Es injusto conocer como el cuñado de Esperanza Aguirre a alguien que es diplomático, filólogo, ingeniero aeronáutico, escritor, dramaturgo, actor y director pero a Íñigo Ramírez de Haro le cuesta desprenderse del peso de su familia. La que le corresponde por nacimiento, un linaje que se remonta al siglo XV hasta los Reyes Católicos, y la política, con la ex presidenta de la Comunidad de Madrid, como personaje más conocido. De las dos habla en su último libro "La mala sangre" que, según explica en conversación con El Periódico de España, diario del mismo grupo, Prensa Ibérica, que este periódico, es una introspección personal y colectiva, pero también un retrato de la aristocracia, de la nobleza, como un club absolutamente ajeno a la realidad.

Un relato sobre la historia de su familia a lo largo de 500 años, que mezcla la vida de sus antepasados con la suya propia y cuenta desde las miserias de esta clase social hasta el conflicto con su hermano, el marido de Aguirre, Fernando Ramírez de Haro, conde de Bornos, y con quien mantiene un pleito judicial por la venta de un Goya de la familia.

La monarquía, en extinción

"Es el mundo de la sangre, naces privilegiado por orden divina y tu vida es un usufructo, no tienes que hacer nada ni contribuir a nada", explica. "Pero poco a poco se ha ido convirtiendo, en una secta, en un reducto en extinción". Y como parte de ella sobrevive también la Monarquía. El Rey sería el más importante de los aristócratas, reconoce Ramírez de Haro, a preguntas de este diario. "Es una relación histórica aunque también complicada. Durante siglos el monarca era un par. Un verdadero aristócrata no deja de ser un rey". Pero si la aristocracia es un reducto también lo son las monarquías europeas. "Absolutamente", admite. "Que en España no se haga un referéndum es porque está claro que se va a perder, si se creyera que se gana se haría. La monarquía tiene visos de ser una especie en extinción", sostiene el escritor.

Con el asunto del Goya aún por resolver en los tribunales, a la espera de si prospera un recurso suyo ante la Audiencia Provincial, Ramírez de Haro considera que Aguirre "ha sido una parte de este problema". Era presidenta de la Comunidad cuando sucedió. "La sensación mía y de mi abogado es de absoluta indefensión. Después de un año de querella, hemos tenido que recusar a la juez de instrucción por apariencia de falta de imparcialidad y recurrir porque se ha archivado el caso".

"Indicios delictivos"

Pensamos, prosigue, que no se han tenido en cuenta una serie de "indicios delictivos" que enumera: "Apropiación indebida por parte de mi hermano; fraude fiscal; indicios contra el patrimonio histórico; la impresión de que si mi cuñada no hubiera sido la presidenta nada de esto habría ocurrido; indicios de que el comprador (Villar Mir) lo adquirió por debajo de su valor porque mi hermano no tenía el título de propiedad; que a la vez estaba haciendo la 'operación Canalejas' y curiosamente ese edificio, cuando dimite Esperanza Aguirre, deja ser patrimonio histórico". "Clientelismo, corrupción", resume. "Lo que pedimos es que se investigue".

A la espera de la Audiencia dice tener "mucho miedo" de que "una ex presidenta del Poder Ejecutivo tenga mano larga sobre el Poder Judicial" y que un juzgado de instrucción, en referencia a la primera resolución, "no sea independiente". Pero en estos momentos, le preguntamos, ella ha dejado la política y ya no podría tener influencia. "Por ahora ha salido airosa de todos los casos. Hay indicios para pensar que está protegida. Sigue gobernando el mismo partido político". En el libro Ramírez de Haro desliza que su hermano coquetea con las ideas de Vox aunque asegura que "no lo sabe porque hace dos años que no lo ve". Pero sí cree que "una parte importante de la aristocracia se ha hecho de Vox".

Agresión sexual de un cura

"La mala sangre" aborda también un asunto muy grave, que es la agresión sexual a un niño de 13 años por parte de un cura. Pero el escritor no quiere aclarar si se trata de él mismo. Recuerda que "Me cago en Dios", la obra que estrenó en 2004, ya abordaba este tema, cuando nadie hablaba del tema. Tuvo 3.000 denuncias, recuerda, pero fue por el título.

El proyecto del libro, subraya, se basa en dos frases. Una de Nabokov: "Sólo la ficción dice lo verdadero". Y otra de las Musas a Hesiodo: "Nosotros sabemos contar mentiras que parecen verdades pero también sabemos -cuando lo queremos- proclamar verdades". "Para mí era importante contar cómo es un abuso, cómo se puede producir por el lavado de cerebro de una ideología totalitaria", explica en referencia a que el sacerdote hizo creer al chico de su narración que lo hizo para "salvarle de sus pecados".

La ideología católica

Ramírez de Haro considera que España "va muy retrasada" en esta investigación a la Iglesia y reitera que no sólo se trata de unos individuos que son "unos degenerados", sino de una ideología -la religión católica- que "prohíbe el matrimonio", que "va contra la naturaleza". "El sexo es la pulsión de vida más importante, la base de la reproducción humana". Aunque la obra relata la trayectoria de Íñigo junto a las de sus familiares señala que él ha escrito "narrativa", "una novela", que el lector "saque sus conclusiones". "Lo otro es entrar en el Hola y no lo voy a hacer",.

La historia de esa violación es, sin duda, lo más descarnado y duro de 'La Mala Sangre'. Pero forma parte del retrato a una clase social donde lo único que cuenta son las apariencias, la vida en el palacio familiar de la calle Jesús del Valle, símbolo de la Casa de Bornos, donde "la inoculación de la superioridad y el desprecio empiezan desde la cuna". Donde el fervor religioso acaba convertido en fanatismo "exaltado" e "intransigente". "La aristocracia de la Cruz, como antes se era de la Espada". "Son Grandes de España y, por lo tanto aspiran a ser santos, devotos, beatos".