Yolanda Díaz despega políticamente con su proyecto propio y consuma su distanciamiento con Podemos. La vicepresidenta segunda del Gobierno ha protagonizado este sábado el acto 'Otras políticas' en Valencia junto a la vicepresidenta valenciana, Mónica Oltra, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, la líder de Más Madrid, Mónica García y la dirigente ceutí Fátima Hamed. Un encuentro que exhibe por primera vez su nueva política de alianzas, dirigida a sumar a nuevos actores superando el mandato de la rigidez orgánica imperante en Podemos. 

El encuentro, que se ha desarrollado en formato tertulia, ha servido de trampolín a la ministra de Trabajo para confirmar que se trata del primer paso en la construcción de un sujeto político diferente a lo hasta ahora establecido, tal como venía adelantando EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. "Es el comienzo de algo que va a ser maravilloso", sentenció la dirigente, que obvió por completo el papel de Podemos durante las más de dos horas que duró el encuentro.

Díaz abogó por tender puentes hacia las dirigentes de las distintas fuerzas que asistieron para configurar un nuevo escenario electoral: "Aquí tenemos un nuevo proyecto de país", apuntó la vicepresidenta entre grandes aclamaciones del público, que esperaron desde las 8.30 de la mañana a las puertas del recinto para acceder al acto, previsto para las 11 horas. 

Yolanda Díaz ha confirmado la gran sintonía con el resto de asistentes, en un acto sin siglas que sin embargo ha estado revestido en todo momento por la apuesta común por impulsar nuevas formas de hacer política. "Lo que nos une es que nos queremos", ha defendido la vicepresidenta. "Queremos ir en la misma dirección y caminando juntas", ha continuado, situando el apoyo social como vertebrador de estas nuevas alianzas: "La gente quiere que nos entendamos y que hagamos buenas políticas juntas". "Sé que la calle espera cosas diferentes", ha asegurado, marcando distancias con la etapa anterior liderada por Podemos.

Ausencias

El acto, celebrado en el Teatro Olympia de Valencia, estuvo también marcado por las ausencias y, en buena medida, por los silencios de Díaz hacia el partido morado, sobre el que evitó pronunciarse explícitamente y al que sí lanzó algunas críticas veladas, reivindicando unas políticas "sin ruido, con ideas", en contraposición con la trayectoria habitual del partido en la etapa liderada por Pablo Iglesias

La líder del espacio tampoco ha hecho referencia alguna ni a la formación ni a sus dirigentes con más peso político, como la ministra de Igualdad, Irene Montero, y la secretaría general de Podemos, Ione Belarra. Ninguna de ellas fue llamada a participar en el acto y tampoco recibieron invitación alguna para contar con su presencia entre el público, tal como avanzó EL PERIÓDICO DE ESPAÑA.

Belarra y Montero tampoco hicieron acto de presencia en Valencia ni siquiera de manera telemática. Tampoco se pronunciaron sobre este asunto y guardaron estricto silencio en las redes sociales sobre este acto frente a la efusividad que mostraron en Twitter las cinco políticas protagonistas, donde mostraban su "ilusión" por la esperada puesta en escena del proyecto incipiente. Las dirigentes de Podemos siguen así la estela seguida en las últimas semanas por la formación, que ha hecho oídos sordos a este episodio pese al malestar existente en la organización. 

Estas ausencias de la dirección de Unidas Podemos contrastan con la gran implicación de Podem Valencia en la nueva plataforma. Sus dirigentes no solo acudieron al acto de este sábado, sino que participaron en la organización previa, entregados al proyecto de Díaz como horizonte de futuro inmediato. Está por ver si ese cambio de alineación es un fenómeno exclusivamente valenciano o constituye una tendencia que se pueda repetir en el resto de territorios, algo que implicaría un terremoto de la estructura orgánica de Unidas Podemos, el desmoronamiento del partido como ahora conocemos y la pérdida de poder de quienes ostentan la dirección nacional.

La ausencia de una alternativa en las filas moradas para liderar una candidatura, unido al peso político de Díaz pese a la falta de respaldo orgánico, ha llevado a Podemos a mantenerse de perfil, conscientes de que la batalla estará en la conformación de las listas electorales y el reparto de puestos, algo que sucederá en la fase final del proyecto, cuando se aproximen las elecciones generales previstas para dentro de dos años.

Yolanda Díaz es consciente de la necesidad de alejarse de las siglas de Unidas Podemos debido no sólo al desgaste de la marca electoral, sino a la fuerte fragmentación del espacio sufrida por la deriva cesarista de esta organización, tras años de expulsiones y deserciones.

El objetivo pasa ahora volver a sumar actores que un día se descolgaron del proyecto morado para construir una alternativa que trascienda los corsés de la izquierda tradicional y consiga convertirse en un reflejo social lejos de siglas.

Una política en común

El acto ha servido para exhibir una apuesta común de todas las dirigentes por emprender juntas otro tipo de políticas más horizontales y pegadas al ciudadano, alejadas de las tendencias verticales imperantes en un espacio liderado hasta ahora por Pablo Iglesias.

Así, Ada Colau ha definido el acto como un encuentro "de ilusión y futuro": "Es el momento de animarse", ha defendido. García ha incidido en que con este encuentro arranca un "nuevo ciclo donde las mujeres son protagonistas, un tsunami feminista imparable", haciendo toda una declaración de intenciones: "Nos gusta la política y vamos a hacerla bonita"

Mónica Oltra también ha manifestado la idea de recorrer un camino en común, pese a las fuertes reticencias que existen en su propio partido, Compromís, hacia el proyecto de Diaz. La dirigente valenciana ha fijado como objetivo el que "caminemos juntas desde diferencia, con escucha y amor".

Mónica García ha incidido en que con este encuentro arranca un "nuevo ciclo donde las mujeres son protagonistas".

Dilema Errejón

El acto de Valencia marca otro hito político, al tratarse del primer acercamiento oficial entre los espacios liderados por Díaz y Mónica García desde la traumática ruptura que protagonizaron en primera persona Pablo Iglesias e Íñigo Errejón. La presencia de la dirigente madrileña abrió un intenso debate tanto en Podemos como en Más País, donde aún existen recelos hacia el concepto de la unidad de la izquierda. En las filas moradas el malestar comienzo desde que salió a la luz la organización de este evento, del que se enteraron a través de los medios de comunicación después de adelantarlo EL PERIÓDICO DE ESPAÑA en su primer número, y en el que no estaban invitadas sus principales dirigentes.

En el caso de Mónica García, esta exhibición junto a Yolanda Díaz supone un paso relevante, al desvincularse formalmente de la figura de Errejón, que después de días de debate dio su visto bueno a la presencia de García en el encuentro. A diferencia del mutismo de Podemos, el líder de Más País sí ha brindado su apoyo público a esta exhibición de alianzas: "Qué orgullo", ha admitido en redes.

Sin embargo, la invitación de la líder de Más País al margen del partido nacional despertó ciertas suspicacias inicialmente en su entorno, por la posibilidad de que se intentara sumar a García para el nuevo frente común sin contar con Más País, con menos representación que la federación madrileña. Un extremo que se descarta tanto en Más País como en Más Madrid, dada la lealtad de la líder madrileña hacia el dirigente estatal. 

Aunque desde el lado de Díaz apuestan por unir a nuevas voces, entre las que se encontraría el ex número dos de Podemos, Errejón ha evitado hasta ahora pronunciarse y ha optado por dejar correr los tiempos para comprobar qué peso adquiere finalmente el partido morado en la organización final del nuevo proyecto.