El presidente del PP, Pablo Casado, ha lamentado la existencia en el país de "un mal Gobierno que hace que España no esté yendo bien" y que incluso raya el "mal gusto" al mostrarse, a su juicio, "tan arrogante a la hora de celebrar supuestos triunfos".

En la apertura del curso político del PP gallego este domingo en Cerdedo-Cotobade (Pontevedra), Casado ha arremetido contra la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, por celebrar que España recuperará la riqueza que tenía en 2013, tarde en comparación con otros países; y ha cargado contra el aplauso a los índices de vacunación cuando las dosis "las han administrado las comunidades autónomas sin planificación a nivel estatal".

Ya la gota que colma el vaso, a su entender, es que el presidente Pedro Sánchez celebre el éxito de la evacuación de afganos pro-occidentales del infierno, pues a ningún mandatario se le ha visto "presumir de esto", porque "no es ético", de ahí que ninguno celebre "el error" ha zanjado el líder nacional de los populares.

Casado ha asegurado que Sánchez, que debe ir por su "enésima transmutación" y que "no dice la verdad ni al médico", ha sorprendido con su "acercamiento" a la calle, el cual él resume en viajar a Ávila en helicóptero y visitar una residencia de mayores tras no haberlas pisado en un año y medio.

En la apertura del curso político de los populares gallegos, en el ayuntamiento de Cerdedo-Cotobade, en Pontevedra, Casado ha cargado contra la visita del titular del Ejecutivo a las zonas afectadas por los incendios de Ávila, donde estuvo, tras volar, "cuarenta y dos minutos y se fue", y ha lamentado también lo tardía que le resulta su presencia en un centro sociosanitario, después de acudir esta semana al Hogar de Mayores de Navalmoral de la Mata, en Cáceres.

"¡Año y medio sin pisar una residencia de ancianos!", ha dejado caer ante el medio millar de asistentes, por el aforo limitado, y ha dicho Pablo Casado que Pedro Sánchez en "márketing" sigue igual, aunque en credibilidad "peor", y "por mucho que se disfrace", al quitar el "ropaje" continúa lo de siempre.

Sí le ha pedido mantener el papel de cesante para que se deshaga de su ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, con lo que habrá tenido "39 ministros en 39 meses", a tenor de las salidas, y en consecuencia entradas, que ha habido.

Casado ha prometido otro futuro para España, con el PP en el poder, que tendrá que dar "la vuelta a este país como un calcetín".

"Mañana la luz alcanzará su séptimo récord de máximo precio histórico", ha ejemplificado, y ha prometido una nueva ley energética, porque la realidad actual obliga a preguntarse: "¿Volvemos a la cueva?".

Lo mismo, la necesidad de un giro de 360 grados, ve en política industrial, con la situación de Alcoa San Cibrao y su venta sin avances, con las centrales térmicas, o con la celulosa Ence, en Lourizán, sobre su salida, judicializada, del actual emplazamiento.

"Reformismo tributario" o del empleo con la aprobación de la mochila austríaca, son otras de las propuestas.

Para el PP lo único importante, ha esgrimido Casado, es "proponer, plantear en positivo", y por ello ha avanzado que la convención nacional del partido no será de "soflamas", "ni siquiera de proclamas electorales", y sí de "ideas de reformismo" porque la sociedad no va a dar más que cien días para ver si otro país es posible, ha garantizado.

Casado, que ha arropado al presidente gallego Alberto Núñez Feijóo en este cónclave, ha confiado en poder volver a poner "muy pronto" a España "donde se merece".

El PP de Galicia ha vuelto en esta jornada a la Carballeira de San Xusto para dar hoy el pistoletazo de salida a una nueva etapa.

De la clausura se ha ocupado el dirigente nacional Pablo Casado y con esta es la tercera vez que participa en este cónclave.

Ya lo hizo en 2018, apenas unos meses después de hacerse con el liderazgo del partido, y después en 2019.