Baleares, Galicia y Euskadi han conseguido esta semana el aval de sus tribunales para ampliar las actividades en las que se exige el pasaporte covid, que también se ha implantado en Ceuta, en un momento en el que los contagios están disparados y diez territorios en riesgo extremo.

Pero la escalada de contagios está abriendo otros debates en varias autonomías, como Aragón, donde el Gobierno autonómico no ha descartado volver a adoptar restricciones de movilidad y de horarios si su Tribunal Superior de Justicia rechaza ampliar las actividades y supuestos en los que se exija este certificado tal como ha solicitado. En Cataluña, el comité asesor de covid del Govern ultima un informe con medidas restrictivas para reducir las interacciones de cara a la Navidad.

De momento, la Comunidad de Madrid, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Extremadura se resisten a implantar el pasaporte, mientras que Asturias, en riesgo muy alto desde este lunes, tiene ya "sobre la mesa" la utilización de esta herramienta, que Canarias quiere endurecer.

Esta semana, el Tribunal Superior de Justicia de Baleares ha autorizado al Govern a exigir pasaporte covid o tres pruebas diagnósticas semanales a los trabajadores del sector sanitario y ha avalado la obligación de presentar este documento para acceder a bares y cafeterías con aforo superior a 50 plazas.

La exigencia de este pasaporte ya regía en el archipiélago para entrar en discotecas y restaurantes.

En Galicia, el Tribunal Superior de Justicia ha autorizado la decisión de la Xunta de exigir el certificado para acceder en residencias de mayores y de diversidad funcional, instalaciones cerradas de práctica de deportes, piscinas cubiertas y eventos multitudinarios.

Además, el tribunal ha autorizado al Gobierno gallego a prorrogar, hasta el 18 de enero, la condición de pedir el certificado de vacunación a visitantes y acompañantes de pacientes de centros hospitalarios y lo extiende a hospitales de día para tratamientos oncológicos y de diálisis.

Y será exigido en albergues turísticos, locales de ocio nocturno y establecimientos de hostelería y de juego que cuenten con servicios de restauración.

En Euskadi, desde las cero horas del miércoles, el pasaporte covid ya es necesario para acceder a todos los bares y restaurantes, hospitales y residencias, polideportivos y espectáculos culturales, donde se vive con normalidad este trámite.

El Ejecutivo no recurrirá el apartado del auto del tribunal que deja fuera de la exigencia del certificado covid a los estadios de fútbol y otras instalaciones "abiertas", aunque no ha descartado que más adelante se desplieguen nuevas medidas, incluidas las que tengan que ver con este ámbito.

También esta semana, la consejería de Sanidad de Ceuta ha recibido el visto bueno de Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) para la implantación del certificado covid para acceder, entre otros, a actividades de hostelería y restauración, ocio nocturno y residencias de mayores.

Visto bueno que no ha recibido Andalucía, por lo que el certificado covid se seguirá exigiendo para acceder a residencias y hospitales pero no a establecimientos de hostelería, ocio y esparcimiento, como había solicitado la Junta. El tribunal ha pedido que vuelva a solicitar la ampliación eximiendo de su exigencia a los trabajadores de los establecimientos en los que se implante.

El Gobierno de La Rioja aprobó el pasado miércoles implantar el pasaporte covid para acceder a hospitales, centros de servicios sociales, salas de fiesta, ocio nocturno y restaurantes con aforo superior a 50 comensales, entre otros recintos, para lo que solicitará el aval judicial y está a la espera de la respuesta del TSJ de La Rioja.

La Comunidad Valenciana es una de las once autonomías que ya lo tiene implantado pero su presidente, Ximo Puig, ha anunciado que su Gobierno estudia ampliar la obligación de presentarlo en nuevos establecimientos.

Hasta ahora, el pasaporte es necesario en bares y restaurantes con capacidad para más de 50 personas, discotecas, salas de fiesta y visitas a residencias y hospitales.

Más comunidades se suman a ampliar el amparo de este certificado para mejorar sus cifras de contagios. Es el caso de Canarias, cuyo Gobierno autonómico ha acordado solicitar el aval judicial para que en determinados negocios o actividades deje de ser voluntario para el empresario y pase a ser obligatorio.

En este momento, está en vigor en Canarias -y validado por el TSJC- un sistema de pasaporte covid en el que es el empresario el que decide si lo pide o no en su negocio. A cambio, obtiene como recompensa un régimen de aforos y horarios más laxo, el que corresponda al nivel de alerta inferior al vigente en su isla.

En Cantabria, es necesario para acceder al interior de establecimientos e instalaciones cubiertas donde esté autorizada la venta de bebidas y comidas.

Murcia ya lo tiene para los locales de ocio nocturno y Navarra, con la incidencia más alta de contagios de España, podría ampliarlo a otros ámbitos. Hasta ahora se pide en restauración con un aforo de más de 60 comensales, ocio nocturno y espectáculos culturales en interiores con consumición de comida o bebida.

En Melilla, el pasaporte es necesario para determinados espacios cerrados como la hostelería si bien la intención de Salud Pública es prorrogar la orden a todo el periodo navideño.