El terremoto de la abrupta salida de Iván Redondo tiene aún sus réplicas. Y habrá más. Quien era su número dos en la Dirección de Gabinete de la Presidencia del Gobierno, el dirigente sevillano Paco Salazar, sale de la Moncloa, dato que se sabía desde hace días y que se consumó el martes en el Consejo de Ministros. Pero casi más revelador de las intenciones de borrado de toda huella de Redondo es el nuevo destino de Salazar: presidente de la empresa pública Hipódromo de la Zarzuela, un cargo bien retribuido pero con nula carga política. Lejos del corazón del poder al que él pertenecía hasta hace dos semanas.

Salazar, alcalde de su pueblo natal, Montellano (Sevilla) entre 2003 y 2008, había ido escalando posiciones desde las primarias de 2017, en las que ayudó al hoy secretario general del PSOE y presidente del Gobierno a recuperar las riendas de Ferraz. Mano derecha de Quico Toscano, alcalde de Dos Hermanas (Sevilla) -el municipio que asistió al renacer de Sánchez-, pasó a formar parte de la ejecutiva federal del partido emanada del 39º Congreso. El líder le nombró secretario ejecutivo de Acción Electoral, en pie de igualdad con Santos Cerdán, el responsable de Coordinación Territorial, ambos dependientes del jefe de Organización, José Luis Ábalos, número tres del PSOE.

Salazar ayudó a Sánchez en las primarias de 2017, entró en su ejecutiva, y ascendió en la Moncloa de la mano de Iván Redondo

En 2018, al llegar Sánchez al Gobierno, Salazar se integró en la estructura de la Moncloa, en el Gabinete dirigido por Iván Redondo. Primero, como director general del Departamento de Análisis y Estudios (2018-2019). Y, tras la formación del Ejecutivo de coalición, Redondo lo ascendió. Le hizo director adjunto de Gabinete, con rango de subsecretario. Su número dos, del que dependían las direcciones generales de Asuntos Nacionales, Asuntos Institucionales, Análisis y Estudios y Asuntos Políticos. Redondo y Salazar formaron un tándem bien engrasado y compacto. Ambos condujeron, de hecho, la campaña de las catalanas del 14 de febrero, en las que el candidato, Salvador Illa, quedó primero, pero también la de las madrileñas del 4 de mayo, que concluyeron en una hecatombe absoluta del PSOE. Aquel fiasco acabó convenciendo a Sánchez de que tenía que acometer una profunda remodelación de su equipo. Entretanto, el jefe de Gabinete y el entonces secretario general de la Presidencia del Gobierno y hoy ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, fueron distanciándose. Los recelos en el PSOE aumentaban hacia Redondo, lo que con el tiempo acabó castigando a su hombre de confianza, que se había movido para sustituir a Ábalos en Organización.

El sanedrín de la Moncloa

Con la remodelación del Gobierno, cayó primero Redondo. Según la versión que ofrecían en la Moncloa y en Ferraz, porque demandó ser titular de la Presidencia para controlar el corazón del Ejecutivo, una vez caída la vicepresidenta primera, Carmen Calvo. El 'spin doctor' trasladó, según su entorno, que fue él quien pidió marcharse y que fue Sánchez quien le ofreció por dos veces ser ministro.

López ha confirmado en su puesto al director de la Oficina Económica de la Moncloa, Manuel de la Rocha Vázquez

Sánchez eligió a un veterano del PSOE, Óscar López, como nuevo director de Gabinete. Y él ya ha empezado a mover las primeras piezas. Relevó a Salazar como adjunto, y nombró como su número dos a Llanos Castellanos, hasta ahora presidenta de Patrimonio Nacional, exdiputada socialista en la Asamblea de Madrid y exconsejera en Castilla-La Mancha. Además, cubrió la vacante dejada por Bolaños, la Secretaría General de la Presidencia, con el ascenso de Fran Martín Aguirre, hombre de confianza del ministro. Confirmó a Manuel de la Rocha Vázquez como secretario general de Asuntos Económicos y G20 (o sea, director de la Oficina Económica de la Moncloa). De la Rocha ha acompañado al presidente en su gira económica por Estados Unidos, que este viernes concluye en San Francisco.

Bolaños, a su vez, designó como número dos, como secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, a otro histórico dirigente socialista, el exlíder del PSOE madrileño Rafael Simancas, en sustitución del granadino José Antonio Montilla.

81.820 euros de sueldo fijo

López, Castellanos y De la Rocha Vázquez conforman el comité de dirección del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, el sanedrín que pilota la Moncloa. A ellos tres se suman la directora de Gabinete de López, la periodista Sonia Sánchez -exdirectora de Comunicación de Paradores- y el nuevo secretario de Estado de Comunicación, Francesc Vallès. Todos ya han sido nombrados.

Se espera que López aligere la estructura de la Moncloa creada por Redondo. Pero, por el momento, tanto él como Sánchez -que no ha explicado la caída en desgracia de su director de Gabinete, más allá de alegar la necesidad de abrir una "nueva etapa" y "cargar las pilas"- han lanzado señales claras. Y la última es la defenestración de Salazar, al situarlo como presidente de Hipódromo de la Zarzuela, cargo en el que sustituirá a Álvaro Gutiérrez de la Fuente.

Hipódromo de la Zarzuela es una empresa pública que forma parte de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que posee el 95,78% de las acciones. El 4,22% restante es propiedad de la Sociedad Estatal Loterías y Apuestas del Estado (SELAE). La retribución fija bruta del presidente en 2019, según los propios datos de la compañía pública, es de 81.820,43 euros, y la variable, de 7.874,72 euros.

La duda es qué ocurrirá con Salazar en la cúpula del PSOE. Ábalos ya está fuera de Organización y las riendas del partido, hasta el 40º Congreso Federal, que se celebrará en València entre el 15 y el 17 de octubre, las conducen Adriana Lastra y Santos Cerdán. Este diario intentó contactar con Salazar, sin éxito.