara” y que ha unido a los portavoces de todos los grupos salvo el PSOE en las críticas a la decisión “unilateral" del presidente del Gobierno.

A falta de la votación telemática, en el turno de debate todos los grupos salvo el socialista han expresado su apoyo a la iniciativa, aunque Vox y Ciudadanos han anunciado que se abstendrán.

Su decisión de abstenerse no les ha impedido criticar la medida, según Vox, “unilateral y secreta”, y que ha sido adoptada por el presidente Pedro Sánchez, “a espaldas del parlamento, la sociedad y su propio Gobierno”, como ha explicado Ciudadanos.

En defensa de Sánchez, el senador del PSOE, Santiago Pérez, se ha basado en textos de la ONU para argumentar en favor de la decisión de resolver un conflicto que mantiene a la población saharaui de los campamentos en una “situación cruel” sin posibilidad de empleo ni independencia alimentaria, “y esto es a lo que el Gobierno de España quiere empezar a poner fin”, ha dicho.

Para la senadora del grupo parlamentario de Izquierda Confederal y autora de la moción, Pilar González, la decisión de “modificar unilateralmente” la postura de España en el conflicto “es una traición” que va “en contra” de la ONU, de la ley internacional y de los derechos humanos del pueblo saharaui.

Una postura con la que ha coincidido el senador de Compromís Carles Mulet, para quien la iniciativa supone “el acto de más alta traición que hemos visto (...) ¿Quién se ha creído que es Sánchez para llevar adelante esta barbaridad?”, ha subrayado.

La moción aprobada consta de dos puntos: el primero expresa la “disconformidad con el cambio radical e histórico del Gobierno español sobre el Sáhara Occidental” y el segundo copia literalmente el aprobado por el Congreso de los Diputados el 7 de abril en apoyo del Sáhara.

Tras confirmar su apoyo a la moción, la senadora del PP Pilar Rojo ha planteado que, desde su llegada a la Presidencia, Sánchez “no ha dejado de sumar tensiones con Marruecos” y ahora pretende ponerles fin con una carta “firmada unilateralmente, sin informar a la oposición y sin debatir ni discutir siquiera en el Consejo de Ministros” y que "aún hoy no conocemos si tuvo respuesta”, ni "a cambio de qué”.

Por su parte, el representante de EH Bildu Gorka Elejabarrieta ha destacado que, en su afán por resolver una crisis, Sánchez “ha encendido tres fuegos nuevos”: con el Sáhara, con Argelia y con el Parlamento español, a cambio de un acuerdo con Marruecos “que, al tiempo, acabará traicionando. No lo entendemos, no lo compartimos y esperamos que sea rectificado”, ha dicho.

Otros, como la senadora de Navarra Suma Ruth Goñi han señalado la indignación de Argelia con la decisión, que ha llevado al Gobierno argelino a retirar a su embajador y anunciar que modificará el precio de venta del gas solo a España, que no ampliará las líneas aéreas con España, ni permitirá la importación de carne española, como tampoco la repatriación de inmigrantes irregulares.

“Pero nuestros ministros siguen pensando que no pasa nada, aunque las consecuencias las veremos y sufriremos con el tiempo”, ha dicho Goñi.

Finalmente, también ha sido cuestionado el cambio de posición y la aparente falta de contrapartidas para España, ya que, como ha señalado el senador del PNV Luis Uribe-Etxebarria, el acuerdo alcanzado con Marruecos no supone más que “recuperar momentáneamente el estatus y la situación de antes de la pandemia”.