El extesorero del PP Luis Bárcenas, condenado por el caso Gürtel y que está a la espera de sentencia por el presunto pago en negro de parte de la reforma de la sede del partido, ha abandonado este martes la cárcel madrileña de Soto del Real para disfrutar de su segundo permiso penitenciario de seis días.

Fuentes próximas al preso han informado a Efe de que el extesorero ha salido del centro penitenciario, al que regresará dentro de seis días, cuando venza el segundo permiso que le concedió el juez de vigilancia penitenciaria de la Audiencia Nacional.

El magistrado accedió a otorgarle un total de 12 días, distribuidos en dos bloques de seis, a propuesta unánime de la Junta de Tratamiento de la prisión de Soto del Real, donde cumple condena.

Además, la Junta de Tratamiento, según informa El Confidencial y confirman a Efe las fuentes consultadas, ha informado a favor de concederle otros nueve días, de los que disfrutaría en períodos de tres, una decisión que ahora debe avalar el juez.

Para otorgarle el permiso, el magistrado tuvo en cuenta que el educador de la prisión señaló que Bárcenas está utilizando su estancia en la cárcel "desde una perspectiva constructiva y formativa", con una evolución "permanente y constante, mejorando en lo regimental y en lo personal" y con "buena conducta", y que además ha mostrado estar "profundamente arrepentido".

La Audiencia Nacional fijó en 12 años de prisión la pena máxima que debe cumplir el extesorero del PP, que corresponde al triple de la condena más alta que le fue impuesta por el caso Gürtel, en el que fue sentenciado a un total de 29 años por diversos delitos.

Sobre él también pesa una petición fiscal de cinco años de prisión por el supuesto pago en B de la reforma de la sede del PP, cuyo juicio quedó visto para sentencia hace apenas seis días.

Bárcenas, imputado a su vez en la causa donde la Audiencia Nacional investiga si las donaciones de empresarios al PP que reflejó en sus famosos "papeles" tuvieron carácter finalista en forma de adjudicaciones públicas, decidió recientemente acogerse a un programa de reinserción de justicia restaurativa, que contempla reuniones con víctimas de corrupción.