El Gobierno intenta salvar la cara tras el fiasco del encuentro de Pedro Sánchez con Joe Biden en la cumbre de la OTAN en Bruselas. Las cámaras solo reflejaron un brevísimo paseo de poco más de medio minuto y la Moncloa apuntó que eso era lo pactado, pero a la vista de las reacciones y de la deficiente gestión de expectativas, ha intentado reconducir. La versión del Ejecutivo es que en realidad el presidente y el mandatario estadounidense tuvieron un pequeño aparte en el que pudieron conversar brevemente, sin la presencia de las cámaras.

Este martes defendió esa versión, primero, la titular de Exteriores, Arancha González Laya, y luego la ministra portavoz, María Jesús Montero. Según expresó la jefa de la diplomacia en una entrevista en la SER, Sánchez y Biden "tuvieron ocasión de departir" unos minutos antes del paseo ante los medios. Es decir, que antes de la primera foto de ambos, tuvieron 30 minutos en que todos los líderes, los 30 que conforman la Alianza, estuvieron "solos y fuera de las cámaras", informa Europa Press.

Fue entonces, antes de acudir a la foto de familia, cuando Sánchez y Biden habrían tenido "ocasión de departir". Fue ese el espacio del que se sirvió el jefe del Ejecutivo para hablar con la cancillera alemana, Angela Merkel, o el presidente de Francia, Emmanuel Macron. Y después de la foto de familia se produjo el paseíllo ante los medios, el que captaron las cámaras.

Sánchez, al término de la cumbre del OTAN, ya defendió que su conversación con Biden fue más allá de "20 segundos", más de lo que se vio. "Yo no tengo un cronómetro de cuánto me he reunido o no con el presidente de Estados Unidos, pero le puedo garantizar que han sido unos segundos más de los [20 segundos] que hace referencia". Hubo, señaló, "breve conversación y posteriormente un breve paseo".

Primera toma de contacto

"La buena sintonía entre España y EEUU ha quedado de manifiesto en una conversación inicial, que ha sido la primera y no va a ser la última", esgrimió Laya en la SER. La ministra enfatizó que, "más allá" de que finalmente fuese un "saludo puramente protocolario" y no una "reunión de 40 minutos sentados con banderas y sillones", los dos mandatarios pudieron estar "solos sin ministros y asistentes".

Montero se aferró a esas palabras de Laya por la mañana en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes. El líder socialista, dijo, "mantuvo ese encuentro con el señor Biden, un saludo, una toma de contacto en el que tuvieron ocasión de conocerse y trasladar alguno de los elementos que más pueden preocupar a Sánchez”, como la cuestión migratoria. E insistió en que antes de la foto de jefes de Estado y de Gobierno de la cumbre de la OTAN ya se había producido “sin cámaras, ni asesores, una reunión a solas de todos los líderes, donde empezó esa toma de contacto de Sánchez con Biden, que después se complementó con esas imágenes que sí captaron las cámaras”.

El Gobierno quiere machacar el mensaje que la de este lunes fue "primera toma de contacto" en la que España espera "poder profundizar", en palabras de Laya. ¿No se contó bien entonces cómo sería el encuentro? "Este es un caso clásico de ruido y de bien. El bien es que la Alianza Atlántica elige como sede a España, y ruido es contar milímetros, metros, segundos de cronómetro de un contacto entre otros muchos". Montero también recalcó que lo "extraordinariamente importante" de lo ocurrido en Bruselas es que Madrid acogerá la cumbre de la OTAN de 2022. De hecho, la portavoz, en su exposición inicial, antes de las preguntas de los periodistas, mencionó este éxito diplomático para España, pero no el saludo protocolario con Biden.

Sin embargo, algo no casa en la nueva versión del Ejecutivo, pues a las 14.26 de este lunes la Moncloa relataba que Sánchez y Biden habían mantenido una breve conversación "tras la foto de familia". Ambos líderes "querían saludarse, conocerse personalmente y establecer un primer contacto", y así lo habían "pactado" sus respectivos equipos. Entre otras cosas, seguía el comunicado oficial del Ejecutivo, se había acordado que "su saludo fuera captado por las cámaras como prueba de la excelente relación que existe entre ambos países".

Sánchez, en la rueda de prensa que siguió a la cumbre, desgranó que había hablado con el dirigente demócrata de varios asuntos: del refuerzo de los lazos militares de las dos naciones, ya que el Gobierno quiere actualizar el acuerdo bilateral de defensa (el actual es de 1988); de la situación en Latinoamérica y del problema migratorio. También le felicitó por poner en marcha una "agenda progresista" y por la vuelta de EEUU "a los grandes consensos multilaterales".

¿Se vendió demasiada expectativa? "No entraría en polémicas de este tipo -aseguró Laya- y el mensaje es el de una relación sólida [entre España y EEUU]. De hecho, durante su intervención en el plenario de la cumbre, Biden puso en valor que España fuera la sede de la próxima cumbre, en la que se ha de definir el nuevo concepto estratégico de la Alianza Atlántica".