El popular rapero de L'Hospitalet Morad, para quien la Fiscalía pide dos años y medio acusado de intentar entrar a robar en una vivienda en Barcelona y amenazar de muerte a un vecino que le sorprendió, ha declarado este miércoles ante el juez que no estuvo en el lugar de los hechos y que no tenía "ninguna necesidad".

El cantante de rap, del barrio de La Florida de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), se ha sentado este miércoles en el banquillo de los acusados por, presuntamente, intentar robar en una casa de la capital catalana el 12 de febrero de 2018.

Ese día, el rapero y su acompañante, Kevin M., se dirigieron a un edificio de viviendas de Barcelona y trataron de abrir la puerta de acceso a la finca con un destornillador, sin lograrlo al ser sorprendidos por un vecino que bajaba en ese momento de su piso, según el escrito de acusación del ministerio público.

El vecino, al percatarse de la acción del rapero y del otro de los procesados, les fotografió, ante lo que estos le amenazaron con frases como "te voy a matar hijo de puta, te voy a esperar aquí hasta que salgas", sostiene la Fiscalía.

Por estos hechos, la fiscal pide para el cantante de rap y su acompañante una condena de un año y medio de cárcel por el delito de robo con fuerza en casa habitada en grado de tentativa y otra de un año por el delito de amenazas.

En su declaración de este miércoles ante el Juzgado de lo penal número 11 de Barcelona, el rapero ha alegado que no estaba allí en el momento en el que sucedieron estos hechos.

En una declaración que ha durado apenas dos minutos y en la que solo ha contestado a las preguntas de su abogado, Morad ha argumentado que en aquella época estaba empezando a dedicarse a la música, a trabajar en estudios y a impulsar su carrera profesional, de manera que no tenía "ninguna necesidad" de cometer un robo con fuerza como el que le imputa el ministerio fiscal.

"Hace tanto tiempo que exactamente ese día en el metro no sé a donde iba, pero seguro que a algo de la música", ha dicho al ser preguntado por unas imágenes captadas en una estación de metro cercana al lugar de los hechos, que han sido utilizadas como prueba por los Mossos d'Esquadra para identificarle.

El otro de los acusados, que también ha contestado solo a las preguntas de su letrado, ha asegurado que ese día estaba en casa con su madre, y no en la finca en cuestión.

El vecino que sorprendió a dos sospechosos en la finca en la que reside, Marc B., ha explicado al tribunal que vio a dos personas, una que vigilaba y otra que manipulaba la cerradura de la puerta con un destornillador, y que tras preguntarles si iban a algún piso, estos le contestaron que estaban "esperando a un conocido".

Acto seguido, y aprovechando que esas dos personas se habían apartado un poco de la puerta del inmueble, les hizo fotos con su móvil, ha proseguido este testigo.

"Entonces se abalanzaron sobre mí para atacarme, pero cerré la puerta de hierro con toda mi fuerza". "Me amenazaron".....y llamé al teléfono de emergencias 112", ha relatado.

Los dos agentes de los Mossos d'Esquadra a cargo de la investigación han testificado que las fotos aportadas por el vecino coinciden con las imágenes captadas por las cámaras de la estación de metro más cercana a la finca donde sucedieron los hechos, en las que se puede identificar "sin ninguna duda" a los dos sospechosos.

"Las imágenes son tan nítidas, que no hay ninguna duda en la identificación", de los dos acusados, que fueron captadas por las cámaras del metro, ha dicho uno de los agentes.

Además, han explicado que estas imágenes de las cámaras del metro aportan "detalles" que los identifican con los dos jóvenes procesados, como las propias caras que se ven con nitidez, la ropa o el tatuaje de uno de ellos en la nunca.

"Eran ellos sin ninguna duda, por las caras y la ropa que llevaban" como una "sudadera con un anagrama", ha dicho el otro de los investigadores de la policía catalana.

Este mismo mosso ha agregado, asimismo, que los horarios entre los hechos acaecidos en el inmueble y las imágenes grabadas en el metro "coinciden", ya que entre ambas secuencias hay un espacio temporal de unos 15 minutos, que es el tiempo que se tarda en llegar a la estación, ha detallado.

Tras las testificales y la prueba documental, la fiscal ha elevado a definitivas su conclusiones y pide una pena condenatoria para el rapero y el otro de los acusados.

Para el ministerio público, la prueba de cargo ha sido "suficiente" para probar los hechos, sobre todo, por el testimonio en primera persona del vecino que sorprendió a los autores de este intento de robo.

El testigo "ha mantenido el relato" y sus explicaciones han sido "precisas, claras" y sin "contradicciones", ha apuntado la fiscal.

Asimismo, según el ministerio público, "resulta claro" que la "intención" de los acusados para "quebrantar la puerta" de la finca era el robo, y no otro fin como el de ocupar una vivienda.

También queda "claro", sostiene la fiscal, que su actitud fue la de "amedrentar" al vecino para "causarle desasosiego": "Además, eran dos contra uno y llevaban un destornillador, así que el temor de la víctima a sufrir algún daño es más que razonable", ha esgrimido en sus conclusiones finales.

La defensa del rapero ha rebatido los testimonios de los agentes de los Mossos, ya que considera que la identificación no fue la correcta y que la causa se instruyó meses después de estos hechos, por lo que pide la absolución del rapero.

Además, ha cuestionado que no haya sido hallado el destornillador utilizado en este intento de robo.