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Caso IVAM

Suspenden el juicio del caso IVAM al indisponerse el abogado de Císcar

La declaración del hijo de Gerardo Rueda seguirá el próximo lunes si las condiciones de salud del letrado lo permiten

El hijo adoptivo de Gerardo Rueda, José Luis Rueda, declara en el juicio del Caso IVAM.

El juicio del caso IVAM que se celebra desde el martes en la Ciudad de la Justicia de València ha tenido que suspenderse debido a la indisposición del abogado de Consuelo Císcar, Juan Molpeceres, que ha tenido que ser atendido por los servicios médicos. La jornada de este jueves estaba dedicada a la declaración del hijo adoptivo del escultor Gerardo Rueda, José Luis Rueda, investigado por presunta malversación junto a la exdirectora del IVAM y el exdirector financiero de la pinacoteca, Juan Carlos Lledó. La presidenta de la sala de la sección quinta de la Audiencia de València ha decidido suspender la sesión hasta el próximo lunes, si las condiciones de salud del letrado de Císcar lo permiten.

No es la primera vez que se produce un hecho similar en la Sala Tirant II de la Ciudad de la Justicia ya que el 4 de marzo el juicio contra Rafael Blasco y sus adláteres, Augusto Tauroni, Tina Snajuan y Javier Murcia tuvo que suspenderse tras sufrir Murcia, informático de la Conselleria de Solidaridad, un infarto mientras se celebraba la vista, por lo que tuvo que ser evacuado en ambulancia e incluso llegó a ser operado e ingresar en la UCI.

La declaración de José Luis Rueda ha sido explosiva y tensa por momentos. Asegura que la operación de venta y donación de obras de Gerardo Rueda para el IVAM se cerró con Carmen Alborch, aunque al ser nombrada ministra se retrasó la decisión. Y que en 2004 es él quien decide ponerse en contacto con Consuelo Císcar. Según ha explicado Rueda, "me dirijo a ella por el tema de la obra de Rueda porque me la presenta un crítico de arte que era amigo de mi padre que sabía de la operación pendiente desde Carmen Alborch".

Rueda ha defendido que en esta operación "fui extremadamente generoso con el IVAM. Si no las querían yo encantado de la vida. Hubiese ido a buscar las obras y que me hubieran devuelto el dinero, no lo hice con el Reina Sofía por cariño con el IVAM y Carmen Alborch".

Sobre la ejecución de obras póstumas de artistas, el hijo adoptivo de Rueda explicó, a veces con actitud altanera por lo que la presidenta de la sala ha tenido que llamarle la atención, que "si mi padre encarga las obras, dice a la fundición cómo las quiers, y se muere, ¿esas obras ya no son suyas? Ni Picasso, ni Julio González están con un cincel", justificó.

Al tiempo que lamentaba que debido a esta causa "han destrozado el nombre de Gerardo Rueda, escuturas que se vendían a millón y medio ahora valen cero, por venganza de Joan Llinares y Vicente Todolí".  

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