La ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya, ha defendido este miércoles el "compromiso" de España con el líder del Frente Polisario, Brahim Gali, a quien se le presta "asistencia humanitaria" al tiempo que ha defendido el Gobierno nunca entendió como una "agresión" su acogida.

En una entrevista en RNE, recogida por Europa Press, Laya ha insistido en que España ha dado explicaciones sobre la presencia de Gali en España "múltiples veces y por múltiples canales". "España tiene una tradición humanitaria y tiene que poder ejercer su función su misión humanitaria, respetando a sus vecinos, nunca buscando una agresión a nadie", ha añadido.

Así, y tras reconocer que esta cuestión es "de enorme sensibilidad" para Marruecos, la titular de Exteriores ha puesto de manifiesto la prudencia española con respecto al Sáhara Occidental. El único "compromiso" español con el líder del Polisario, ha repetido, es el de darle "asistencia humanitaria". "Ni más, ni menos", ha continuado.

En cualquier caso, la jefa de la diplomacia española ha señalado que si Gali tiene "cuestiones pendientes con la Justicia española debería comparecer como cualquier otro ciudadano". Todo ello, eso sí, una vez abandone el hospital de Logroño donde se encuentra ingresado.

En esta línea, la ministra ha dejado claro que España no va a "alimentar" la polémica y ha recordado que el Ejecutivo siempre ha sido "muy claro" en que hay que "reconducir esta situación". "Insisto, es y era un gesto humanitario hacia una persona gravemente enferma", ha justificado, explicando que el Gobierno nunca le dio "un carácter de agresión".

España será firme

Preguntada sobre si teme una escalada mayor de las tensiones con el país vecino, Laya ha incidido en que España no pretende ahondar en una crisis diplomática, pero ha señalado que sí que serán "firmes" en la defensa de la "frontera, la seguridad y el orden".

Este fue el mensaje que la propia Laya le trasladó a la embajadora de Marruecos en España este martes. "Le insistí mucho en mirar al futuro, y eso significa que no ocurran hechos como los que hemos visto en las últimas horas. Significa que las personas que han entrado sean devueltas, pero también que retomemos el trabajo en que veníamos insistiendo de tejer una relación mas estrecha", ha apuntado.

Un trabajo, a su juicio, que no puede ser únicamente entre España y Marruecos, sino que también tiene que tener a la Unión Europea como actor principal. De esta forma, y apoyándose en las declaraciones del vicepresidente de la Comisión Europea Margaritis Schinas, Laya ha recordado que en el "tema migratorio" Marruecos no tiene solo a "España al otro lado, sino también a la UE".

Cuestionada sobre si España se plantea activar a Felipe VI para que ejerza un papel de mediación, la ministra ha recordado que "toda misión de acercamiento debe tener discreción para ser eficaz". "Lo más prudente por mi parte es mantenerme discreta sobre qué canales se pueden utilizar para ir acercando posturas en esta situación", ha zanjado.