"Es cuestión de días". A ese plazo ha fiado el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, la aprobación del primer bloque de reformas sobre el sistema público de pensiones; tal como ha manifestado en una entrevista este viernes por la mañana en TV3. No es la primera vez que lo dice, pero la entente con patronal y sindicatos cada vez está más cercana y las partes, según confirman fuentes del diálogo social, están ya abordando los "flecos" del que será el texto definitivo. El pacto que ha desencallado la reciente prórroga de los ertes deja vía libre para cerrar ese primer acuerdo en pensiones, aunque este no está lo suficientemente maduro, según reconocen desde la Seguridad Social, para que sea aprobado en el Consejo de Ministros del próximo martes.

"Es una magnifica noticia la renovación de los ertes. [...] Un acicate para culminar el acuerdo de pensiones", escribió el secretario general de CCOO, Unai Sordo, en su cuenta de Twitter la tarde de este miércoles, cuando se cerró el acuerdo para la quinta prórroga de los ertes covid. Diversas fuentes conocedoras de las conversaciones explican que el toma y daca entre Escrivá y el presidente de la CEOEAntonio Garamendi, iba más allá de las exoneraciones para las empresas con un expediente temporal. Y que en el enroque de las negociaciones influía el contenido discutido en otras mesas: las pensiones.

"Tenemos ya un acuerdo programático de los elementos y ahora estamos intercambiando el texto legal", ha afirmado Escrivá este viernes en TV3. "Es cuestión de días", insistió un día antes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros extraordinario tras aprobar la prórroga de los ertes. No obstante, hay todavía cuestiones que no están cerradas en el texto normativo. La CEOE no ve con buenos ojos, entre otros, la propuesta del ministro para endurecer los coeficientes reductores sobre las prejubilaciones de aquellas personas con salarios altos y que podrían optar a la pensión máxima. Que podría recortar el importe de esa pensión del tope actual de 2.707,49 euros, hasta los 2.139 euros, dependiendo de la anticipación en el retiro.

Otros "flecos" que impiden acabar de cerrar un acuerdo unánime con todos los agentes sociales es la reforma de la cotización para autónomos. Si bien cuestiones como el endurecimiento de las condiciones para la jubilación anticipada sí entrarán en vigor en el 2022, el nuevo sistema para los trabajadores por cuenta propia sería mucho más progresivo y no acabaría de consolidarse hasta el 2032. Algo que no gusta a las organizaciones de autónomos vinculadas a los sindicatos, como Upta (a UGT) y Uatae (a CCOO), que abogan por una implementación más inmediata. Lo que no gusta a ATA (asociada a CEOE) es el importe final de las nuevas cuotas, que irían de 90 euros a 1.220 euros al mes; según los rendimientos. Por ahí se está moviendo la negociación.

Consenso para revalorizar las pensiones según el IPC

Donde sí hay un consenso cerrado es en la fórmula para revalorizar las pensiones: según el IPC del año anterior. Aquí Escrivá ha abandonado otras fórmulas que pretendía introducir, con correcciones a medio plazo según si la inflación era negativa o positiva. El nuevo será un "mecanismo reglado" e "indefinido" para revalorizar siempre las pensiones con el IPC, que asegura "mantener el poder adquisitivo"; según ha insistido Escrivá este viernes en TV3.

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El preacuerdo alcanzado entre Gobierno y agentes sociales también incluye, según hizo público UGT durante su reciente Congreso, la derogación del factor de sostenibilidad del PP. Este fue introducido en el 2013 y ligaba el importe de la pensión a la esperanza de vida; no obstante, no entraba en vigor hasta el 2022. Aquí las partes han acordado, según UGT, volver a las condiciones previas a la reforma del 2013 y darse 12 meses de margen para negociar un nuevo factor de "equidad intergeneracional", según ha bautizado Escrivá, para modular el gasto público al aumento de la esperanza de vida.

Otra cuestión que será aprobada en este primer bloque de reformas será la obligatoriedad de que los estudiantes en prácticas coticen a la Seguridad Social. Esta era una reforma pendiente de cuando el PSOE gobernó en solitario y que quedó en barbecho con el adelantamiento electoral. Escrivá ha retomado el testigo que le dejó la anterior ministra, Magdalena Valerio, y "en el plazo máximo de tres meses", según consta en uno de los últimos borradores remitidos a los agentes sociales, incluir a los becarios en el sistema de la Seguridad Social. Hagan prácticas remuneradas o no. Lo que pasaría porque muchas empresas y todas las universidades (donde esta figura es ampliamente usada, muchas veces para cubrir puestos estructurales) tengan que empezar a cotizar por los alumnos que tienen en convenios de prácticas.