La Audiencia provincial de Valladolid ha condenado a nueve años y diez meses de cárcel a un hombre por agredir sexualmente a su expareja embarazada, tras "ponerse celoso" al ver que llevaba una camiseta de hombre.

Los hechos probados se produjeron el pasado 22 de enero cuando el hombre insistió en ver a la mujer dado que el bebé que esperaba era suyo. Una vez en el domicilio, de madrugada, la agredió sexualmente tras verla con una camiseta de hombre y recriminarle que hubiera mantenido relaciones con otra persona, lo que ella negó.

Todos estos hechos se produjeron "en un clima de miedo por parte de la víctima, dada la actitud de dominación que el acusado había adoptado hacia ella de tratar de imponerla el que, aunque ya no estuvieran juntos, ella no tuviera relaciones sexuales con otros hombres", recoge la sentencia.

El fallo precisa que "lo sucedido es que el acusado, en una actitud de clara dominación sobre la mujer con la que en ese momento ya no mantenía una relación sentimental, quería imponerla el que no estuviera con otros hombres, y que no mantuviera relaciones sexuales, lo que pone en evidencia un comportamiento claramente machista".

Tras lo sucedido, la mujer envió un mensaje a través del móvil a una amiga, y esta, tras intentar contactar sin éxito con ella, llamó al 112 para que comprobaran si le había pasado algo, lo que dio origen a la investigación de los hechos.

En el juicio, la mujer negó otro segundo episodio de violencia que había relatado inicialmente, "quizá por el miedo que le tenía al acusado (que estaba allí presente en la Sala) o porque no quería empeorar más el panorama respecto de quien al parecer es el padre de su hijo", lo que llevó al Ministerio Fiscal a retirar la acusación por delito de maltrato de obra.

Se le ha condenado por los otros dos delitos, uno de agresión sexual con penetración, con la agravante de parentesco y de género, penado con nueve años de prisión y la prohibición de acercarse a la mujer a menos de 500 metros y de comunicarse con ella durante doce años; y otro de amenazas, con diez meses de prisión ya que concurre la agravante de reincidiencia.