El Gobierno intenta buscar una salida para la ley audiovisual que satisfaga a Esquerra Republicana y que a la vez le permita salvar el trámite de los Presupuestos Generales del Estado en el Senado. Ya en la noche del martes, al finalizar el pleno y tras las explosivas declaraciones del portavoz independentista en Madrid, Gabriel Rufián, se produjeron los primeros contactos, pero el momento clave que servirá para intentar desatascar el choque llega esta tarde, sobre las seis de las tarde. A esa hora está convocada una reunión telemática entre socialistas y republicanos, con vistas a hallar ese camino intermedio y reconducir las relaciones entre el Ejecutivo y un socio clave de legislatura.

En la cita participarán, por el PSOE, los ministros de la Presidencia y de Hacienda, Félix Bolaños y María Jesús Montero; la vicesecretaria general del partido, Adriana Lastra, y el portavoz parlamentario, Héctor Gómez. Y por los republicanos, además de Rufián, la portavoz de la formación, Marta Vilalta, y el presidente del grupo en el Parlament, Josep Maria Jové. La crisis ha pillado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de viaje oficial en Egipto, adonde voló en la noche del martes. Su visita, no obstante, concluye este miércoles.

El punto de colisión es la protección de las lenguas cooficiales en la ley audiovisual. ERC consiguió que el proyecto, que ayer martes aprobó el Consejo de Ministros para su remisión a las Cortes, incluyera la exigencia a las plataformas de televisión a demanda de que el 6% de su producción sea en catalán, euskera o gallego. Pero fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, que dirige Nadia Calviño, confirmaron tras la reunión del Gabinete que ese porcentaje no afecta a operadoras que no tienen su sede en España, como Netflix, HBO Max o Amazon Prime Video, y advirtió de que no es posible imponérselo porque la directiva europea lo impide.

El Gobierno está compelido a buscar una salida en las próximas horas o días, porque el viernes se registran los vetos a las cuentas del Estado en el Senado

ERC, sin embargo, discrepa. Considera que el marco europeo sí abre esa puerta y, en cualquier caso, exige que la cuota sí se aplique a los gigantes audiovisuales. "Tocar a ERC las narices con esto es un mal negocio", porque "la lengua es sagrada", zanjó Rufián. El portavoz advirtió de que si no se reencauzaba esta cuestión, "todos los escenarios quedaban abiertos en el Senado", donde se tramitan ahora los Presupuestos de 2022. Los independentistas tienen a su alcance presentar una propuesta de veto —el plazo concluye el viernes 3 de diciembre a las 12 horas—, aunque no es sencillo que prospere. De ahí que el Gobierno esté urgido a reconducir la crisis con ERC lo antes posible. En las próximas horas.

"No se pueden mezclar"

Este miércoles, Calviño insistió en que el Ejecutivo está "muy abierto" a negociar la ley audiovisual con los grupos parlamentarios, pero la norma "no puede contradecir la normativa europea". Esa es la obsesión de Economía y el reto que tienen ahora los socialistas: intentar encajar una vía intermedia sin que vulnere la directiva comunitaria de comunicación audiovisual de 2018, que en su artículo 13 dice lo siguiente: "Los Estados miembros velarán por que los prestadores de servicios de comunicación audiovisual a petición sujetos a su jurisdicción dispongan de un porcentaje de al menos el 30% de obras europeas en sus catálogos y garanticen la prominencia de dichas obras". Una lectura literal de ese precepto ampararía la argumentación del Gobierno, si bien ERC arguye que la legislación europea protege la "diversidad cultural y lingüística" a lo largo de todo el texto.

A la reunión de este miércoles acuden Bolaños, Montero, Lastra y Gómez, por el PSOE, más Rufián, Vilalta y Jové, por ERC

Calviño afirmó que "no se pueden mezclar" los Presupuestos con otra ley, así que hay que "centrarse en lo importante". Ese es el objetivo de la Moncloa, que no se contaminen dos procesos legislativos diferentes: la culminación del recorrido de las cuentas de 2022, muy próximo a su finalización, con la ley audiovisual, que ni siquiera ha sido calificada por la Mesa del Congreso aún.

"Saben que cumplimos"

Los socialistas intentaron lanzar un mensaje de tranquilidad. Lastra, en los pasillos del Congreso, aseguró que no cree que haya mayores problemas con ERC y que se seguirá hablando con ellos: "Saben que cumplimos nuestros acuerdos y esta vez también va a ser así".

Pero al conflicto con los independentistas se suma la incomodidad de los morados. O de una parte de ellos. El presidente de Unidas Podemos en la Cámara baja, Jaume Asens, aseveró que su grupo está "más cerca del no que del sí" al proyecto de ley. Censuró a los socialistas por no haber negociado el texto con ellos. Los morados "no han participado en la redacción de esta ley". "El PSOE ha decidido negociar con ERC, que es un partido de la oposición, pero todavía no ha negociado con su socio de gobierno", siguió Asens, que recordó que su grupo ha presentado propuestas que "van más allá de las lenguas cooficiales" y que aún no han recibido respuesta del PSOE.

En la Moncloa, entretanto, se aferraban a las palabras más conciliadoras de la líder del espacio de Unidas Podemos, Yolanda Díaz. "Desde la Vicepresidencia segunda estoy segura de que vamos a alcanzar un acuerdo para que esta ley salga adelante [...]. Dejemos trabajar a todo el mundo para que esta ley, que es importante insisto, salga adelante", apaciguó la titular de Trabajo y Economía Social.