El error en la vacunación con AstraZeneca a 94 menores de 60 años en el Palacio de Congresos de Cáceres se está complicando. Los afectados, todos ellos trabajadores esenciales (bomberos, policías y profesores), piden “explicaciones claras” a la Consejería de Sanidad sobre lo sucedido, porque no entienden los criterios que se han aplicado para saber quién fue inoculado con AstraZeneca y quién con Moderna. Diversos testimonios recabados por este diario aseguran que, en grupos de compañeros que entraron juntos, a unos les han llamado para decirles que recibieron la fórmula anglo-sueca, y a otro no, pese a haber estado sentados en la misma mesa y al mismo tiempo a la hora de recibir la inyección. Por tanto, no entienden que el SES diga que fueron los 94 primeros.

De hecho, varias personas han manifestado este viernes su intención de no ponerse la segunda dosis por temor a que sea distinta a la que realmente tienen ya administrada. Y no solo han tomado esta decisión los que han recibido AstraZeneca por confusión, también otros que se supone que les han inoculado Moderna. No quieren correr más riesgos y, eso sí, piden a Sanidad que les entregue el certificado de vacunación pese a no completar las dos dosis. Afirman que no tiene seguridad de no recibir una ‘combi-vacuna’.

Estos profesionales esenciales, más de 400, acudieron el miércoles a ponerse la fórmula contra el covid. Deberían haberla recibido hace un mes, al igual que sus compañeros, pero los casos excepcionales de trombosis hicieron que Sanidad retirara temporalmente AstraZeneca para menores de 60 años como medida preventiva. Por tanto, este miércoles acudían al palacio de Congresos a iniciar su dosis con otro preparado. Al llegar supieron que les iban a poner Moderna e incluso se les dio un certificado como tal. Al día siguiente, jueves, el SES comenzó a llamar a 94 de ellos para informarles que por error se les había administrado AstraZeneca.

El consejero de Sanidad, José María Vergeles, les ha pedido “calma” recordando que, aunque no está recomendada para menores de 60 años, la fórmula no tiene “prohibición científica”. En cualquier caso, los afectados solicitan una explicación más profunda. “Yo confío en la eficacia de las vacunas. Detrás de ellas hay un trabajo muy duro de los científicos que cuidan de nosotros en esta situación. Millones de personas se han puesto AstraZeneca en el mundo, pero seguiré nerviosa, intranquila, hasta saber qué ha ocurrido”, declara María Cortés, profesora del instituto Norba Caesarina de Cáceres, que recibió esta fórmula por error.

“¿Por qué de la decena de compañeros del instituto que íbamos el miércoles sólo nos han llamado a dos para comunicarnos la confusión? ¿Cómo saben que nos ocurrió justamente a dos y no a los que iban con nosotros? Me inquieta pensar si realmente me han puesto AstraZeneca o cuál y por tanto si la segunda dosis será la que me corresponda. Por eso necesitamos que se sepa lo ocurrido y que nos lo expliquen con más detalle”, subraya María Cortés. A ella la llamaron a las tres de la tarde del jueves desde el SES para comunicarle el error, le dieron un teléfono de contacto por si tenía algún síntoma que le causara preocupación, y le dijeron que iban a llevar un control que aún no le han precisado. “Mi cabeza no daba crédito. Por supuesto que entiendo el error humano, todos los cometemos, pero quizás en este tema debería haber más precaución de lo habitual, más ojos, porque todo el turno de tarde tenía menos de 60 años. No parece lógico”, lamenta.

Inquietud en El Brocense

También del Instituto El Brocense de Cáceres acudieron el pasado miércoles unos 30 profesores al Palacio de Congresos, de los que el SES ha llamado a 5 para comunicarles que les inyectaron AstraZeneca. Uno de ellos es Eloy Remedios, que ha decidido no ponerse la segunda dosis porque le faltan garantías de lo que realmente le han inoculado. “Tengo un primer certificado de que he recibido Moderna, y al día siguiente me telefonean para decirme que ha sido AstraZeneca. Los compañeros íbamos uno tras otro, resulta extraño que a unos nos administraran Moderna y a otros AstraZeneca”, relata este profesor de Lengua, que asegura que siente “incertidumbre” e incluso “cierto desamparo”.

Tal es así que solicitará el certificado de vacunación con una dosis, “porque no quiero arriesgarme a una segunda de la que no tengo ninguna certeza”. Asegura que confía en las vacunas y en su efectividad, “pero lo ocurrido nos genera desconfianza, hablamos de una cuestión de salud, y aunque ha sido un error humano, cuyo responsable comprendemos que debe estar muy mal, la perspectiva debe estar en los afectados, que necesitamos respuestas”, insiste.

Su compañero José Antonio Mendoza, también profesor de El Brocense, recibió la llamada a mediodía del jueves para informarle de que era otro afectado. "Ayer por la tarde tuve algunos síntomas, febrícula, dolor de articulaciones y lumbago, dolor de cabeza..., pero me tomé un paracetamol y me encuentro ya bien. Son los típicos síntomas. La desconfianza no es en la vacuna, sino en la duda de cuál nos han puesto”, destaca.

José Antonio quiere saber, como sus compañeros, en qué criterios se ha basado el SES “para saber quién de nosotros ha recibido Moderna o AstraZéneca, que consideramos fundamental de cara una segunda dosis”. Y aunque el error ya se ha cometido, el profesor solicita que aumente la supervisión de todo el proceso “para que esto no vuelva a ocurrir a nadie”.

Nuria Zotes ejerce también como docente de El Brocense. En su caso no la han llamado, “pero todos estamos preocupados porque no entendemos la lógica que han seguido para deducir con quién se han equivocado y con quién no”, inquiere. De hecho, tres compañeros suyos de ciclo de FP entraron juntos y se sentaron en la misma mesa, en sillas contiguas, con las inyecciones ya cargadas. El jueves informaron a dos de ellos que les habían puesto AstraZeneca pero al que estaba en medio no le han comunicado nada. “Necesitamos que nos aclaren cómo han llegado a esas conclusiones", recalca.

Nuria se está planteando si recibir la segunda dosis y asegura que hay otros con la misma duda, aunque no figuren en el listado de los afectados. “No queremos causar ningún perjuicio, de hecho veníamos contentísimos a vacunarnos, pero nos da miedo que nos mezclen dos vacunas. Necesitamos una garantía absoluta de lo que nos han puesto, y si no es posible, que nos den por favor el certificado de vacunación con una sola dosis”, sostiene.