El ministro francés de Sanidad, Olivier Véran, considera que para alcanzar la inmunidad de grupo será necesario que esté vacunado el 90-95% de la población susceptible, teniendo en cuenta que la variante delta es mucho más contagiosa.

En una entrevista este martes a la emisora de radio RTL, Véran subrayó que se está acelerando el ritmo de vacunación, y que el objetivo de 40 millones de personas con al menos una dosis, que se había fijado para finales de agosto, se va a conseguir desde finales de julio.

A ese ritmo, se podría llegar al final del verano con el 80-85% de la población susceptible de ser vacunada "pero no creo que sea suficiente", puntualizó. A su juicio, hará falta que entre 9 y 9,5 personas de cada diez estén inmunizadas. La razón es la evolución de la cuarta ola con la variante delta, con aumentos de contagios de entre el 100 y el 130% en una semana, indicó el ministro.

A la pregunta de por qué hay tan pocas hospitalizaciones por ahora, respondió que "porque es una epidemia de jóvenes". Hizo notar que en el departamento de los Pirineos Orientales, fronterizo con España por Cataluña, el de mayor nivel de incidencia de toda Francia, la tasa entre los jóvenes supera los 1.000 casos por cada 100.000 habitantes.

Véran advirtió que la experiencia del verano pasado muestra que los contagios de jóvenes pasan después a población de mayor edad y eso sí tendrá consecuencias en las hospitalizaciones, sobre todo porque un 10-15% de los mayores de 60 años y de personas vulnerables siguen sin estar vacunadas.

El Gobierno francés presentó este lunes un proyecto de ley para obligar a todo el personal sanitario y a los profesionales que tratan con personas vulnerables a estar vacunados si quieren seguir trabajando a partir del 15 de septiembre. El proyecto de ley, que empezará el miércoles su tramitación en el plenario de la Asamblea Nacional para una aprobación rápida esta misma semana, también extiende el uso del certificado sanitario a buena parte de las actividades de la vida social. Desde este miércoles el certificado sanitario será necesario para ir al cine, al teatro o a cualquier espectáculo con más de 50 espectadores y desde agosto para viajar en un transporte público de larga distancia, entrar de visita en un hospital o en una residencia, e incluso para tomar algo en un bar o un restaurante.