El director del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), José Félix Tezanos, ha acusado este martes a los líderes de Vox y a "algunos personajes del PP" de "radicalizar" el debate político y de "enturbiar" la convivencia. Tezanos ha hecho esta acusación, en plena campaña electoral madrileña, en un artículo titulado 'Radicalización y bipolarización ¿meta o mito?' publicado por la Fundación Sistema, que él mismo preside.

En su texto, el máximo responsable del CIS denuncia los "esfuerzos recurrentes" que, a su juicio, están haciendo los líderes del partido que encabeza Santiago Abascal y algunas figuras del PP por "bipolarizar" el debate político junto a "núcleos muy específicos del poder" de los medios de comunicación. Tezanos cuestiona que tales "empeños" tiendan a presentarse como una resultante de los problemas, las tensiones y las antagonizaciones que existen en la sociedad cuando, en su opinión, "la inmensa mayoría de los españoles están muy alejados de tales climas de bipolarización y radicalización".

"De hecho, los datos de encuestas rigurosas, como las del CIS -destaca su presidente-, revelan, mes tras mes, que la mayoría de los españoles se sitúan en coordenadas vitales e ideológicas distintas a las que intentan propalar minorías muy radicalizadas". Así las cosas, el sociólogo socialista considera "evidente" que la supuesta inclinación de los españoles al radicalismo y a la bipolarización hoy en día "es básicamente un mito que no se corresponde con la realidad objetiva de los datos". "Es básicamente una meta de aquéllos que quieren enturbiar y tensionar" la convivencia para intentar "sacar partido" de los climas de confrontación", añade.

"Los políticos enturbian los debates"

En otro artículo de este mes, publicado en la revista Temas para el Debate que también dirige, Tezanos insiste en que "algunos políticos con pocas luces" están recurriendo a "mascaradas políticas" en las que "no dudan en mezclar odios, resentimientos, polarizaciones y simplismos analíticos". "Y, por supuesto, 'gritos', con los que intentan llamar la atención de los aficionados a los 'espectáculos' movilizando el concurso de aquellos que viven de las mañas y las artes menores de la política (con p minúscula) y del puro politiqueo", añade.

A su juicio, "lo peligroso de esta tendencia enmascaradora no es solo la degradación de la Política como tal, sino que se están enturbiando y dificultando los debates necesarios, hurtando a la opinión pública las cuestiones realmente pertinentes, intentando trocar los análisis políticos verdaderos y necesarios en juegos de luces, sombras, gritos y emociones". La conclusión de esa táctica es que "al final una parte de los electores se ven emplazados a optar únicamente por máscaras y apariencias, sin tener conciencia de lo que realmente hay detrás de determinadas máscaras.

"Los que alientan tales modos de proceder, no solo intentan dejar a los ciudadanos alejados de la vida política real, y de los problemas y dilemas sustantivos que tenemos por delante, sino que en definitiva pretenden mantener paralizadas a nuestras sociedades ante decisiones importantes, impidiendo políticas que atiendan a hechos reales y a incertidumbres de enorme entidad", sostiene.