La fotografía de este lunes por la mañana de Isabel Díaz Ayuso llegando con Teodoro García Egea a una conferencia en Madrid ha ayudado a escenificar la nueva fase en la que se encuentra la crisis interna del PP, que es la del disimulo, la de evitar el choque en público y mostrar unidad porque el 13 de febrero hay elecciones en Castilla y León. Sin embargo, el problema sigue ahí. Ayuso quiere presidir cuanto antes el partido en Madridpero el líder del partido, Pablo Casado, se resiste a concederle ese deseo y no ha querido adelantar las primarias como ella le ha pedido una y otra vez. El temor del máximo dirigente de los populares es que ella reúna demasiado poder y pueda convertirse en un peligro. No se la debe de creer cuando ella dice que no le movería nunca el sillón. Este lunes por la noche se lo ha vuelto a decir en la Cadena Ser: "Yo no tengo ninguna aspiración nacional, eso lo sabe todo el mundo. Acabo de llegar a la Comunidad de Madrid y con eso tengo bastante".

El periodista le ha preguntado si en la conversación que este lunes se ha sabido que ella mantuvo con Casado para felicitarse las fiestas acordaron bajar el diapasón hasta pasadas las elecciones de febrero. "No es una fecha, no un mes", ha contestado la dirigente madrileña antes de empezar a cargar contra Pedro Sánchez y sus socios. "Estamos en manos de un Gobierno que es altamente perjudicial para los intereses de todos los españoles (...) Está rompiendo todos los puentes de la transición, está alimentando el separatismo, arruinando la convivencia en Cataluña, ha causado un gran perjuicio con los indultos...", ha continuado antes de concluir que "todo eso" es lo que le "une" a Casado. "España no puede seguir un minuto más en manos de este Gobierno y sus socios. Lo que hagamos nosotros en nuestro fuero interno no es nada en comparación con el reto que tenemos por delante", ha declarado intentando esquivar las preguntas sobre la crisis interna de los populares.

Ayuso ha apoyado el 'no' del líder del PP a la reforma laboral, pese a que la fundación FAES de José María Aznar considera que no deroga la que aprobó Mariano Rajoy en el 2012 y consolida el menor coste del despido. Según la jefa del Ejecutivo madrileño, Sánchez ha hecho esta reforma "para contentar a Bildu". Pese a esa afirmación, la fuerza independentista vasca ha mostrado su rechazo al decreto-ley y, al menos por ahora, asegura que votará en contra.