La mesa de los presidentes autonómicos era uno de los platos fuertes del congreso extraordinario de Sevilla. Y mientras Alberto Núñez Feijóo sacó pecho por su gestión al frente de la Xunta de Galicia durante trece años (por última vez participó con el resto de barones como uno más), Isabel Díaz Ayuso aglutinó gran parte del protagonismo con su intervención. Intentó un tono conciliador y brindó total apoyo y confianza al presidente de la Xunta, pero también envió algún aviso a navegantes que no pasó desapercibido: “No nos hemos reunido aquí simplemente para ganar un congreso, sino para ganar elecciones. Confiamos en Alberto”, zanjó.

El arranque de su intervención ya fue fuerte cuando aseguró que el cónclave es “la respuesta a una crisis que nunca debió existir”. No mencionó en ningún momento a Pablo Casado (que aunque ya había llegado no entró al auditorio durante el debate de los presidentes autonómicos que, precisamente, firmaron su defunción política). Pero quiso dejar esa nota a pie de página: el congreso que aúpa al dirigente gallego pone fin a la etapa del anterior presidente nacional al que ella le ganó el pulso.

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El XX Congreso Nacional del PP, en imágenes Agencias

La presidenta madrileña puso en valor la “generosidad” de Feijóo por hacerse cargo del partido en un momento trascendental. “Y por los sacrificios personales tan importantes que haces en este momento de tu vida”, dijo, dejando al lado a Galicia “para la que has trabajado durante tantos años” y preparar “al PP para el reto más importante que ha tenido nunca”. Ayuso insistió en que los ciudadanos “esperan mucho del partido” y que todos los dirigentes deben ser conscientes de “la responsabilidad que tienen con España”.

No dejó pasar la oportunidad de endurecer el tono al hablar del Gobierno de Pedro Sánchez. “No consigo recordar un gobierno tan sectario e incompetente como el de ahora, con comunistas y que se apoya en golpistas y amigos de terroristas. Han batido todos los récords en mala gestión”, dijo mirando al actual inquilino de la Moncloa, recalcando también la necesidad de que España “vuelva a ser tenida en cuenta en la comunidad internacional”.

El mensaje se produce en un momento en el que la política exterior juega un papel clave, con la política energética en el centro de las miradas como consecuencia de la guerra en Ucrania, y con el aluvión de críticas que Sánchez ha recibido por el giro con respecto al Sáhara Occidental. Y Ayuso insistió en que el futuro presidente del Gobierno, mirando a Feijóo, debe devolver a España “su lugar en el mundo”.

Sobre el equipo del presidente gallego en Génova (una vez que se conocen los nombres de Cuca Gamarra y Elías Bendodo como secretaria general y coordinador del partido), Ayuso aseguró que la tarea “exige generosidad e incorporar a los mejores en los puestos de responsabilidad”, con “coraje e imaginación”. “Nosotros somos el PP. No somos burócratas socialistas y si el Gobierno no sabe que se aparte, y si no entiende que deje de hacer tanto daño”, zanjó la madrileña.