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Partido Popular

Esperanza Aguirre reivindica el legado de Rita Barberá y no sabe quién lidera el PP valenciano

La expresidenta de Madrid recibe en Valencia el apoyo de Francisco Camps, pero la actual dirección del partido le hace el vacío

Esperanza Aguirre presenta su libro en València con el apoyo de Camps. EFE

Esperanza Aguirre hizo mucho más que presentar su libro en València. El ‘Sin complejos’ del título es un sello personal que le llevó ayer en el Casino de Agricultura de la capital del Turia a reivindicar el legado de Rita Barberá, cargar contra Mónica Oltra, el gobierno de Pedro Sánchez, recibir el apoyo de Francisco Camps y mostrar que desconoce quién es el líder del PP de la Comunitat Valenciana.

La imagen previa a que comenzase a hablar fue la de Aguirre y Camps compartiendo sonrisas, cariño y fotografía. Los dos juntos en una sala en València y no era el famoso congreso del PP de 2008. En aquel momento, el exjefe del Consell se posicionó del lado de Mariano Rajoy e impidió que la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid consiguiera el asalto a la dirección nacional. De aquello, pelillos a la mar y afectuoso saludo en las dedicatorias de Aguirre.

De hecho, en Camps se apoyó cuando el desconocimiento sobre la actual dirección del PP valenciano se hizo patente en la madrileña porque sin complejos es también no saber algo y no disimularlo. "No sé quién será en València el número 1...", dijo mirando a su alrededor justificando que en Madrid se votaba a Ayuso, a nivel estatal se votaría a Casado y en la Comunitat Valenciana a ese nombre que no le desfilaba por la lengua. "Imagino que será el presidente del PP de la Comunitat Valenciana", añadió para finalmente, apoyada por el público, buscando en la esquina en la que se encontraba Camps, agregar: "Carlos Mazón".

Aguirre volvió a repetir la calificación de "chiquilicuatres" hacia personas de Génova

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Ayer Aguirre descubriría el nombre pero no la cara, ya que nadie de la actual ejecutiva se acercó a arroparla. La expresidenta del PP madrileño está más que vinculada a Ayuso, quien mantiene un momento de tensión con la dirección nacional y en especial con el secretario general, Teodoro García Egea, principal aval (y amigo personal) de Carlos Mazón.

Apoyarla habría levantado suspicacias, más cuando Aguirre volvió a repetir la calificación de "chiquilicuatres" hacia personas de Génova, explicando que, según la RAE, se trata de "jóvenes arrogantes", aunque quitó de esa ecuación a Casado y Egea y metió en ella solo a "algunos que pululan por ahí".

Los más de 350 kilómetros de distancia que impidieron a Aguirre saber el nombre del líder del PP valenciano no lo fueron para cargar contra dos responsables del Consell. Contra la vicepresidenta Mónica Oltra por la sentencia que condena a su exmarido. Y "por unos burros que han llevado al monte y se han muerto" y sobre los que dijo, "si lo hubiera hecho alguien del PP, no podría haber salido a la calle». Ahí, recordó a Barberá: "Lo que le hicieron fue una barbaridad, ahí sí valían los escraches".

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