Pedro Sánchez lo ha reiterado una vez más: no habrá referéndums de autodeterminación. Ni en Cataluña, ni en el País Vasco. El presidente del Gobierno ha defendido que el espíritu que guía a la Unión Europea, a las instituciones españolas e incluso a los actores sociales es el acuerdo, el entendimiento. Y esto, no se puede conseguir mediante consultas a la ciudadanía que no hacen más que "fracturar y dividir" a la sociedad y que, además, "ni ayudan ni aportan nada".

"Lo que no vamos a aceptar es dividir a la sociedad española en función de referéndums interesados y binarios", ha sentenciado el jefe del Ejecutivo en respuesta a las exigencias de la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, de permitir que la sociedad vasca sea "quien decida sobre su futuro político, económico y social". Sánchez ha explicado que, en una "democracia plena" como la española, la voluntad de los ciudadanos se vehicula a través de las elecciones para elegir a sus representantes políticos y de la acción parlamentaria de estos en las cámaras legislativas.

Sánchez, además, ha dejado claro que la convocatoria de un referéndum de autodeterminación "no solamente no tienen cabida en la Constitución española", lo que "ya sería suficiente para decir que no", sino que desde el punto de vista social "lo peor" que se puede hacer "es fracturar y dividir con referéndums binarios que no aportan nada". A este respecto, ha recalcado que una iniciativa de este tipo iría en contra de los tiempos actuales en los que la Unión Europea acelera hacia la integración de los pueblos y en la que sindicatos y patronal buscan dar "ejemplo de acuerdo".