“Es preocupante que al menos 6.000 personas, muchas de ellas niños, hayan ido nadando hasta Ceuta poniendo su vida en peligro. Muchos de ellos han tenido que ser rescatados y una persona ha muerto”, ha lamentado este martes la comisaria de interior y responsable de inmigración, Ylva Johansson. Durante un debate sobre la muerte de inmigrantes en el mediterráneo en el Parlamento Europeo, Johansson ha urgido a Marruecos a evitar las salidas irregulares de su territorio y ha recordado que si Rabat quiere crear una relación de confianza con la UE la inmigración es un elemento clave.

“Lo más importante ahora es que Marruecos siga comprometido para evitar las salidas de inmigrantes irregulares y que aquellos que no tengan derecho a quedarse en territorio comunitario sean devueltos de forma eficaz y ordenada a su país. Las fronteras españolas son fronteras europeas. La ión Europea quiere construir una relación con Marruecos basada en la confianza y compromisos compartidos y la inmigración es un elemento clave en este sentido”, ha recordado sobre el impacto de la crisis migratoria en la que está inmersa Ceuta, debido a “llegadas irregulares sin precedentes procedentes de Marruecos y que siguen a día de hoy”, en las futuras relaciones con la UE.

Plena solidaridad con España que también han expresado el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y de la Eurocámara, David Sassoli. "Todo nuestro apoyo y solidaridad con España. Las fronteras de España son las fronteras de la Unión Europea", ha recordado el liberal belga que, al igual que Johansson, ha avisado a Rabat de que "la cooperación, confianza y compromisos compartidos" son piezas claves de la relación. "Salvar vidas en el mar debe ser una prioridad para la UE. Las fronteras griegas, españolas e italianas son fronteras europeas", ha añadido por su parte el socialista italiano que ha reclamado de paso una política común en materia migratoria y compromisos conjuntos con los países vecinos.

Johannson, que sigue "muy de cerca" los acontecimientos junto con el vicepresidente Josep Borrell y el comisario Oliver Varhely, ha puesto como ejemplo del drama que viven las costas europeas el rescate a finales de abril de tres inmigrantes, de los 60 que salieron de Mauritania, a 590 kilómetros de la isla canaria de El Hierro cuando llevaban 22 días a la deriva. Entre ellos, ha explicado, se encontraba una joven de 17 años procedente de Costa de Marfil para quien el sueño de Europa “se convirtió en una pesadilla” cuando se quedaron sin agua y sin gasolina. “No podemos imaginar no ver ni tierra ni buques, tres semanas en el mar. Solo quedaron tres personas vivas”, ha relatado lamentando la muerte de más de 600 personas en lo que llevamos de año.

Por su parte, la ministra de exteriores, Arancha González-Laya, ya aprovechado una reunión extraordinaria de ministros de exteriores para hablar del conflicto entre Israel y Palestina para explicar lo que está ocurriendo en la frontera. Según ha explicado Borrell, la jefa de la diplomacia española ha explicado que "una parte importante" de las personas que han llegado ya han sido devueltas a Marruecos y ha insistido en que es necesario gestionar la situación con "diálogo y cooperación".

Misión urgente a Ceuta

Durante el debate han sido varios los eurodiputados que se han referido a la crisis en Ceuta. Algunos como Maite Pagazaurtundua, en las filas de Renew, para denunciar que “Marruecos está jugando con España y con toda la UE al permitir que ayer llegaran más de 6.000 personas a nado organizadamente” en lo que supone “una bomba en una ciudad de 85.000 habitantes”. En este sentido, ha urgido a Bruselas a enviar “una misión urgente” y a evitar “chantajes”. Otros como Jorge Buxadé (Vox) han calificado los últimos acontecimientos en la ciudad autónoma como “un acto de agresión sin precedentes” y una “invasión programada utilizando a menores de edad como arma contra España” cometido no por “mafias” sino por “un gobierno musulmán radical que alienta la entrada ilegal”.

El representante de Vox ha urgido a Bruselas a suspender de forma inmediata cualquier pago a marruecos, la imposición de sanciones, la paralización de la emisión de visados o el reconocimiento de residencia legal a marroquíes y la deportación de marroquíes, incluidos los menores. Por su parte, el ex ministro de interior y eurodiputado Juan Ignacio Zoido ha acusado a las autoridades marroquíes de "pasividad" pero ha culpado de los acontecimientos a la "nefasta política exterior" del Gobierno de Pedro Sánchez. "Todos los gobiernos, tanto socialistas como populares, han cultivado una relación de buena vecindad con Marruecos. Hasta ahora. El gobierno de Sanchez ha permitido que los radicales y populistas de Podemos boicoteen las relaciones entre España y Marruecos", ha arremetido. “Sánchez está deteriorando gravemente las relaciones de España y toda Europa” y “la llegada de miles de inmigrantes es la consecuencia”, ha añadido.