El excomisario José Manuel Villarejo vuelve este lunes a los juzgados para responder por la querella que interpuso contra él y otros antiguos mandos policiales un antiguo inspector de Asuntos Internos por obstaculizar presuntamente sus investigaciones sobre el expolicía.

Villarejo acude esta mañana al juzgado de instrucción número 49 con la condición de querellado y el martes lo hará su mujer, Gemma Alcalá, informan a Efe fuentes jurídicas. Ambos están siendo juzgados en la Audiencia Nacional por tres presuntos proyectos de espionaje que se habrían desarrollado valiéndose de la condición policial del comisario jubilado.

Su declaración en los juzgados de Madrid se produce en el marco de la querella presentada en 2018 por el antiguo inspector jefe de Asuntos Internos Rubén Eladio López contra altos mandos de la cúpula policial del Gobierno de Mariano Rajoy por, presuntamente, impedir sus investigaciones contra Villarejo.

Además del comisario, entre los querellados se encuentran los ex números dos de la Policía, Eugenio Pino -que declaró hace meses- y Florentino Villabona; el inspector jefe José Ángel Fuentes Gago; Francisco Nicolás Gómez Iglesias, conocido como el pequeño Nicolás; y varios periodistas, entre otros.

De entre los citados, tres de ellos -Villarejo, Pino y Fuentes Gago- están procesados por la operación Kitchen, un presunto espionaje al extesorero del PP Luis Bárcenas para hacerse con documentos que pudieran comprometer al partido y que habría sido orquestado desde el Ministerio del Interior.

El inspector López denuncia en su querella que Villarejo boicoteó "desde sus albores" la investigación en la que "logró acreditar la vinculación" del comisario con el pequeño Nicolás, relacionándolos con "hechos de naturaleza criminal", y dice que se sirvió para ello de diversos miembros de la cúpula policial, boicot que, añade, finalmente acabó en acosos y represalias hacia él.

La querella habla de una "campaña orquestada y concertada" en la que se denunció y acusó falsamente a los investigadores, se reveló información reservada y secreta para "pervertir el proceso penal", y se llegó "al triste extremo de adoptar medidas de índole laboral y disciplinario" contra él, que se vio "caprichosamente represaliado" y acabó fuera de Asuntos Internos.

También denuncia que Eugenio Pino le llegó a recriminar en varias ocasiones que hubiese informado "sobre la implicación de Villarejo" en el "caso Nicolay", relativo al pequeño Nicolás.

Villarejo siempre ha aludido a la cercanía entre este inspector y el exjefe de Asuntos Internos Marcelino Martín Blas, con quien mantiene una enemistad manifiesta; y con el policía que investigó el caso Tándem, por el que está siendo juzgado y que le tiene imputado en numerosas piezas en la Audiencia Nacional.